Capítulo 20

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CUATRO MESES DESPUÉS.
DICIEMBRE.

Anne

Queda una semana para la batalla. Las chicas y yo estamos al máximo con los ensayos, una y otra vez, acompañadas de Gillian que era nuestra animadora. Ensayabamos todo nuestro repertorio y yo escribí otra canción.

En estos cuatro meses, había salido varias veces con Gilbert. En grupo. Con Gillian y algunas veces me acompañaba Josie y veíamos una película, jugábamos en cualquier juego de un parque o hacíamos estupideces.

Y yo... Yo empecé a tener sentimientos más fuertes por el chico de cabello negro.

Además, de por fin, entender que yo no me merecía seguir sintiendo amor o cariño por una persona que jamás me amó. Jamás había ido en serio conmigo y que simplemente se fue y me engañó. No me merecía haberme pasado cuatro meses durmiendo en el auto por el dolor que sentía al entrar al departamento. No me merecía estar cada noche viendo nuestras fotos juntos.

No.

Entonces lo solté.

Solté a Roy Gardner, para no volver a tomarlo nunca más.

Por fin mi corazón era libre de los lazos que seguían uniendome a él.

Cuando entendí aquello, escribí la canción. A las chicas les había encantado.

—Es la primera vez en siete meses que escribes una canción alegre con ritmo alegre y letra alegre —dijo Josie, encantada—. ¡Esa es mi chica!

Lo que sabía, era que me sentía bien. Me sentía bien con Gilbert.

Mi corazón estaba listo para querer a alguien más. Y, a pesar de ello, tenía un poco de miedo. Solo esperaba que Gilbert sintiera lo mismo que siento yo.

—¡DIANA! ¡NO TRASLADES TÚ LAS PARTES DE LA BATERÍA QUE TE PUEDES LASTIMAR!

Miré en dirección a Daniel, que estaba gritándole a Diana para que ella no cargara la batería y como esta lo ignoraba.

Convencí a las chicas de que tocáramos en la recepción de la boda de Mary. Mientras ellos estaban en la iglesia, las chicas y yo arreglabamos todo.

Jane y Josie estaban sentadas en el borde del pequeño escenario, afinando sus bajos. Ruby ya tenía listas nuestras guitarras y probaba los micrófonos, para que todos funcionaran bien. Diana, como ya dije, estaba trasladando su batería porque dijo que en el lugar en el que estaba no llegaba bien la luz y eso hacía que su vestido beige no se iluminara como debía.

Y yo miraba los covers que haríamos. Eran todas canciones románticas. La gran mayoría las había elegido Ruby, nuestra romántica empedernida y la verdad era que las letras estaban bastantes buenas.

Claro, ¿cómo íbamos a cantar nuestras canciones en una boda? Todas hablaban de rupturas, dolores, chicas empoderadas o recriminación a un chico por ser un hijo de puta. Es ooobvio que tendremos que cantar otras.

Cuando estuvimos listas y en nuestros lugares, los invitados y los novios llegaron a la sede y fue nuestro turno. Le guiñé un ojo a Mary, que tenía rastro de lágrimas en sus ojos. Iba con un traje blanco tan hermoso que parecía una princesa de cuentos de hadas embarazada. Porque sí, finalmente habíamos descubierto —hace meses, claro—, que venía una bebé en camino.

Miré a Gilbert y le sonreí, antes de comenzar a cantar.

***

Gilbert

Había sido una ceremonia hermosa y la recepción estaba siendo genial. Podía ver a muchas personas, amigos de Mary o de Bash, y a Gillian sacando y sacando fotos a Sweet Hell, el grupo de Anne.

La miré. Se veía hermosa. Tenía un vestido verde que le llegaba hasta más arriba de la rodilla y subía por su torso hasta unirse en el cuello, haciendo un collar de tela mientras tenía un escote pequeño. Su cabello estaba tomado en una cola alta, lisa, cayendo largo.

Cantaba hermoso. Gillian tenía razón. Siempre la tuvo, realmente. Canta como los ángeles. Es solo que antes no me importaba.

Ahora sí que me importa.

—Bueno, antes de continuar —comenzó Anne, llamado la atención de todos—. Quería desearles mucha felicidad a Mary y a Sebastian. No tengo dudas de que se aman, de que se amarán por el resto de sus vidas. Son, en definitiva, un romance ideal. Por esa razón, Sebastian —ella le guiñó un ojo a mi padrino, que abrazó a una Mary confundida—, me pidió que cantara esta canción, que le dedicó a Mary hace mucho tiempo. Espero que la disfruten.

Sonreí. Este Bash. Era una caja de sorpresas.

Anne dejó su guitarra en el suelo y se acercó a un teclado que ahí había, sentándose en una pequeña sillita. Y comenzó a cantar.

You think that you know my heart
And you probable do
That's why I'm always whit you. —Ella miró en mi dirección. Y sentí como todo dentro de mí me pedía que me acercara a ella—. I could stay whit you for hours, un an empty room. And never get bored, never have no thing to do.

Esperen un momento. Si Anne me está mirando mientras canta, eso significa que... ¿Me..? ¿Me está dedicando una canción?

Entreabrí mis labios, incrédulo. Ella dijo que jamás dedicaba canciones. Al ver mi rostro, sonrió.

You're a beautiful thing —dejé de respirar por un momento, mientras escuchaba su voz. Sentí que mi corazón latía acelerado—. You're beautiful thing together. Even when the weather is low. You're beautiful thing. We're a beautiful thing together. Even when the weather is low. We find the rainbow. Up in the sky. You'd say "Dont you cry, it's al gonna be al right".

Ella siguió cantando, pronto siendo acompañada por sus amigas.

Y yo quise que fuera mi novia real, no falsa. Y también quise ir, tomarla de la mano y llevármela al fin del mundo. Y me di cuenta de lo mucho que estaba enamorado de ella, desde hace más tiempo del que creí.

𝑽𝒆𝒓𝒂𝒏𝒐 (𝑨𝒏𝒏𝒆 𝒙 𝑮𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora