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Capítulo 3: VIP

Hoy me e puesto la alarma dos horas antes, para poder ir a la oficina con tiempo de terminar el trabajo para las 11:40am. Y al acordarme de eso, me acuerdo de plantar a el gran jefe en la puerta de la que supongo que es su casa... Mierda. Tal vez hoy esté despedida y no tenga que entregar el trabajo. O tal vez me trate como una mierda el resto de mi contrato, lo que serian los próximos cinco años.

- Haya voy... - Susurro al entrar por la puerta de las oficinas.

Ya son las 11:30am y ya tengo el trabajo terminado, si se lo entrego antes se quedara mas impresionado. Cojo el porta folios y me dirijo a su despacho. Al final del pasillo. Llamo a la puerta, y no tarda mucho en decirme que puedo pasar.

- Buenos días señor Steel ¿Le dejo mi trabajo en la mesa?- Pregunto deteniéndome en el umbral de la puerta.

- Si, cierre al salir por favor. - Se limita a responder sin apartar la vista ni un segundo de su portátil.

- ¿No quiere que lo revisemos juntos?

- No. Trabajo mejor solo – Levanta la vista por primera vez, y la fija en mis ojos- Cierre al salir señorita Scott.

- Descuide – Digo obviamente disgustada y saliendo pegando un portazo, cerrada, como el quería.

Ni si quiera se ha fijado en mi conjunto nuevo, no esperaba que lo hiciera, pero si que al menos lo mirara ya que todos lo han echo.

- Trabajo mejor solo... - Repito imitando su voz mientras entro a la sala de descanso.

- ¿Cómo dices? - Pregunta un ejecutivo.

- Eh... Nada estaba hablando sola – Avergonzada bajo la mirada y me recojo un mechón de pelo detrás de la oreja.

- ¿Un café? - Pregunta de lo mas amable.

- Por favor – Suspiro, aunque no me gusta el café.

La verdad que es muy atractivo, ojos café, piel tostada, pelo negro y rizado... Un autentico bombón. No me doy cuenta de que me e quedado empanada mirándole, hasta que pasa su mano por mi zona de visión para que le preste atención.

- Perdón ¿Qué decías?.

- Preguntaba que si eras nueva.

- Ah, no, llevo aquí tres años... - Ahora que lo dice no le e visto nunca por aquí - ¿Y tu?

- Si. Yo pertenezco al elenco de trabajadores que ha venido con el señor Steel. - Mierda.

- ¿Y cual es tu puesto si se puede saber?- Pregunto mientras le doy un sorbo al café que me a preparado.

- Economía. Ya sabes, papeleos aburridos – Tiene una risa melódica, hace que quiera escucharla por mas tiempo. - ¿Y tu? Deja que lo adivine... Diseño.

- Casi. Marketing – Una sonrisa aparece en su simétrica cara, una sonrisa que no logro descifrar.- Bueno tengo que volver al trabajo, gracias por el café.

- Ya nos veremos por aquí entonces. - Responde mientras se lame el labio inferior.

- Supongo que si – Nerviosa me recojo un mechón de pelo tras la oreja, y sonrojada salgo de la sala de descanso.

Una vez en mi mesa, decido no despegarme de ella hasta que tenga el trabajo de todo el fin de semana hecho, para poder estar relajada. Ya son las ocho, y ya casi e terminado. Normalmente no me importa trabajar en fin de semana, por que me mantiene ocupada. Pero este fin de semana, le prometí a mi mejor amiga que seria toda suya. Y y lo prometido es deuda. Después de veinte minutos esta todo listo y entregado. Ya puede empezar mi fin de semana. Un mensaje aparece en la pantalla de mi móvil. Pach Hardy ¿Quien coño es Pach Hardy?