Capítulo 22

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Maratón 1/4

Anne

La primera ronda de la batalla de bandas había comenzado. Al menos diez bandas tocaron antes de que fuera nuestro turno. Estaba bastante nerviosa por todo. Digo, lo de Roy, ahora lo de Gilbert, lo de las canciones, ay, moriré.

Es que claro, ¿a quien se le ocurre declararse unos minutos antes de que sea el momento de presentarse con la que podría ser la mayor oportunidad de su vida? A mi, claro está.

-Que acarameladita te encontré con Gilbert, eh -se mofa Diana, alzando y bajando sus cejas de forma pícara.

¿Dato inútil? Ella nos encontró besándonos y soltó un gritito de fangirl que ni nuestras fans han proferido jamás.

-Por ello se toca la puerta antes de entrar a cualquier lugar -repliqué, moviendo las clavijas de la guitarra para que se afinara-. Además, te excediste un poco. Cuando tú te besabas con Jerry yo no andaba de loca gritando a tu alrededor.

-¿Qué puedo decir? Mi mejor amiga por fin tiene un novio decente.

-No es mi novio.

-Ajá.

-De verdad, no es mi novio. Pero, ¿qué importa eso? ¿Por qué se supone que deberíamos tener una etiqueta? Ambos somos conscientes de lo que sentimos y nos queremos. Ser novios no significa que nos vamos a querer más o menos.

-Bueno, tienes razón en eso -concedió la pelinegra-. Es como ustedes quieran. Con tal de que no sea igual de imbécil que Roy, todo está perfecto.

-Uy, sí -habló Josie, cargando su bajo como si fuera su tesoro más preciado-. Mira que perderse tremenda mujer que estás hecha es de idiotas, cielo.

-No creo que Gilbert sea así -murmuró Ruby, con su cuadernito de canciones, en tono tímido-. Creo que quiere mucho a Anne... La mira muy bonito.

-Nena -Jane se apoyó en la pared con gesto serio-. Cualquiera puede mirar bonito si quiere algo más que palabras dulces. En mi experiencia, es mucho mejor no dejarse llevar por esas miraditas. Sin embargo, debo admitir que ese chico que trae loca a Anne la quiere de verdad. Digo, encabezó una manifestación solo por ti, Anne. ¿Quién hace eso en estos tiempos?

-Exacto -asintió Diana-. Amor verdadero.

-¿Debo suponer que están hablando de Gilbert solo por el hecho de que están todas nerviosas y quieren ponerme nerviosa a mi para dejar de sentirse nerviosas y transmitirme todos sus nervios? -sugerí, rodando los ojos.

-Claro que sí.

-No estoy nerviosa -replicó Josie, ofendida-. Me sorprende que creas eso, Anne, que yo, Josie Pye, de las Pye con nervios de acero, esté nerviosa.

Mi mirada se conectó con la de Jane, que sonrió traviesa. Esa misma sonrisa que ponía cuando iba a discutirle algo a mi rubia amiga.

-¿No estás nerviosa? -inquirió la castaña, ladeando su cabeza.

Josie la miró directamente, frunciendo el ceño.

-Obvio no.

-Y... en el caso hipotético de que estuvieras nerviosa, ¿cómo es que te calmarías?

-En el caso hipotético de que yo esté nerviosa, probablemente abrazaría algo hasta que se me pase. No sé, eso hacía cuando tenía una presentación en la escuela. Abrazaba a Lala.

¿Otro dato inútil? Lala es el osito rosa de peluche que Josie tiene y no lo soltó hasta que cumplió quince años. ¿Un dato más? Le tiene un altar al lado de su cama a donde nadie se puede acercar.

𝑽𝒆𝒓𝒂𝒏𝒐 (𝑨𝒏𝒏𝒆 𝒙 𝑮𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora