Las cosas se estaban desarrollando de distinta forma en los dos distintos extremos en el globo terráqueo, mientras Lucia intentaba perder su propia preocupación con la compañía de su hijo y la amiga de este, junto a la señora Laura, quien merecía la salida familiar, después de todo, casi siempre salían con su compañía.
Mientras que, en Italia, siendo más específicos en... Bérgamo, justo en uno de esas grandes, majestuosas casas, una conversación que no se esperaba, ni deseaba, se llevaba a cabo, con sutil cautela.
—Buon pomeriggio... Mrs Rinaldi, (Buenas tardes... Señora Rinaldi) — la hostilidad que Lireto mostraba, con su postura rígida, era evidencia de lo poco que era bienvenido en ese hogar —¿Cosa ci fai qui?, sai benissimo che la tua presenza non è affatto richiesta in questa casa, esci, (¿Qué hace aquí?, sabe muy bien que su presencia no es para nada solicitada en esta casa, lárguese).
En ese momento, una alterada Greta entró al jardín, utilizando su blanco delantal para apaciguar las gotas de sudor que le recorrían el rostro, por la preocupación ante lo que pensaba, era su culpa —Lía, mi dispiace, davvero, perdonami, ho pensato che sarebbe stato come gli altri giorni in cui è rimasto a vedere la casa, ma questa volta è entrato senza che me ne accorgessi, o Andreas sul monitor, scusa (Lía, lo siento, en verdad, perdónenme, pensé que sería como los otros días cuando solo se quedaba a ver la casa, pero esta vez se metió sin que me diera cuenta, ni Andreas en el monitor, perdón).
Desde el primer día en que Dante irrumpió en la mansión Rinaldi, acusándolos de haber escondido a... Como sus palabras expresaron "il maestro delle farse e delle bugie", (la maestra de las farsas y mentiras), no se había alejado de la casa, se iba tarde cuando la luna se encontraba en su punto más alto y llegaba en cuanto el sol se ponía, en silencio, sin pronunciar una sola solicitud, solo vigilando allí, como lobo acechando su presa tan esperada y anhelada.
Lía la vio, tranquilizándola con la mirada, expresándole muy bien que se retirara, puesto que la conversación que allí se elaboraría no sería grata ni para ellos que conocían todos los aspectos de la razón del enojo del Cosio. La anciana mujer obedeció, entrando lo más rápido que le permitían sus piernas, dando barra libre a todo lo que se diría.
— Hai già sentito il bambino, vai ora, o in caso di no, avvertirò la tua tenera madre degli atti che il suo bambino sta facendo, (Ya escuchaste niño, vete ya, o si no, avisaré a tu tierna madre sobre los actos que su chiquillo está haciendo) — Dante movió sus pies, acercándose cada vez más a la pareja, con las venas de sus manos en borde por el enojo que gobernaba su cuerpo por completo.
—Signora, le assicuro che al momento l'unica cosa che conta per me è mia madre, non voglio sapere di lei per il resto della mia vita.
Con questo, non devi minacciarmi, quindi dimmi cosa voglio sapere e me ne andrò volentieri inmediatamente, (Señora, le aseguro que en estos momentos lo único que me importa es mi madre, no quiero saber de ella durante lo que me resta de mi vida.
Con eso, no tiene con que amenazarme, así que, dígame lo que quiero saber y con mucho gusto me largaré de inmediato) — las necias, soberbias palabras del italiano, hicieron que el enojo fuera compartido en Lireto, quien, a pesar de los años, continuaba con su fuerte temperamento, más aún cuando sentía que la mujer que amaba no estaba recibiendo el respeto que ella merecía.
—Non parlargli in quel modo, o no... (No le hable de esa forma, o no...) — Lia levantó la mano para detener sus palabras, evitando un muy posible altercado que no le convendría a ninguna de las dos familias, siendo Lireto quien podría salir más lastimado.
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Secretos Desvanecidos Vol. I
RomanceDespués de haber preferido ser desheredada, por la familia más influyente de los medios de comunicación, que desposada por un hombre desconocido; Lucia, corre de su nación de origen (Colombia), para escapar al lugar que más le había reconfortado en...