Capítulo 10

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Ble

- Túmbate - Susurró en mi oído - Relájate...

- No va a funcionar, Mark - Posó una mano sobre mis ojos, obligándome a cerrarlos.

- Sé lo que me hago - Dijo muy seguro de sus palabras antes de posicionar dos dedos a cada lado de mi sien, masajeando esa zona con suavidad - Piensa en esa persona que te vendrá a buscar y estoy seguro de que recordarás algo - Lo miré de reojo antes de hacer lo que me pedía por sexta vez.

Sólo podía pensar en su voz, en sus reconfortables palabras que me tranquilizaban en los momentos más confusos y recuerdos más difusos. Una sonrisa se vino a mi mente, seguido de una carcajada que me hizo sonreír inconscientemente, seguido de una lágrima que fui incapaz de aguantar.

"¡Me mentiste!"
"¡Me manipulaste!"
"¡Me traicionaste!"

Abrí los ojos de golpe con un nudo en la garganta y una presión en el pecho que me producía una agonía incontrolable. El mismo sentimiento que experimenté cuando hablé con aquel chico a través de la radio de Kay, el mismo cuando recordaba aquellos ojos verdes. Mark me miró con algo de curiosidad, esperando a que hablara, pero el sonido de un helicóptero me puso en alerta.

- Дерьмо - "Mierda" Farfulló mirando por la ventana antes de mirarme con preocupación.

- Han empezado a investigar a todos los conocidos de Kay - Me incorporé del sofá con el ceño levemente fruncido.

- O sea, que ya saben hasta cuando voy a mear... - Una pequeña risa de nerviosismo se escapó por sus labios.

- Sacaré la moto de Kay de tu garaje sin que me vean y me iré, sólo tienes que contestar a sus preguntas normalmente - Abrió la boca para replicar, pero dos furgonetas negras aparcaron frente a su casa - No mientas, tan solo oculta información innecesaria, como que me conoces... - Me dirigí a la puerta que daba al garaje con rapidez.

- Ble - Me detuve en el umbral de la puerta - Ten - Me dio su móvil - Tenemos que comunicarnos contigo de alguna forma, la contraseña es "Пицца" - "Pizza" Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro hasta que llamaron a la puerta. Me hizo un gesto para que me fuera según se dirigía a abrir.

Tomé uno de los cascos y me lo puse según me subía. Las llaves estaban puestas, pero no arranqué, giré la moto retrocediendo con los pies y me asomé poco a poco, viendo a muchas personas uniformadas con la palabra "CIA" grabada en los chalecos antibalas o en las chaquetas. La mayoría de ellos mantenían el rostro cubierto por unos pasamontañas o con gafas de protección; pero completamente vestidos de negro. Miré la carretera antes de tomar una bocanada de aire y esperar a que todos ingresaran en la casa, momentos después, bajé la cuesta y al estar en mitad de la carretera arranqué.

Intenté pensar en algún lugar donde esconderme, pero no tenía ninguna opción, salvo volver a aquel parque deteriorado al que me llevó Kay hace unas horas. Rememoré por dónde habíamos ido a casa de Mark, pero al girar en una esquina frené en seco. Furgonetas, agentes armados, motos, coches... me cortaban el paso. Giré con rapidez tomando la dirección contraria, haciendo que algunas motos me persiguieran, pero una de ellas fue capaz de ponerse a mi lado, era una moto deportiva negra.

La conozco.

- Para  - Ordenó en un grito.

Sentí sus ojos sobre mi, haciendo que frenara de golpe y él se alejara unos metros, aprovechando esa ventaja para ir por unos callejones y salir por otra calle distinta. Mi corazón estaba acelerado, pero a la vez estaba tranquila, sabía qué hacer en cada momento, sin si quiera poder razonarlo bien. Escuché su moto tras de mí y aunque le daba esquinazo, enseguida me alcanzaba y me ordenaba parar. En uno de los esquinazos me lo encontré de frente, haciendo que frenara en seco, haciendo que el cañón de su arma quedara a centímetros de mí.

Tu nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora