Entre bebés [Jicheol]

Salvaje

Después de correrse dos veces, Jihoon seguía moviendo sus caderas sobre el pene de Seungcheol. El alfa estaba completamente recostado con los brazos amarrados por arriba de su cabeza, no hubo necesidad de deshacer el nudo al trasladarse a la habitación. El omega estaba de espaldas al mayor, dejando que Seungcheol tuviese la mejor vista de su trasero y su pene perdiéndose en él.

—S-sólo un poco más...— dijo el alfa dejando escapar un gruñido que erizó la piel de Jihoon.

Jihoon siguió brincando sobre el pene de Seungcheol, aumentando ligeramente el ritmo —aah~ Cheol~— arqueó la espalda sintiendo una corriente eléctrica recorrer su cuerpo, hasta que finalmente se corrió por tercera ocasión.

El omega no detuvo sus movimientos para lograr que Seungcheol también llegara su orgasmo, cosa que consiguió en poco tiempo. Su pene estalló en el interior de Jihoon, agrandándose en la base e impidiéndoles separarse. Jihoon dejó caer su cerpo hacia atrás, recostándose completamente sobre el alfa, dejando que sus piernas se enredaran juntas.

—Desátame— pidió Seungcheol después de tomar una gran bocanada de aire.

El más bajo extendió sus brazos hacia arriba, llegando a las muñecas de Seungcheol y desatándolas con pereza, hasta que finalmente quedó liberado. El alfa no dudó ni un segundo en pasear sus manos en el cuerpo de su esposo, acariciando la tersa piel de su torso y parte de sus muslos.

—Me fascinas— susurró Seungcheol en el oído de Jihoon y dejando un suave beso, sin dejar de pasear sus manos por todo el cuerpo.

Jihoon sonrió —iré a ducharme, estoy todo pegajoso— intentó levantarse pero Seungcheol se lo impidió, aprisionándolo con sus brazos y piernas.

—Pero si no hemos terminado— comenzó a besar el cuello del omega con algo de posesión.

—Cheol~— chilló riendo ligeramente —ya estoy agotado.

—Lo hubieras pensado antes de amarrarme y prometerme que luego lo haría yo.

—¿Es enserio?— giró ligeramente su cabeza, tratando de ver el rostro del alfa y enseñarle ese puchero que pedía una ducha y un largo sueño.

—Es enserio— sonrió con un poco de malicia y dio vuelta sobre su cuerpo, dejando a Jihoon completamente aplastado.

El omega jadeó por lo pesado que era el cuerpo de Seungcheol. Sin darse cuenta, cuando el alfa se levantó para al fin liberarlo, se encontraba atado de manos por la espalda. —Choi Seungcheol, te exijo que me sueltes.

—No cariño, esta vez me toca, y vas a pedir por más— dijo dejando un beso en la parte de atrás de su cuello, cerca de su hombro.

Seungcheol comenzó a frotarse entre las nalgas del omega con su pene ya endurecido mientras con una mano jalaba las muñecas amarradas de Jihoon, tirando de ellas ligeramente y haciendo jadear al omega. Sabía que estaba conteniéndose para no darle gusto, pero Seungcheol lo conocía muy bien y sabía con qué terminaría pidiendo por más.

Se inclinó sólo por unos minutos, para besar la nuca de Jihoon, consiguiendo que la piel se erizara enseguida y curvara su espalda por el cosquilleo que le ocasionaba. Lentamente fue bajando por la espalda, sin dejar de mover su cadera sobre el trasero del omega, hasta que tuvo que moverse si quería llegar más abajo. Dejó varios besos húmedos en su cadera, mordisqueando también la piel para seguir sacando los jadeos y gemidos de la boca de su esposo.

Dio un par de lamidas a las redondas nalgas de Jihoon, consiguiendo al fin un suave gemido de placer y no de queja como habían sido hasta ese momento. Sonrió y continuó con el recorrido de sus besos hasta llegar a sus muslos, donde se detuvo para esperar alguna reacción de Jihoon.