Capítulo 22

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Aparqué el coche muy cerca de la localización que me había mandado, pero no bajé hasta verlo a lo lejos; iba con las manos en los bolsillos de su pantalón y caminaba de un lado a otro con nerviosismo. Revisé la hora en mi móvil, era la hora indicada, pero me crucé de brazos y recliné levemente el asiento, relajando mi cuerpo por unos segundos. Lo hice esperar diez minutos más, llegando a desesperarse y mirar el móvil cada tres segundos, hasta que se decidió a marcarme, mientras se pasaba su mano libre por su pelo rubio.

- ¿Sí? - Contesté al quinto tono.

- ¿Dónde estás?

- Hay mucha policía por la zona, se me está dificultando llegar... 

- ¿Quieres que pase a buscarte? - Sonreí ampliamente.

- No, estoy a unas calles - Colgué y esperé medio minuto más, antes de bajarme del coche y caminar con rapidez hasta él.

Al verme, noté un pequeño suspiro escapar de sus labios, pero no comentó nada. Me evaluó con la mirada y con el ceño levemente fruncido, pero enseguida me dedicó una pequeña sonrisa de alivio al verme intacta. Fruncí levemente el ceño al no diferenciar si era falsa o real, porque en caso de que estuviera alegre de verme, ¿porqué se alegró cuando me encarcelaron?

- ¿Cómo lograste escapar? - Preguntó rompiendo el silencio.

- Fue sencillo - Hice un ademan con la mano para quitarle importancia - Ahora estoy en busca y captura...

- ¿Por qué me pediste ayuda a mí? -Interrogó con el ceño fruncido - ¿Por qué no a tu padre o a tu nuevo novio? - Retrocedí un par de pasos y agaché la cabeza, provocando que se arrepintiera de lo que acababa de decirme.

- Mi padre está en el punto de mira y Kay solo me cuidaba por su trabajo, no tengo a nadie más - Lo miré entristecida, haciendo que su mirada se suavizara. Saqué mi móvil, viendo algunas fotos mías por la mayoría de redes sociales y periódicos en primera portada, haciendo que me lo quitara para ver los comunicados.

- ¿Qué quieres hacer? - Preguntó devolviéndome el móvil al cabo de unos segundos.

- ¿Me ayudaras? - Pregunté esperanzada.

- Sí, pero no quiero que hagas ninguna estupidez o ambos nos iremos a la mierda - Asentí, siguiéndolo hasta su coche; abrió el maletero.

Hizo un gesto con la cabeza para que entrara, con un pequeño suspiro me subí y entré. Cerró la puerta, quedando completamente a oscuras, encendí mi móvil y busqué el número de Harvey, le envié un mensaje, avisándole que me encontraba con Sander e intentaría sonsacarle todo lo que pudiera. Después de asegurarme de que no contestara al mensaje, borré todo y lo bloqué, quedándome de nuevo a oscuras, a la espera de que llegáramos a donde fuera que me estuviera llevando. Cuarto de hora después, el motor se detuvo, escuché como se bajaba del coche y abría el maletero para que saliese. Me ofreció la mano, pero salí por mi cuenta, mientras revisaba mis alrededores en busca de una salida en caso de necesitarla, pero estábamos en pleno centro, concretamente en un hotel lujoso.

Me aseguré de llevar bien las gafas de sol y lo seguí hasta el interior. Habló con recepción durante un instante y subimos al ascensor hasta el sexto piso, lo seguí hasta una de las tres puertas que había, para posteriormente entrar a la habitación. Ambos dejamos escapar un pequeño suspiro, quedándonos en medio del salón a oscuras en completo silencio, sin saber qué decir o de qué hablar.

- ¿Sigues sin acordarte de nada? - Negué con la cabeza quitándome las gafas de sol y dejándolas sobre uno de los muebles - ¿Qué te hace pensar que puedes confiar en mí?

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