𝐒𝐞𝐦𝐩𝐢𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨 [𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧]

25

-No sabia que vivías tan cerca de mi casa Hyung.

-Prácticamente somos vecinos.

Se encontraban en el sótano del edificio donde se estaba el estacionamiento y se dirigían hasta el piso 13.

Ambos entraron en el ascensor, Jimin aún tenía la chaqueta de Yoongi puesta, se recargaron a extremos del elevador sin dejar de mirarse, los 13 pisos que subieron, nunca dejaron de mirarse a los ojos en silencio, de pronto se sonreían, de pronto uno parpadeaba un poco mas rápido de los nervios, y ambos sin duda se sonrojaron, pero en ese momento estaban en una capsula del tiempo en el que solo existían ellos dos, no necesitaban las palabras para sentirse cómodos, y el hecho de haber compartido ese momento tan intimo de cierta forma los había unido mas.

Jimin solo pensaba en la bonita sonrisa que tenia Yoongi, en lo tierno que era, en lo blanca que era su piel de porcelana, en que era un hombre muy guapo.

Por su parte Yoongi pensaba en lo adorable que se veía Jimin sonrojado, pensaba en que por primera vez en su vida se había sentido bien por haber hecho algo mal (Yoongi jamás dejará de sentirse un acosador por lo que hizo).

El sonido el ascensor les aviso de que habían llegado al piso indicado y los sacó a ambos de su cápsula y de su ensoñación, Yoongi salió primero del elevador y Jimin se quedó dentro esperando a que Yoongi saliera, y sin que ninguno de los dos lo preeviera, Yoongi le extendió la mano a Jimin para que este la tomara -¿Vienes? ¿O es mas cómodo el ascensor? - Preguntó Yoongi sonriente.

Impulsivamente Jimin mordió su labio inferior y aceptó la mano de Yoongi, la cual estaba fría, sus dedos largos envolvían su mano dándole una seguridad que nunca había sentido, por otra parte la mano de Jimin era tibia, pequeña y embonaba perfectamente entre los dedos de Yoongi.

Caminaron con sus manos entrelazadas por los pasillos del edificio hasta que llegaron al numero 13031 en el cual Yoongi se detuvo

-¡Hyung el numero de tu departamento es un palíndromo! - Dijo Jimin con demasiado entusiasmo

-¡Oh! Tienes razón, jamás lo había pensado, que observador Jimin, al parecer los palíndromos te persiguen - Dijo Yoongi genuinamente sorprendido.

Ingresó la clave de acceso a su casa y la puerta se abrió.

Los recibió un fuerte aroma a limpio, como a algodón y a ropa recién lavada, ese aroma le causaba confort a Jimin, el departamento era bastante amplio y todo era en detalles blancos y negros, había un gran piano junto a la ventana, en general el lugar era muy acogedor, se quedo por un momento apreciando su alrededor.

En ese momento sintió un ladrido que lo sacó de sus pensamientos, Jimin agacho la mirada y vió al pequeño Holly junto a sus pies jadeando y moviendo su cola. Jimin no se pudo resistir e inmediatamente se agacho y se puso a acariciar al perro. Holly se dejo acariciar gustoso.

-¡Holly no puedo creerlo eres un cualquiera! Me estas engañando con Jimin - Dijo sonriente

Jimin solo soltó una carcajada - También te puedo hacer mimos a ti - Dijo el menor alzando la mirada para encontrarse con la de Yoongi

-Creo que le agradas mucho a Holly, veelo, ahora no te lo podrás quitar de encima...

-¿Solamente a Holly? - Dijo Jimin dejando de ser tierno, cambiando su mirada por una mas seductora y coqueta.

Yoongi trago pesadamente y se sonrojó, a Jimin le pareció muy tierno su gesto.

-¡Tienes una casa muy linda Hyung! - Dijo Jimin tratando de hacer que Yoongi no se sintiera incomodo por su comentario mientras se ponía de pie, lo que el no sabia es que Yoongi no se había sentido nada incomodo al contrario, solo que era bastante torpe para seguir el juego del coqueteo.