CON MIS HIJOS

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Sentado en el coche esperaba a Aria y Carlitos. Aún faltaban 5 minutos para que el timbre sonara y entonces el sueño me pudo.

"La vi de nuevo el siguiente sábado. Estirada en la orilla del lago tomando el sol. Parecía dormida y me acerqué silenciosamente. Al llegar a su altura oí su respiración, profunda pero a la vez cálida. Definitivamente, dormía. Yo me senté a su lado y la contemplé. Podría haberme quedado mirándola así, en silencio, el resto de mi vida."

Unos golpes en la ventanilla me despertaron. Eran Carlitos y Aria. Les abrí el coche.

-Perdonadme renacuajos. Papá está cansado. -sus risas eran como las de Eva. Contagiosas.

-No Aria. Yo en el medio, ¡¡por favor!! ¡Papá, dile algo! Ella fue la semana pasada.

-¡¡Ai!! Qué pesado Carlitos. Ya me aparto papá, no hace falta que me regañes.

Les sonreí con ternura, les di un fuerte achuchón como pude des del asiento del conductor, y arranqué el coche.

-¡Poneos los cinturones!

-¡Ya los tenemos puestos! -gritaron los dos a la vez.

-Papá, me parece que soñabas, porque tenías una cara de bobo sonriente.

-¿Bobo sonriente? Desde luego le has perdido todo el respeto a tu padre, Carlitos.

Reímos con ganas. Estar con ellos era como echarme un cubo de agua fría por encima, me despertaba y me ponía frenético.

-¿Papá?

-¿Qué, cariño?

Escuché a Aria suspirar. Parecía no atreverse a decir lo que quería decir.

-¿Podré llamar a mamá al trabajo cuando lleguemos a casa? ¿Me dejarás? Es que creo que está enfadada conmigo y yo no quiero que lo esté.

Me pareció extraño, Eva no solía enfadarse con ellos.

-De acuerdo, cariño. Pero no mucho, que está en el trabajo. ¿Sí?

-Sí, no te preocupes.

-Otra pegun, papá... Bueno, no quiero que te enfades, pero... ¿Va estar Anaju cenando con nosotros? - le vi morderse el labio. Y he de decir que la pregunta me la esperaba.

-No, tranquilos. Hoy no va estar porque está en casa de sus padres, pero no penséis que va a ser siempre así. ¿Entendido?

-¡¡¡Bien, toma!!! Tranquilo papá. Pero es que nos gusta estar solo contigo. - me temía que Anaju nunca les caería bien.

***

Definitivamente, era un día cualquiera. Cocinando para mis hijos, contándoles chistes hasta que ya no pueden más de la risa y me piden que pare, acordándome de ella. Sí, definitivamente era un día normal.

-Papá, llamo a mamá. ¿De acuerdo?

Me levanté del sofá y fui hacia el teléfono. Le marqué el número y se lo puse en la oreja.

-Jo, no lo coge.

-Pero espera Aria. Solo ha dado dos tonos. -la impaciencia de mi hija era la misma que la de su madre. De repente me puso el teléfono en mis manos y se fue corriendo.

-¡Ai, que me hago pipi! Si se pone dile que ahora vengo.

-¡Espera, Aria!

-¿Sí? Dígame. - era la voz de Eva. ¿Y ahora que hacía?

-Ejem, hola Eva.

Silencio, respiraciones, el aletear de un pájaro por la ventana, nervios en el aire...

-Hu... ¿Hugo? - el corazón me latía. Como siempre hacía cuando oía mi nombre salir de sus labios.

-Hola, Eva. Sí, soy yo. Es que... Es que... Aria... que quería hablar contigo.

Otro horrible silencio.

-Lo siento, pero ahora estoy trabajando. Y no puedo...

-Cree que estás enfadada con ella.

Un suspiro de alivio, quizás porque no se esperaba que ese fuera el motivo de la llamada.

-De acuerdo, pásamela.

Le pasé a Aria, que ya estaba a mi lado, esperando.

***

-Cariño, mamá no está enfadada contigo. Yo te quiero muchísimo. No pienses eso, por favor.

Oí su vocecita hablarme con delicadeza, y al final de la conversación colgué nerviosa.

La voz de Hugo era como un fuego dentro de mí que me consumía. Mi corazón también parecía que me iba a explotar, como en el primer beso.

***

-Y bueno chicos. ¿Están buenos los macarrones?

Carlitos me miró sonriendo y me contesto.

-Están geniales.

-Jajaja. De eso estoy seguro, pero no hables con la boca llena que te vas a atragantar.

-¡Oye! ¡Pero si el domingo es vuestro cumpleaños! ¿Estáis contentos?

Los dos empezaron a decir que sí a la vez.

-Y vamos a hacer una fiesta en casa, y van a venir nuestros amigos del cole.

-¿En serio? - me puse contento, sería su primera fiesta. Y a ellos se les veía felices.

-Que sepáis que ya tengo vuestro regalo. ¿Queréis pistas? -se lo pensaron e hicieron que no con la cabeza.

-Un regalo es una sorpresa, preferimos esperar. ¿Verdad, Aria?

-Sí. Papá, queremos que sea una sorpresa.

-Tenéis mucha razón. - les acaricié el pelo suavemente. La verdad es que era un padre orgulloso de sus hijos y estaba feliz. Pero supongo que algo me faltaba.

-Pues el domingo ya os llamaré para felicitaros y el lunes os daré el regalo. ¿Qué os parece?

Se miraron mutuamente. Aria habló.

-Pero nosotros queremos que vengas a la fiesta.

Aquello me sorprendió, y lo único que pensé es que Eva estaría allí. Y la vería.

-Me parece que a mamá no le gustará que vaya.

-Mamá no creo que vaya a estar, algunos domingos tiene que hacer horas extras. Y a la abuela Jojo le parece bien que vayas, porque dice que es bonito celebrar un cumpleaños con tus hijos. Como siempre nos ha tocado con mamá y no contigo... Va papá, ¡¡por fis!! Di que sí, ¡¡por favor!!

Los dos me miraron con carita de cordero degollado, y un "de acuerdo, iré " salió de mi boca. Supongo que si no estaba Eva, todo iría a bien.

***

Aquella noche volví a mirar un poco mi antiguo diario, el de hacía casi 10 años. No era el mismo, definitivamente ya no quedaba casi nada de aquel chico de 19 años que conoció a la mujer más increíble del mundo en un bosque, en medio de los árboles.

"Después de verla dormir en el lago he vuelto a casa, ni siquiera la he despertado. No me atrevía, supongo que hubiese pensado que soy verdaderamente un acosador y que la persigo."

"Sueño con ella cada noche, me levanto pensando en ella. Mientras voy a la universidad pienso en ella, cuando hablo con mis amigos pienso en ella... ¿Será esto amor? No, Hugo. Solo la has visto una sola vez. Imposible."

Cerré el diario. Sí, Hugo. Era amor. Y el verdadero.

Soñaba con ella a los 19, y ahora con 29 lo seguía haciendo.

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Primera vez que hablan y se respira tensión... ¿no?
Hugo ha aceptado ir al cumpleaños de los mellizos... ¿qué pasará? ¿Estará Eva allí o, como le han dicho los niños, estará trabajando y no irá?
Mil gracias siempre por vuestros comentarios♥️

UNA SEGUNDA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora