Tu nombre

Final

- No, no me gusta - Dije mirando el coche aparcado frente a nosotros con odio.

- Lo sé, pero no podemos hacer nada al respecto - Dijo Niall con un suspiro cruzándose de brazos a la espera de que lo hiciera - Es la único que queda por hacer - Me mordí el labio y apreté los puños con fuerza.

- No hay necesidad... - Mi voz se quebró durante un instante.

- Sí, es necesario - Dijo Harvey desde el asiento de copiloto con una mirada amenazante.

Miré a ambos esperando una rectificación, pero al no tener ni siquiera una mirada amigable, retrocedí un par de pasos antes de girarme y cambiar por completo mi temperamento. Kay me miró extrañado al ver que me acercaba con seriedad y no con una sonrisa amigable, aunque él me dedicó una que logró formar un nudo en mi garganta.

- Supongo que ya te vas - Asentí - Bueno, podemos llamarnos o visitarnos - Propuso.

- No, no habrá llamadas ni visitas, desde este punto nuestros caminos se separan - Dije mirándole a los ojos sin vacilar, provocando que su sonrisa se borrara casi al instante.

- ¿Por qué? - Frunció levemente el ceño.

- No hay otra alternativa, es lo único que podemos hacer - Es lo único que puedo hacer para mantenerte a salvo - Solo estoy agradecida por lo que has hecho por mí y mi padre, nada más - Mentí.

- No te creo - Su voz se volvió grave.

- No me creas entonces, tan solo te estoy diciendo como van a ser las cosas desde el momento en el que suba en aquel coche. Ninguno sabrá nada del otro - Expliqué.

- No lo entiendo, pensaba que nosotros...

- No hay un nosotros - Corregí, provocando que su ceño se frunciera aun más - Como te acabo de decir, cuando me suba a ese coche estaré en mis asuntos y tu a los tuyos, ambos listos para seguir cada uno con su trabajo...

- Tu trabajo es peligroso, más que el mío, cómo sabré qué estarás bien - Dijo con preocupación.

- Nadie más que yo puede mantenerme a salvo - Suspiré - Mientras esté sola, estaré bien...

- ¿Tienes miedo de que me pase algo? - Preguntó de repente, haciendo que lo mirara con el corazón en un puño.

Por supuesto que sí.

- No, tengo miedo de que te puedan utilizar en mi contra y ponerme en riesgo por tu culpa - Dije lo más fría posible - Mi misión ha finalizado, The White Roses están completamente desmantelada y cada uno de ellos muertos. Gracias a tu amabilidad y a la de tu padre pude tener un respaldo y alguien que me cuidara mientras tenía amnesia, pero no os necesito para nada más. No tengo nada más que hacer aquí, así que os dejo continuar con vuestras vidas y yo continuaré con la mía, como he hecho hasta ahora - Sus ojos me miraron con frialdad, pero hice como si no me importara lo más mínimo.

- ¿Ese es el camino que elijes? ¿Antes tu trabajo que tu bienestar?

- Sí - Sentencié.

Kay asintió con mi respuesta, dándose media vuelta y volviendo a su edificio junto a su padre, quien intentó posar su mano en su hombro, pero le dio un ligero manotazo para apartarlo. Ambos desaparecieron de mi vista, haciendo que las lágrimas acumuladas recorrieran mis mejillas. Acababa de perderlo para siempre, pero no tenía otra alternativa, no trabajaba en mi mismo rango, no nos veríamos, podrían utilizarlo en mi contra y que a su familia le pasara algo...