𝐴𝑍𝑈𝐿 𝑂𝑅𝐺𝐴𝑆𝑀𝑂

Capítulo 6: Súplica y obediencia

- ¿Dria me estas escuchando? - Me saca del trance Axel.

- No, perdona ¿Qué decías?- Me excuso.

- ¿Qué te apetece cenar?.

- Mm... pues la verdad que no lo se, creo que el risotto de setas.

- Tiene buena pinta, yo pediré otro también.

Me quema la mirada de Max. No me hace falta mirarle, para saber que el si me esta mirando y no con buenos ojos. El me echa de su casa, yo me presento con otro, y esto es solo el principio. Pobre Pach, creo que también le gusto, pero bueno, el solo es un daño colateral. 

- Bueno ¿Cuándo me vas a explicar este cambio radical de no querer salir de la cama, a proponerme ir a cenar? - Me pregunta Axel.

-Bueno, ¿Es que acaso no te da morbo esto? - Coloco mi pie en su entrepierna. Automáticamente el cierra los ojos y se muerde le labio inferior. Le gusta. 

- Te echaba de menos Dria.

- Lo se mi rey, lo se. - Aplico un poco mas de presión sobre su paquete.

- ¿Qué tienes pensado para esta noche?.

- La pregunta es ¿Qué no tengo pensado para esta noche?- Le guiño un ojo, y el esboza una sonrisa de aprobación y lujuria.

Después de una hora, ya vamos a pedir la cuenta. Pero antes necesito ir al lavabo. No he mirado a Max en toda la cena. La verdad que conversar con Axel es muy placentero, y por un segundo casi me olvido de Max, hasta que al salir del lavabo un camarero me entrega un papel, y me dice que lo lea aquí. Se va y me quedo muy confundida, en el pasillo entre el restaurante y los baños me dispongo a leer la nota . Es una nota de Max. 

"Ya veo que estas muy bien acompañada pero ¿Te apetecería venir esta noche a mi casa?. Max"

No me lo puedo creer, esta celoso. Pues lo siento Max, pero hoy tengo planes. Me acerco a la cocina y le pido un bolígrafo al mismo camarero. Escribo por el reverso de la nota lo siguiente:

" Creo que es mas que evidente que tengo planes para esta noche. Por cierto, la próxima vez que vayas a echarme, dímelo y me llevo el coche. A nadie le gusta el paseo de la vergüenza. Dria."

Se la entrego al camarero que me la entregó antes y le digo que se la de con una gran sonrisa. Pobre hombre cuando el sonría y Max rabie. Vuelvo a mi mesa y Axel apoya su mano en la parte baja de mi espalda para guiarme a la puerta, un gesto de lo mas dulce y posesivo a la vez. No puedo evitar dirigir le una mirada a Max antes de salir, por su expresión ya le han dado la carta. Muy segura de mi misma le guiño un ojo y salgo con Axel del restaurante. 

Un par de horas mas tarde estoy en mi cuarto leyendo un libro cuando se oyen unos golpes en la puerta. Asustada cojo un paraguas. Lo primero que e pillado. Y me acerco a la puerta. 

- ¿Quién es? - Pregunto a través de la  puerta.

- El lobo. - Max.

Automáticamente abro la puerta y el sin invitación pasa. Empieza  a analizar el salón. Y luego posa su fría mirada en mi.

- ¿Qué has intentado hacer antes? - Me sorprende preguntándome eso.

- ¿A que te refieres?¿Como tienes mi dirección?.

- Ese numerito del restaurante.- Concreta. Aun que yo ya sabía a que se refería.

- Ni si quiera sabia que estabas allí. - Parece que esa excusa le convence, aun que sea mentira. Obvio que sabia que iba a estar allí.

- ¿Quién es ese tipo? - Pregunta enfadado y con la vista nublada.

- Un amigo. Pero vamos, que no te debería de importar que amigos tienen las personas que echas de tu casa después de follártelas. - Aprieta los puños y cierra los ojos.