La joven que huyó de los dos lugares que llegó a considerar hogar en su vida, se le adelantó el proceso de parto, dos meses, luego de ver accidentalmente en su celular, el anuncio de la boda de aquel hombre con nada más y nada menos que con la misma mujer con la que le juro una y mil veces, ya no quedaba algo, Nicoletta Russo, mientras ella estaba embarazada, aislada, él se comprometía en tan poco tiempo.
Sus nervios y rabia eran evidentes, tanto que afectaron su ya, de por sí, delicado embarazo, teniendo que subir de inmediato en el auto del novio de su amiga, quien, de suerte estaba en la ciudad luego de pedir unos días de permiso en su trabajo, sino, sería imposible lograrlo sencillamente, ya que Sofía, es poco lo que sabe conducir...
—Esto no debería estar pasando, no, no — pronunció en dolor la rubia joven —cálmate Lucia, podrías empeorar — dio en respuesta su morena amiga —Sofía, es octubre, no es posible que se adelante dos meses, no, podría morir, ¡Sofía! — la contracción no le permitió seguir con su habla —no pienses en eso, ya no puedes hacer algo para evitarlo, solo calmarte, para que... — un apretón en su brazo, la detuvo.
—¡Hagan algo, por Dios!, me duele... Mucho, Leonardo, pisa esa mierda, que no me aguanto el doloooor — un grito poco ahogado salió de la boca de la joven, que sostenía la mano de Sofía, a quien le transmitía por completo el dolor y nervios en la ya... Casi madre —Lu-Lucia, hago lo mejor que puedo, pero no puedo hacer nada ante los semáforos — con esa respuesta, la mano de la morena joven, fue atacada de nuevo, con mucha más fuerza esta vez.
—¡No me importa la cantidad de dinero por la que salga la multa, pásate todos, yo te pagaré lo que cueste!, pero... aaaahg — en el asiento de atrás, cubierto por una bolsa de basura, solicitada por Lucia para no ensuciar el auto del hombre que gentilmente se había ofrecido para llevarla, se pigmentó con sangre... Misma que asustó a la joven.
—Ya... Lo hago, no te preocupes, estamos a punto de llegar solo... — otro grito, aún más doloroso salió de la Lucia, pues las contracciones, eran cada vez más juntas e insufribles —aaahg, lamento tenerte en esto, pero... — la voz, los gritos, los quejidos, todo se silenció de repente, haciéndose sonar de esa forma, la voz de Sofía, pero en contrarío de su amiga, salió en un completo hilo, temeroso, miedoso de lo que en frente de ella ocurría.
—Leonardo... No responde, mira, se... desmayó — en ese preciso instante, el hombre, al que tanto nombraron en ese lapso, llegó por fin al hospital, dejando, por la prisa, el auto, frente a la puerta de este, saliendo con apuro, para pedir una camilla, silla, lo que fuera, que ayudara a Lucia, en el estado en que se encontraba, en llegar a la sala de partos.
Al salir se encontró con un enfermero, a quien, con la expresión tan desfigurada como la tenía a causa de los nervios, le solicitó con enorme ansia —señor, tengo una joven a punto de dar a luz e mi carro, está muy mal, soltó sangre e incluso se desmayó — con esas ultimas el hombre de uniforme blanco, engrando sus ojos, gritando con impresión, palabras y órdenes para que llevaran una silla de ruedas en dirección de la puerta.
—Señor, ya no debe hacer más, de ahora, su mujer estará en nuestras manos, pero por favor, mueva su carro de aquí, este espacio es solamente para ambulancias — pronunció rodeado de otro hombre que ayudó a Lucia en subir a la silla en el estado inerte en que se encontraba.
Le faltó muy poco a Leonardo para corregir al enfermero con el tema de Lucia siendo su mujer, pero, a causa de un pellizco disimulado de la mano ensangrentada de Sofía, se detuvo, permitiendo de esa forma que se llevaran el cuerpo de la rubia en dirección de su salvación, quedándose a solas con Sofía —ni se te ocurra negar que no es tu mujer, porque entonces no le darán la atención requerida, o comenzaran a chismosear alrededor de ella, sabes cómo son los hospitales, y eso solo provocaría que se agrave — el hombre de cabello castaño, y ojos café, solo asintió con su cabeza, siguiendo lo que su novia le decía.
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Secretos Desvanecidos Vol. I
RomanceDespués de haber preferido ser desheredada, por la familia más influyente de los medios de comunicación, que desposada por un hombre desconocido; Lucia, corre de su nación de origen (Colombia), para escapar al lugar que más le había reconfortado en...