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Capítulo 27: Querida Dria

Versión de Dria:

Ha pasado una semana desde mi encuentro con Max. Aun sigo sin creerme la mala suerte que tengo. ¿No hay mas chicos de los que hacer mis amigos?¿Enserio tubo que ser su hermano?. Hace un par de días, quedé con Paul. Se merecía una respuesta. Gracias a dios, el ha omitido el grabe hecho de que soy el "primer amor" de su hermano mayor, al que odia. La verdad es que no se porque se odian. Llevo toda la semana recibiendo mensajes de Siara, pero no quiero abrirlos. También ha intentado llamarme una cuantas veces, pero es que de verdad que no quiero saber nada de Max, ahora mismo. Fue un caballero al traerme a casa, pero eso no quita que es un capullo. ¿Cómo puedo estar segura de sus sentimientos, si el no para de mentirme?. No quiero tirarme a una piscina vacía. Estamos a dos semanas de Junio, que es cuando acaba la temporada. Más concretamente, el cuatro de junio. Lo que me recuerda que el seis de Junio, es el cumpleaños de Max. 

- Mierda... – Susurro para mis adentros.

¿Será por eso que Siara quiere hablar conmigo con tanto ímpetu?¿Debería llamarla?. Se que Siara no tiene malas intenciones, pero tiene que entender que por mucho que ella desee, que yo esté con su hermano, las cosas no son color de rosa. Necesito pensar, aclararme, necesito ver si confío en el, a pesar de todo. Porque una relación sin confianza, no es nada. Hace semanas que no veo a Elena y Leo. Con esto del final de temporada, no he tenido tiempo de ir al hotel, o de quedar con Leo. Salgo tan tarde de trabajar, que  me voy directamente a dormir. 

Con Elena he intentado hablar, pero su marido se lo ha prohibido. Con lo que es ella de intensa, no se como le permite ese tipo de comportamientos, hacia su persona. Muy brava con todos, pero bien estúpida en casa. La quiero como a mi propia vida, pero no puedo seguir viendo como se humilla y hunde, ella solita. Porque luego la que le cura las heridas, tanto físicas como mentales soy yo, y ya empiezo ha estar cansada. Un día de estos pasará algo más grave y será demasiado tarde. 

El tiempo pasa tan rápido, que apenas soy consciente. Estamos a una semana y media, del final de temporada. La verdad es que debería pasarme por el hotel, aunque sea para ver a Elena. He ido firmando los papeles que tenia que firmar, así que el único problema que tengo allí: Es que no se nada de mi directora. Si no conociera su situación en casa, me daría igual. Pero el caso es que me da miedo,  que pueda estar muerta y yo sin saberlo. Llamo a su despacho, pero nadie lo coge. Lo que me pone los pelos de punta y me tortura la mente. Tiene que estar bien. Llamo a la recepción del hotel para preguntar y me dicen que esta en su despacho, lo que me extraña, ya que no me ha contestado la llamada. Ante todo soy su jefa, ¿Por qué demonios no me contesta?. No es una buena semana para que se ponga de morros y no me responda. 

- ¿Puede usted pasarme con la directora por favor? – Pregunto a la recepcionista a través del teléfono – Pero no le diga quien soy.

- De acuerdo Señorita Scott.

Como no me coja el maldito teléfono, juro por lo que mas quiero que me presento allí y le abro la cabeza contra el escritorio. ¡No puede tenerme así de desesperada por todos los teléfonos de mi hotel!. 

- Hola buenas tardes ¿Quería usted hablar con la directora del hotel? – Pregunta Elena de forma cordial y educada.

- Pues la verdad que si – Contesto de mala gana.

- ¿Dria?.

- La misma que viste y calza, ¿Se puede saber por que no me coges las llamadas?.

- Estoy ocupada — Se limita a responder.

- ¡Si me cuelgas te despido! – Chillo antes de poder procesar lo que digo.

- ¿Qué acabas de decir?.