𝑺𝒐𝒖𝒍𝒎𝒂𝒕𝒆𝒔 [Re-escribiendo]

19

La puerta fue abierta en el piso de abajo, alertando a Luzu de que el menor ya había regresado, así que se dispuso a bajar junto con Manolo para recibirlo con una gran sonrisa, haciendo evidente la enorme alegría que sentía en el pecho al verlo volver.

Bajo con su mascota en brazos, encontrándose de inmediato con Lolito, quien le transmitía cierta tensión que no lograba comprender, llenando el aire de una densidad que resultó sofocante para ambos, sólo para ellos. Le miro con inquisitividad, preguntándole en silencio que era lo que lo traía de ese modo y que tenía que hacer para que dejara de poner esa expresión solitaria, adolorida.

—¡Luzu! — Escucho un grito bastante familiar que le otorgó su respuesta y antes de poder decir nada, fue rodeado por los brazos de su ex pareja.

En ese momento lo entendió, buscando con movimientos sutiles soltarse del agarre de Auron, todo bajo la fría e intensa mirada del más alto, quien pasó por su lado con aire despreocupado, dejándolo en una posición bastante complicada.

—Discutio con Vegetta — Le escucho decir a su espalda mientras buscaba algo entre los cajones, aunque la verdad es que sólo buscaba mantener sus manos ocupadas.

—Ni lo menciones — mencionó el pelinegro contra su pecho y, acto seguido, se separó un poco para mirarlo a los ojos—. Te extrañe — confesó con suavidad y de cierta forma, Luzu no sentía que fuera correcto responder, así que sólo le dedico una suave sonrisa que se encargo de decirlo todo—. Y dime, ¿que haces aquí?

Aquella pregunta provoco que una amarga risa se escuchará detrás de ellos y Luzu le brindo una mirada furtiva a Lolito antes de girarse nuevamente al contrario, con una sonrisa ahora nerviosa.

—Es algo... difícil de explicar — Rasco su nuca, tratando de frenar aquel tema antes de que surgiera en la conversación. Le parecía muy pronto para confesar algo de tal magnitud.

—Pues explica anda, escucharé lo que sea que me haga dejar de pensar en el amargado ese — Auron insistió, sin haber entendido que trataba de evitar hablar de ello.

—Pues...— murmuró, girándose nuevamente hacía Lolito para pedirle ayuda con la mirada, una ayuda que seguro no quería brindarle en ese momento, pero que no se reservo, suspirando antes de llamar la atención de Auron.

—Hey, ¿que coño es lo que se traen Vegetta y tu? — pregunto de golpe, siendo eso lo único que se le ocurrió y que le generaba verdadera curiosidad.

—No se de que me hablas — desvío el tema con rapidez, volviendo a abrazar al azabache y ganándose un gruñido que prefirió ignorar.

—Te quedarás calvo por tantas mentiras — le advirtió y cuando no obtuvo respuesta, continuó—. Ya dime, ¿por qué estaban peleando?

—Me dijeron... algunas cosas — admitió después de unos largos segundos, tratando de no revivir las palabras que había escuchado hace un momento.

—Oh, Auroncito — exclamó el castaño, sobando su espalda con movimientos circulares y, al ver la triste mueca en los labios del contrario, se atrevió a preguntar—, ¿Vegetta te dijo algo malo?

—No, no fue el —farfulló —, fue la rata de Willy — Lolito se carcajeo sin reservas al escuchar aquel nombre.

—¿Y por que le crees? Sabes que es un mentiroso — Deseo saber entre risas, curioso por lo que había llevado a Auron a creerle a alguien como Willy.

—Si, después me encargo de él — dijo con una sonrisa maliciosa que dejaba en claro que ya tenía un plan entre manos y prosiguió—. Aún así, lo que dijo fue verdad — finalizó, cambiando la sonrisa por una mueca.

"De verdad crees, que entre Rubius y tu, ¿él te eligió a ti?"

—¿Qué dijo? — preguntó Luzu, tratando de entender que era lo que estaba molestando tanto al menor.

—¡Pues lo obvio!, que Vegetta no me eligió a mi, que él seguiría con Rubius si dependiera de el... joder, nisiquiera fui una opción — dijo lo último con un hilo de voz que amenazaba con romperse en cualquier instante.

Lolito lo miro en silencio. Él entendía aquel sentimiento, lo difícil que era soportar el hecho de que, aún siendo su alma gemela, no fuiste nisiquiera una pequeña duda o un titubeo, que tu imagen no apareció en su cabeza como un fugaz pensamiento o que tu voz no resonó en su cabeza antes de decidir dejarte atrás.

"¡Sólo eres la orden que el destino me impuso!"

—Creo que a veces eres demasiado gilipollas — Ambos hombres le miraron y el se mantuvo en silencio, buscando en su interior un consejo que le sirviera a los dos—. ¿Qué importa sino te eligió antes, eh? — Se acercó a Auron con firmeza, aprovechando aquello para separarlo de Luzu, y lo tomó por los hombros con fuerza—. Ya estas con él y, por la forma en la que lo vi correr hoy, estoy seguro de que ahora eres la única opción en su mente.

Luzu observaba desde unos pasos atrás, sintiéndose algo dolido al escuchar las palabras que Lolito mencionaba con tanta seguridad, como si buscara creerse.

—¡Se fue después de estar juntos! — Alzó la voz, sorprendiendo al par, y al ver que ninguno entendía, rodó los ojos sin disimulo y agregó— Se fue por la mañana y sólo me dejó una jodida nota. ¿Para qué? Pues para verse con el, ¡claro! — exclamó, dejándolos sorprendidos y sin palabras, y es que de quien menos esperaban algo así, era de Vegetta— Esto no va a funcionar, no si el no logra dejar completamente a Rubius — se apartó del agarre del más alto y dio varios pasos hacía atrás, cabizbajo—. Puedo ser su primera opción, incluso puedo ser su todo, pero no si el no me deja serlo, no mientras aún exista esa barrera que se lo impide.

—Auron, lo siento...— Notó como su ex pareja trataba de alcanzarlo con las manos, así que rápidamente volvió a alejarse, negando con la cabeza, pues ahora mismo sentía que cualquier contacto lo llevaría al borde de las lágrimas.

—Ya, da igual — Alzó los hombros para restarle importancia—. Mañana me ire temprano — les aviso en un intento por bajar la incomodidad que ahora les acompañaba—, sólo vine aquí para que no se le ocurriera ir a mi casa, porque estoy seguro de que no habría resistido la tentación de abrirle — admitió, tratando de no esbozar una sonrisa al pensar lo fácil que habría caído si lo hubiera visto afuera, esperando con ansias que le abriera para darle una explicación.

—¿Qué harás entonces? — preguntó Lolito mientras se cruzaba de brazos, esperando una respuesta que tardo más de lo que esperaba en llegar.

—Terminar con todo este estúpido espectáculo.

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