En la cabeza de la rubia chica, pasaron mil y un palabras, pero no fue capaz de sacarlas de sí, no debía, su amiga la estaba ayudando y no debía ser una desagradecida, nunca lo había sido, y no empezaría a serlo, ahora, «¿tú familia y abuelo?, ¿no cuentan?», pensó, y no podía odiar a nada más que no fuera su propia, desagradable conciencia.
Durante lo que quedó del recorrido, y llegando a una casona rodeada por enredaderas, e iluminada por pequeñas luces incrustadas en aquellas enredaderas, luces que provenían de los rayos directos del sol, rodeando el lugar, que se suponía sería su nuevo, "hogar".
El camino hacia el situó, había llevado más de lo necesario, a causa de un accidente en la via, en que se situó el recorrido, por lo que cuando llegaron, ya había pasado el suficiente tiempo como para que el sol invadiera por completo la cima llena de arquitectura en roca antigua, espléndidamente maravillosa.
—Baja, excelencia, te presentaré a la abuela — habló de forma natural, mientras apagaba el motor del auto, haciendo de esa forma que Lucia se preguntara de repente, la cuestión del millón —oye monarca, pero... Es muy temprano, tu abuela debe estar dormida, deberá enojarse mucho por esto.
Lucia, conocía ya a la señora Lia Rinaldi, al igual de los padres y hermanos de su amiga, pero con estos últimos había compartido mucho más que con la elegante viuda, a quien, siempre le había tenido una mezcla muy fuerte de respeto y temor, que no había arrebatado nunca de sí.
Caminaron hasta la puerta, después del portón, en donde un hombre muy pulcramente vestido, abrió, mientras le hablaba muy cordial a Orazia —buongiorno, signorina Orazia, sua nonna ti sta aspettando e manca, (buenos días, señorita Orazia, su abuela la está esperando a usted y la señorita) —la joven mencionada por su nombre, respondió el saludo con total familiaridad, dando un paso, para entrar sutilmente, mientras rodeaba la sala de bienvenida con los ojos.
—Andrò subito, ma spero luti, ha fatto una deliziosa colazione, sto morendo di fame, beh, moriremo, (iré de inmediato, pero espero que luti, haya hecho un delicioso desayuno, muero de hambre, bueno, morimos) — el hombre asintió con la cabeza, dándole la espalda al par de señoritas, para ir en dirección hacia la cocina, permitiéndoles así, cumplir con su cometido, al par de jóvenes.
Orazia camina relajadamente, sin preocupación alguna, y mucho menos peso en ella, sabía a lo que iba, y lo que sacaría de ello.
Entraron al despacho, donde el silencio perduraba, y por un momento, por un lapso un tanto extendido, Lucia, sintió, como si estuviera frente a su abuelo, en aquel frio despacho, con aquella aura potente, que tanto le agradaba recordar, cosa que desvaneció un poco la seguridad de su agradable amiga, mientras que, en ella, subió, pues... Era grato recordar el cómo es aquella persona que tanto quiere, por alguien que también es tan imponente como su querido abuelo.
—Nonna... Sono venuto, e Lucia viene con me, ricorda, amico mio, che ti ho detto di stare con te, (abuela... llegué, y ya viene conmigo Lucia, ¿recuerdas?, mi amiga, de la que te hablé para que se quede contigo) — la refinada señora, se levantó de su asiento, acercándose al par de señoritas, indicando con su mano, las sillas alrededor de una pequeña mesa, dentro de aquel despacho, cosa que a Orazia, solo hizo dificultar su pensamiento, sabía que eso significaba estar bastante tiempo en ese asiento.
—Buongiorno, signora Rinaldi, non so se può ricordarsi di me, ma sono Lucia Use... Torroja, (buenos días, señora Rinaldi, no sé si logre recordarme, pero soy Lucia Use... Torroja) — sus palabras fueron expulsadas de forma segura, a excepción del anexo sobre su apellido, el cual, aún no se acostumbrada del todo, sobre la identidad que dejó en Colombia.
—ragazza, sono vecchia, ma posso assicurarvi, in completa onestà, che i miei neuroni sono ancora del tutto funzionanti, anche per ricordare l'amico più caro di mia nipote, (niña, soy vieja, pero te puedo asegurar, con total honestidad, que mis neuronas siguen siendo del todo funcionales, aun para recordar a la amiga más cercana de mi nieta).
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Secretos Desvanecidos Vol. I
RomanceDespués de haber preferido ser desheredada, por la familia más influyente de los medios de comunicación, que desposada por un hombre desconocido; Lucia, corre de su nación de origen (Colombia), para escapar al lugar que más le había reconfortado en...