Buenas noticias

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No fue necesario que los hermanos Lee se pelearan por su madre como alguna vez hicieron cuando eran unos niños, Jun cada día mejoraba en el cuidado de su hijo y aunque aún no se sentía listo para hacerlo sin ayuda de alguien más, insistió en hacerse cargo él solo, pues sentía que era su deber como padre hacerse cargo de su cachorrito. Aunque no llevaba poco más de un mes desde que Jeonghyun llegó a sus brazos, sentía que cada día lo hacía mejor y tenía un instinto que le decía que él mismo debía hacerse cargo de su hijo; además no estaría tan sólo, Soora le había dicho que mientras Jihoon aún no diera a luz, seguiría apoyándolo.

Por el contrario, Chan no estuvo muy de acuerdo con eso, quería que su esposo siguiese siendo ayudado por cualquier cosa, pero si Jun quería intentarlo lo aceptaría, de todas formas sólo bastaba una llamada de su esposo y saldría volando de la oficina para acudir al rescate, además, sabía que su madre, e incluso su hermano acudirían la llamado si era necesario.

Así que finalmente Soora llamó a su hijo mayor y le dijo que estaba casi disponible -pues si Jun llamaba, acudiría a su rescate- para ayudarlo con el resto del embarazo y con el bebé cuando naciera, Jihoon había omitido la parte de que tendría dos gemelos y un mellizo; así que cuando lo acompañó al hospital en una de sus revisiones mensuales, se asombró por la cantidad de niños que llevaba Jihoon en su interior. En esta ocasión sólo debían asegurarse de que los fetos siguieran su desarrollo sin ningún problema, pero fue grato saber que a sus dieciocho semanas el genero de los gemelos era más claro.

—¿Ya quieres saber sus sexos?— preguntó la doctora al notar ese detalle, aún no era demasiado claro, pero por su experiencia, podía confirmar sin equivocarse —a los gemelos ya se les puede ver, pero el mellizo aún es un poco confuso.

JiHoon miró a su mamá con un peculiar brillo en los ojos y sin obtener una respuesta, aceptó —sí, sí quiero— dijo con un poco de emoción.

—Los gemelos son varoncitos.

El omega no pudo evitar sonreír ampliamente, entusiasmado por la nueva noticia; apretó el agarre en la mano de su mamá, compartiendo la misma felicidad juntos.

—¿Por qué al otro no se le puede ver? ¿No deberían ser trillizos?— preguntó la madre de Jihoon, pues aún estaba enterándose de todo el asunto.

La doctora negó —estos dos pequeñines de aquí— señaló en la pantalla del ultrasonido —se encuentran en la misma placenta aunque no comparten el saco amniótico, pero se trata del mismo óvulo fertilizado que se separó en dos. Mientras que el pequeñín de aquí— nuevamente indicaba en la pantalla —fue engendrado alrededor de tres semanas después y tiene su propio saco y propia placenta, así que se trata de un mellizo por compartir la misma gestación con sus hermanos. Debo advertirte, Jihoon, qué hay riesgos de que este mellizo nazca cuando los otros dos lo hagan, una vez que empieza el labor de parto, todos querrán salir, pero no te preocupes, las probabilidades no son tan altas si tu estado es el adecuado y haremos todo lo posible para que este pequeño continúe su crecimiento ahí dentro.

—Dices que no me preocupe, pero ya lo estoy haciendo— expresó con una cara de preocupación.

—Tranquilo— sonrió ella —haremos todo lo posible para que todo salga bien, además tú debes estar bien alimentado, descansado, sin estrés —lo miró sabiendo que el trabajo le daba cierta carga de estrés —y todo saldrá bien. Y hablando del parto, voy a necesitar que vengas al hospital en la semana treinta y siete o antes.

—¿Por qué?

—El embarazo de gemelos es muy distinto al de solo uno, comúnmente nacen entre la semana treinta y siete o treinta y ocho, o incluso antes de eso, así que será mejor prevenir. ¿Esta vez serás capaz de venir por tu cuenta, o pasará como la vez pasada?— preguntó levantando una ceja de manera acusatoria.

Entre bebés [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora