Entre bebés [Jicheol]

Recuperación

Finalmente la primera semana después del parto había pasado, la doctora y algunos colegas especializados en bebés prematuros evaluaron a los gemelos para ver si ya eran aptos para dejar la incubadora. Los dos habían presentado una recuperación rápida y, aunque aún debían permanecer en cuidados especiales, ya no necesitaban de las máquinas.

Seungcheol se alegró demasiado al saber la noticia y en cuanto la doctora le dijo que los niños podían visitar al omega en una cuna y no en una incubadora, no dudó en aceptar, después de todo los cachorros ya se veían sanos. Trató de explicarle a su esposo que los niños serían llevados a la habitación y que ahora se veían bien, pero no supo si Jihoon se negó a la idea o si estaba contento por eso, pues seguía sin expresar emociones o sin decir palabra alguna.

Cuando fueron llevados por una enfermera, Seungcheol se levantó de golpe de su asiento, se acercó a los niños y los miró con una enorme sonrisa en el rostro, cargó a uno primero, era diminuto en comparación suya, pero ya pesaba más de dos kilos, lo que era bueno para su condición. Se acercó a la cama con el bebé y observó a Jihoon mirándolo atentamente sin expresar emociones.

—Cariño, ¿por qué no saludas a nuestros hijos?— dijo y lo inclinó hacia el omega.

Los ojos de Jihoon parecieron brillar y no rechazó a que Seungcheol lo pusiera sobre su pecho, incluso lo acunó en su brazo; la enfermera puso una almohada debajo del brazo del omega, se notaba lo débil que estaba y que necesitaría ayuda con el peso, así que lo ayudó con eso. El alfa tomó al otro gemelo y también lo acercó para que lo viera, no estaba muy seguro de si Jihoon podría con los dos, así que decidió quedarse con él.

—¿Sabes? He pensado mucho en sus nombres y cada vez que lo hago cambio un poco de opinión, pero ahora sé cómo podríamos llamarlos— mencionó Seungcheol y Jihoon lo miró —quiero que se llame Minjoon el que tienes en brazos, y para este pequeñín, Seojoon.

Jihoon sonrió, en toda la semana no lo había hecho tan ampliamente como lo estaba haciendo ahora y por fin Seungcheol era capaz de ver esa hermosa sonrisa otra vez.

Fue un rato agradable el que tuvieron, los niños se quedaron con ellos al menos una hora, tuvieron la oportunidad de darles de comer e inclusive SeungCheol les cambió los pañales, pero era hora de que durmieran, así que tuvieron que llevárselos a pesar de que ellos querían hacer la tarea de adormecerlos. El mayor creyó que Jihoon se podría a la defensiva en cuanto la enfermera se acercó para llevárselos, pero él omega entregó al gemelo que tenía en brazos sin problema, lo que hacía pensar a SeungCheol que aún no salía de su depresión y seguía sin importarle demasiado sus hijos, o simplemente que Jihoon ya sabía que serían bien cuidados y no necesitaba ser agresivo.

—Bien Jihoon— expresó la doctora con entusiasmo al llegar a la habitación, no había pasado tanto tiempo desde que los niños fueron llevados a cuidados especiales —es hora de que salgas de esa cama y camines.

Cada día por la tarde Jihoon era obligado a caminar algunos pasos para que su cuerpo no se atrofiara con el reposo que tenía, la abertura de su cesárea estaba cicatrizando bien y no tenía infección ni ningún problema, así que no había necesidad de estar tanto tiempo en cama, pero con la depresión, Jihoon simplemente no hacía el esfuerzo para recuperarse. Sin embargo, en esta ocasión, Jihoon se sentó en la cama sin ayuda de nadie, la doctora y SeungCheol se miraron con una gran sonrisa al ver que el omega estaba haciendo de su parte y que seguramente ya estaba saliendo de su depresión.

Seungcheol se hizo cargo de cuidarlo durante toda la caminata, lo sostenía se su brazo y caminaba al mismo paso lento que el omega, mientras que Jihoon se tomaba del tubo que se encontraba empotrado a cada pared del piso; miraba con detenimiento sus pies, no le era tan difícil dar los pasos, pues no había dolor físico, pero algo en su mente provocaba desconfianza y un dolor inexistente que le impedía hacerlo caminar como era debido.