Un baño candente

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Jihoon y Seungcheol estaban demasiado contentos por las buenas noticias que recibieron aquel día, luego de que el alfa se enterara de todo, la familia y los amigos más cercanos fueron los siguientes en enterarse de las noticias, todos estaban igual de contentos y se alegraban por ellos.

La mamá de Jihoon se despidió por la tarde cuando la pareja regresó de su turno de la tarde de la oficina, se había quedado a cuidar a la futura alfa. Jihoon era el más feliz, tanto por tener a su madre de vuelta en su vida, como el hecho de que se llevó tan bien con su hija, tanto que incluso Sunhee pedía que se quedara más tiempo, pero no podían abusar de ella, así que la dejaron marcharse cuando finalmente la pequeña cedió.

—Finalmente Sunhee se durmió— dijo Seungcheol ingresando a la habitación con su pareja —tuve que decirle que su abuela Soora irá por ella al colegio mañana.

—Puedo pedirle que la recoja y que la lleve con tu madre— dijo mientras buscaba en su armario ropa cómoda.

—¿Crees que quiera dejarla?— preguntó abrazando a Jihoon por la espalda. Normalmente cuando lo abrazaba de esa manera, sus manos se agarraban para mantener el abrazo más firme, pero con la gran panza que ahora se cargaba el omega, sólo alcanzaba a unir sus dedos medios alrededor del gran estómago.

—No, así que se quedará con tu madre y las dos tendrán de qué halar y se les hará menos pesado cuidar a Sunhee.

—Tienes razón— dijo y besó la mejilla de Jihoon.

El omega rió un poco por las cosquillas que le causó aquel largo beso —me quiero duchar, ¿me acompañas?

—Claro, ¿llenamos la bañera?

—Me agrada la idea— giró la cabeza y recibió un gran beso en los labios.

Tranquilamente llegaron hasta el baño, Seungcheol se hizo cargo de llenar la bañera, mientras Jihoon acomodaba el monitor de bebé para asegurarse de que Sunhee no despertara por alguna pesadilla y estuviese bien. Mientras la bañera era llenada, Seungcheol se acercó a Jihoon para ayudarlo con sus prendas; lentamente desabrochó cada botón sin quitarle la mirada a su esposo, se miraban con intensidad, pero no con lujuria, sólo diciéndose lo mucho que se amaban sin decir nada.

Seungcheol aprovechó para dejar suaves besos en la piel del omega, la prenda se deslizó con lentitud por los hombros, así que Seungcheol fue dejando besos por la piel con cariño, siendo observado por Jihoon, quien acariciaba los cabellos de su alfa. El mayor pasó al cuello, dejando húmedos besos y lentamente fue bajando por el pecho de su omega, dejando ligeras marcas al succionar de más; se entretuvo un poco en los pezones de su esposo, provocando jadeos suaves y casi silenciosos en Jihoon

El omega se sentía un poco nervioso por lo que pensara Seungcheol, se sentía gordo y feo para su esposo, pero el alfa siempre le hacía saber lo hermoso que era ante sus ojos, así que esta vez decidió no hacer un drama y se dejó llevar por las caricias.

Luego de un rato sintiendo la lengua juguetear primero con un pezón y luego con el otro, finalmente Seungcheol continuó su recorrido, dejando besos en su vientre, donde sonrió al sentir una ligera patadita, pues no sólo estaba brindándole amor a su esposo, sino también a sus hijos; los dos se miraron y se sonrieron.

Jihoon no pudo evitar reír un poco al sentir cómo su esposo desabrochaba sus pantalones, bajándolos lentamente junto a su ropa interior, dejando besos en sus muslos y piernas. El omega levantó las piernas para quedar completamente despojado de toda su ropa; Seungcheol sonrió sin ser visto, Jihoon se había endurecido un poco por las estimulaciones que estaba recibiendo, sabía perfectamente que no podría complacerlo como a él le gustaría, pues la doctora se los había prohibido para que los niños no corrieran riesgos, pero eso no significaba que Jihoon no pudiese tener un orgasmo.

Entre bebés [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora