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Dedicado a: stargalaxia_XL, Tofusitabv, La-Jaaavi, 84-b27, _Jack_Elyn_, lupita_467, Kxttxn_7 , KRCosme, Kuoreman e Invalidou (no me dejó etiquetarte perdón:c)
Muchas gracias por leer❤❤

Sus labios cayeron en una mueca de dolor cuando una punzante molestia se situó en su espalda baja y no pudo evitar liberar algunos quejidos desde el fondo de su garganta mientras se removía sobre los cojines.

— Hostia puta...— se levantó como pudo, acomodando su espalda contra el suave respaldo y cuando sintió como algo caía sobre sus muslos, bajo sus cansados ojos hasta esa dirección.

Era su sudadera favorita, la cual seguía teniendo el pequeño hueco provocado por alguno de los mobs, y cuando la tomó entre sus dedos, la sangre se le subió con rapidez a las mejillas, pintandolas de un fuerte carmín y haciendo que sintiera un calor bastante abrumador. Tal vez era porque recién había despertado pero no fue hasta que vio su cuerpo lleno de marcas que recordó todo lo que había hecho con...

— ¿Vegetta? — murmuró con voz inquisitiva al no ver al contrario por ningún lado. No parecía ser el tipo de persona que se va después del sexo así que le fue difícil asimilar que no estaba por ningún lado y que en su lugar había sólo una nota con la letra más hermosa que hubiera visto.

"Perdón por dejarte solo nene pero necesito hacer algo. Volvere mas tarde para que podamos hablar sobre lo que paso"

Se sintió aliviado al leer lo que estaba escrito y el carmín en sus mejillas le cubrio todo el rostro, dejándolo como un tomate, al leer el apelativo que Vegetta había usado con el y no pudo evitar que su mente comenzará a navegar en un mar de preguntas.

"¿Debería buscar una manera de llamarle?" se pregunto mientras se levantaba del sofá y, soportando el ligero dolor en su espalda, se dirigió hasta el baño para darse una larga ducha ya que, según lo que había leído, Vegetta volvería hasta más tarde y el no tenía ni planes ni ganas de salir "¿Cómo debería ser?" metió sus manos al agua para tantear la temperatura y cuando el pequeño cuarto se llenó de vapor, interrumpió el recorrido del agua para situarse debajo suya, disfrutando de la calidez que le brindaban las pequeñas gotas que recorrían su cuerpo con desdén "Tal vez... ¿Veg? ¿Triple siete? ¿Vege?" bufó con frustración al notar su falta de imaginación y entre más pensaba en una forma de llamarlo, más se daba cuenta que no tenía muchas opciones que no hubieran usado con el antes.

Rubius tenía tantos apodos para el que cualquiera que se le ocurriera ya lo había escuchado salir de aquella animada voz, haciéndole imposible no sentirse molesto y esa molestia aumentó cuando se dio cuenta que se estaba enojado por una tontería "Parezco una jodida adolescente" resopló, tomando el delgado bote rojo frente a el, vertiendo un poco de enjuague en su mano para luego llevarla hasta su húmedo cabello.

Después de unos minutos de estar hablando entre dientes mientras era cubierto por el chorro de agua, salió con una toalla rodeando su cintura para buscar algo de ropa limpia entre los cajones de su habitación y como no tenía planes de salir, sólo se colocó un boxer de color negro junto con una sudadera blanca que le quedaba por debajo de la ingle. Se miro en el espejo que había puesto recién en su cuarto y sonrió ampliamente.

— Woah, pero que cuerpo, ni David Bisbal tiene un cuerpo tan sexy — exclamó con egocentrismo mientras se daba media vuelta, sin apartar su vista del espejo e iba a seguir con sus halagos hasta que vio una marca en la parte interna de su muslo. Carraspeo y corrió hasta su cama para saltar como un gato sobre ella, gimiendo dichoso al sentir la suavidad de las mantas contra su piel — joder, esto no se compara con la mierda del sofá — mencionó, estirando su extremidades hasta que las escucho crujir y cerró sus ojos mientras apresaba una de sus almohadas con brazos y piernas.

Otra vez iba a quedarse dormido y en todo el tiempo que estuvo despierto no encontró alguna forma de decirle, algún apodo cariñoso que pudiera ser especial entre ellos y aunque no quisiera admitirlo eso lo desánimo, pese a ser una persona conocida por ser poco melosa, ahora quería hacerle saber a su... ¿pareja?

— Ay no me jodas — se golpeo la frente. Lo había olvidado.

Ellos aún no eran nada, no tenía porque estar gastando su tiempo pensando en alguna forma de llamarle cuando todo podía ser cosa de una vez. Sus ojos se abrieron de nuevo, centrándose en la nada con el ceño fruncido mientras pensaba en aquella posibilidad y de pronto se sintió aterrado, joder que si estaba aterrado. Era obvio que podía parecer el tipo de persona que haría algo así pero no porque en el fondo, muy en el fondo, era todo un romántico al que le agradaba quedarse en la cama junto a su pareja despues del sexo para recibir mimos hasta que le ganará el sueño "pero... ¿y Vegetta?"

— Mierda — se levantó de nuevo, abriendo otra vez sus cajones para tomar un pantalón y cuando se lo puso con movimientos un tanto torpes, se dispuso a salir de casa, recordando que el se había ido, dejando sólo una nota.

No podía esperar hasta la tarde, tenían que hablar de una vez.

Y no necesitaba saber donde estaba Vegetta ni viceversa ya que sentía una fuerza magnética arrastrarlo hasta el, donde sea que estuviese, sus almas siempre buscarían la manera de encontrarse en esta y en todas las vidas, así que no se sorprendió ni un poco cuando su cuerpo empezó a moverse con pasos firmes hacía la casa del mayor, como si en el fondo estuviera cien por ciento seguro de que estaba ahí.

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𝑺𝒐𝒖𝒍𝒎𝒂𝒕𝒆𝒔 [Re-escribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora