La organización del evento mantuvo a todos ocupados con distintas tareas hasta un día antes, Rubius y Willy se habían dedicado a juntar suficiente comida mientras que Luzu y Lolito prepararon el lugar donde sería el baile que estaba en boca de la mayoría de habitantes, por lo que ninguno tuvo tiempo de encontrarse con alguien que no fuera el compañero que les ayudaba.
Ese día tan pronto salió el sol se levantó de la cama, fue directo a su closet, arrastrando ligeramente los pies, y busco entre sus cajones los trajes que había conseguido para sus compañeros. Aún era temprano, pero prefería hacerlo en ese momento a tener que arriesgarse a que el tiempo se le viniera encima, además de que sentía la necesidad de preguntarles a todos si cumplieron con lo que se les había asignado. Debía hacerlo para calmar sus nervios.
Primero iría con Rubius, debido a que, aún estando Willy a su lado, desconfiaba de su responsabilidad, y esperaría a que estuviera juntos para así no tener que estar a solas, porque una cosa era que hubiera aceptado sus disculpas, dispuesto a dejar el tema por la paz, y otra muy distinta era que realmente no le guardará rencor. Guardo todo con cuidado en sus mochilas y emprendió su camino a la casa ajena, tomando la ruta más rápida por encima de las vías.
Llego minutos después, bajando con cuidado los grandes escalones y yendo directo a la entrada más oculta de la casa, tocando el timbre en repetidas ocasiones como solía hacerlo antes de que empezarán a salir. Le llegó un cálido golpe de nostalgia al escuchar los gritos del otro lado que le pedían que esperará un poco. Recordó el día en que anunciaron su relación a sus amigos, quienes se sorprendieron ya que los veían incompatibles hasta la médula, y luego como su romance se convirtió en el secreto a voces más jugoso para los pueblerinos. No le agradaba que todos opinarán con tanta libertad sobre ello, pero no se quejó al recibir las bendiciones que les deseaban prosperidad.
—¡Deja de tocar el timbre, joder! — Al fin se abrió la puerta de par en par y Rubius, tan poco arreglado como siempre, le miro con odio.
—Lo siento...— Se disculpó, cabizbajo, para extrañeza del más alto. Nunca se disculpaba por eso, al menos nunca lo hizo en el pasado, ¿algo le pasaba?
—¿Estas bien? — Deseó saber con preocupación, inclinando un poco su cabeza hacía un lado, sin apartarle la mirada.
—Si, sólo que esto... bueno, me trae muchos recuerdos — sonrió mientras sacaba el traje de su mochila. Rubius se recargo con aire despreocupado contra el marco de la puerta, cruzando los brazos y comprendiendo a que se refería el contrario—. Aquí tienes — Le entregó un traje negro de camisa blanca junto con una corbata sin patrones color café. Le agradeció en un murmullo y dejó el conjunto sobre su brazo con extremo cuidado aún cuando tenía un plástico protector encima.
—Sabes...— Comenzó a hablar con suavidad, dispuesto a comentar algo respecto a lo que parecía tener al mayor demasiado pensativo— aún recuerdo cuando llegaste aquí con esos pantalones amarillos — comentó con una sonrisa divertida que se convirtió en una carcajada limpia al ver el bochorno reflejado en el rostro de su ex pareja.
—Para ya, chaval — Se quejó con un ligero rubor cubriendo sus mejillas, dispuesto a volver por donde había llegado si Rubius seguía mencionando ese tipo de cosas.
—Lo siento... ah, que me ha dolido el vientre y todo — Frotó sus ojos con la palma de su mano libre, liberando suspiros cansados mientras trataba de contener las risitas que amenazaban con escaparse cada dos por tres.
—¿Esta Willy contigo? — preguntó por mera curiosidad, comenzando a sacar otro traje de su mochila en cuanto lo vio asentir— Toma, este es para él — Se lo entrego, era igual al anterior con la única diferencia de que este poseía una corbata verde con unos no muy marcados rombos—. Supongo que habrán terminado lo que les tocaba — supuso, ganándose otra respuesta afirmativa que disminuyó sus nervios considerablemente, y en el momento en que el silencio hizo acto de presencia, agregó—. Vale, debo de visitar a todos así que nos vemos allá...— Se dio media vuelta, bajando los escalones con rapidez antes de ser detenido.
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𝑺𝒐𝒖𝒍𝒎𝒂𝒕𝒆𝒔 [Re-escribiendo]
FanfictionAl darse cuenta de que compartían la misma marca sobre sus cuerpos, los fuertes cimientos que habían creado con el tiempo se vinieron abajo junto al futuro que tenían planeado, forzádolos a empezar de cero mientras tomaban la mano de un compañero qu...
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