Capítulo 5: Nena

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Me despierto como nueva. Siento que no había dormido tan a gusto en mucho tiempo. Pero tengo mucho calor. Demasiado. Abro los ojos y me estremezco al encontrarme a Max abrazado a mi cintura, con la cabeza apoyada en mi vientre. Intento moverme, pero gruñe y se aferra mas a mi. ¿Y ahora como salgo de aquí?. La verdad que es precioso hasta cuando duerme. Tiene el pelo desordenado y la boca ligeramente abierta. No puedo evitar pasar la mano por su pelo enmarañado.

- Buenos días Nena – Dice mientras se incorpora y se coloca a mi lado en la cama. ¿Nena? ¡Me gusta!.

- Buenos días jefe. - Me paso la lengua por el labio inferior instintivamente.

- Me encanta que me llames jefe. - Confiesa con la lengua apoyada entre sus perfectos dientes. Un gesto que me parece de lo mas mono. ¿Mono?¿Acabo de pensar si quiera que un tío es "mono"?.

- ¿Si? - Le provoco mirándole fijamente a los labios, mientras me relamo los míos.

- ¿Quieres desayunar? - Me pregunta mientras juega con un mechón de mi pelo.

- No tengo hambre. - Le paso la mano por su torso musculado y desnudo.

- ¿Y que quieres hacer entonces nena?- Si vuelve a llamarme así, juro que no podré vivir si que me lo diga siempre.

- Bueno ya que preguntas...

Sin decir una sola palabra mas, le agarro de los hombros y me coloco encima suya. Con un rápido movimiento, me quito la camiseta. Provocando que se muerda el labio inferior. Sus manos recorren mi cintura y espalda, provocándome escalofríos. En un movimiento ágil, se coloca encima de mi cogiéndome las muñecas con una mano, y con la otra acariciándome la cara. Pasando su dedo pulgar por mis labios, lo muerdo ligeramente, sacándole un gruñido de placer.

- ¿Quieres que te quite la ropa? - Me pregunta.

- Si. - Respondo con la voz entrecortada.

Me suelta las muñecas, y me baja los pantalones seguidos de mi ropa interior. Aquí estoy, completamente desnuda, en la cama de mi jefe, y con mi jefe encima de mi semi desnudo.

- Me toca – Le digo mientras agarro la goma de su bóxer negro, que le queda demasiado sensual para ser un simple calzoncillo negro.

Sin responder, se incorpora y me ayuda a quitarle el bóxer. Dejando al descubierto sus enormes ganas de mi. Me doy cuenta de que se la estoy mirando fijamente, cuando me coge de la barbilla y me hace levantar la cara para mirarle a los ojos.

- ¿Te gusta? - Me pregunta con las pupilas dilatadas y mordiéndose el labio inferior. Apenas puedo distinguir otro color en sus ojos que no sea el negro de sus pupilas dilatadas de deseo. Deseo por mi. 

- Aun no lo se – Respondo mirándole fijamente a los ojos y con una ligera sonrisa.

En su cara aparece la sonrisa mas pícara que he visto en mi vida. Antes de que pueda hacer o decir nada, saca su lengua y me la pasa por mi labio superior. Después me succiona el inferior y cuando siento la dureza de su pene contra mi vientre, murmura:

- ¿Quieres que te folle? - Por alguna extraña razón sus palabras me excitan. Nunca pensé que fuera de las chicas que les gustan que les digan cosas así. Pero con Max soy y hago cosas que nunca pensé que fueran a pasarme. Quiero decir que no, por ser mi jefe. Pero mi cuerpo no responde. Se niega ha hacer caso a mi mente. Solo me puedo limitar a seguir mirándole. Mientras, el deseo crece en mi interior tan rápido como arde una cerilla - Responde Dria – Exige. Lo que hace que se me erice la piel. Quiere oírmelo decir.

- Si.

- ¿Si que?.

- Quiero que lo hagas Max.

𝐴𝑍𝑈𝐿 𝑂𝑅𝐺𝐴𝑆𝑀𝑂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora