Capítulo 2

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29 MAYO 2020

Anne

—Oh, triste vida ingrata. ¿Que pude ser en mi vida pasada para merecer deshonra? Tales fueron mis desdichas que vivo con el miedo de convertirme en un eufemismo, rodeada de falacias y crueldades. ¡No! No lloreís, mis amados. He de escudriñar la senda de la justicia, con mis deleznables anhelos, hundidos en la gracia perenne del nuevo mañana —dije cerrando mis ojos dramáticamente.

Y si, la borrachera me hacía sentir profunda.

Solté una carcajada. Ni siquiera se porqué, pero bueno.

Josie y Diana bailaban junto a sus respectivas parejas en la pista de baile, mientras yo tenía como única compañía a la cerveza.

La chica de mi lado me miró con una mueca de desagrado.

—¿Qué? ¿Tienes algo que decirme? Mira que tengo ganas de moler a golpes un rostro y el tuyo me serviría bastante —le digo entrecerrando los ojos.

Me mira un momento más para luego irse.

Sabia decisión.

Ni siquiera sabes golpear, ¿a quién le vas a moler la cara a golpes así?

Diosito, cambia mi conciencia por favor.

Tomo otro traguito—a quien engaño, un tragote para recordar lo jodidamente sola que estoy—. mientras siento como alguien aparece a mi lado.

Lo primero que veo es un rostro serio. Su cabello rubio reluce más que el mío y sus ojos me miran de arriba a abajo.

—Coleee —canturreo lanzandome a sus brazos.

Me sostiene.

—¿Dónde están esas irresponsables que te dejaron aquí sola con tanto alcohol?—pregunta mirándome.

—No seas aburrido —murmuro riendo.

—Esta no eres tú.

Concuerdo con el rubio.

—Esto es lo que me dejó tu amiguito —respondo riendo.

Pero que bonito es Cole. Su rostro perfecto, sus ojos mieles brillando y sus labios con un puente hermoso de corazón.

—Vamos, te llevaré a casa. No puedes dejar que vean así—dice dándome la mano.

Comienzo a caminar con él—a tropezones porque ni siquiera me puedo mantener de pie—. Y llegamos a los estacionamientos. Me sube al auto, poniéndome el cinturón.

Suelto una risita.

—Me siento como una niña —murmuro mirando por la ventana mientras él sube al auto.

—Pareciera que lo fueras —responde encendiendo el motor.

—Oye Cole, ¿Crees que soy linda?

—Eres hermosa.

—¿Crees que soy agradable?

—Bastante, cuando no andas de mal humor.

Otra risita.

—¿Entonces por qué Roy me dejó? —pregunto mirándolo con atención.

—No lo sé. Pero lo que sí se, es que no vale tanto la pena como para emborracharse —murmura y comienza a manejar.

Apoyo mi cabeza en la ventana del auto, soltando un suspiro.

—Se que soy insoportable —dije tocando el vidrio.

𝑽𝒆𝒓𝒂𝒏𝒐 (𝑨𝒏𝒏𝒆 𝒙 𝑮𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora