Mi pequeña delincuente

La historia de Poche.

Pov Calle

En todo el camino a la casa de Poche ambas estuvimos en silencio, solo hablábamos para que ella me diera indicaciones de cómo llegar y ya. Me sentía incomoda, no estaba acostumbrada a que este pequeño ser estuviera tan callado.

—Oye...¡Perdón! ¿Sí?, No quise ser grosera, pero enserio no me gusta que se metan en mi relación—Me disculpe con ella.

Ella me miró y suspiro.

—La que tiene que disculparse soy yo, actúe como una tonta, es tu vida y te prometo que no volveré a meterme en ella.

No sabía si sentirme bien o mal con esa respuesta.

Llegamos a la casa de Poche, estacione el auto y después ambas bajamos. Poche al momento de estar enfrente de su casa se tenso. La casa era grande y muy linda, era estilo vintage. Cualquiera diría que pertenece a una persona con un nivel económico muy alto.

Ella camino hacia la entrada, se agachó y levantó la alfombra, ahí habían escondidas unas llaves, ella abrió y después me llamo para que entrara también a la casa.

Cuando entre confirme lo que había dicho antes, la casa era mucho más hermosa por dentro, estaba muy bien amueblada, hasta tenía una alberca en el jardín, observé con cautela la casa, habían unas fotos solo de Poche, otras con las que supongo es su familia y algunas con una mujer muy hermosa. Tomé una de esas fotos del estante, me llamó la atención, Poche le ponía un anillo de compromiso a esa mujer.

—¡Esto es basura!—Ella arrebató la foto de mis manos y la tiró con fuerza al piso, haciendo que se rompiera el marco.

—Poche...

—Necesito tirar toda esta porquería, ¡Ya no quiero verla, ni siquiera en pintura!—Ella dijo viendo la foto con rabia.

Yo me asuste al ver a Poche hablar con tanta rabia, sentía que ella llevaba una carga muy pesada aún sobre sus hombros.

— Cálmate, si—Le dije buscando su mirada, cuando encontré esos ojos verdes, vi como esas dos esferas de fuego, se iban apagando.

—Vamos arriba, ahí tengo algunas cosas—ella me dijo desviando su mirada de la mía. Empezó a subir las escaleras y yo fui detrás de ella.

Entramos a una de las habitaciones que habían en el piso de arriba, la habitación estaba llena de fotografías, unas de paisajes, otras de Poche, otras de Poche con personas y después de Poche con aquella chica, Poche observó su habitación, después las fotografías y empezó arrancarlas con furia de la pared.

Cuando ella terminó de votarlas al piso y romperlas se sentó en la cama, yo me senté al lado de ella y guarde silencio hasta que ella hablo.

—ella me jodió—dijo con su voz entrecortada.

—¿Puedo saber lo que pasó?—Le pregunté y ella sonrió.

—No quieres que me meta en tu vida pero...¿Tú si te quieres meter en la mía?—ella levantó su rostro y me vio con su mirada muy penetrante, tanto que no pude contenerla y desvié mi mirada hacia otro lugar.

—¡Lo siento!—Fue lo que pude decir.

Ella suspiró y después empezó hablar.

— Yo tenía una vida antes de la cárcel Daniela. Yo era una chica muy feliz, soñadora, con muchas metas por cumplir. Siempre me ha gustado la fotografía, antes vivía con mi padre y mi hermana, mamá falleció cuando apenas era una pre-adolescente. Sobre ella te contaré después, me duele aún hablar al respecto—ella me dijo y yo asentí— Yo gané una beca para estudiar fotografía acá en los Estados Unidos, yo estaba muy feliz, era apenas una chiquilla que quería comerse al mundo. Estudie por 3 años en la mejor escuela de fotografía. Después de que me gradué, en el lugar donde hice mis prácticas me contrataron porque les gustaba mucho mi trabajo, fue en uno de tantos eventos a los que asistía donde la conocí a ella...a Cataleya Gallardo...ese día quedé deslumbrada con su belleza, ella es una mujer muy hermosa, le tome unas cuantas fotografías, pero cada vez que la fotografiaba sentía que ella coqueteaba conmigo. Esa vez ella me invitó a tomar una copa después del evento, yo gustosa acepte, después ella y yo teníamos muchas más salidas, después teníamos encuentros muy íntimos, nos enamoramos...bueno, mejor dicho me enamoré, todo iba muy bien entre ella y yo, sentía que era la mujer de mis sueños, me imaginaba mi vida solo junto a ella, ya había hablado con mi padre al respecto de Cataleya, le dije que me quería casar con ella, él estaba muy feliz por mi, al igual que mi hermana menor Vale. Fue así como en una cena en un restaurante muy fino le pedí matrimonio—ella tomo una pausa porque estaba a punto de llorar, se notaba que esto le afectaba mucho a Poche—ella acepto, yo me sentía la mujer más dichosa y maravillosa del mundo. Después de que nos comprometimos Cataleya estaba muy rara, no podía decifrar el porqué. Un día yo debía irme de viaje, necesitaba ir a un evento en Venecia, me fui más o menos durante una semana, cuando regrese de mi viaje Cataleya no se encontraba en casa, yo no le había contado de mi regreso, quería sorprenderla, fui una idiota. Ese día... Yo notaba que la casa estaba algo rara, me serví un poco de jugo y me senté en el sofá a esperarla, cuando en un abrir y cerrar de ojos entro la policía a mi casa, habían votado la puerta, yo no entendía lo que pasaba, uno de los policías me dijo que dejara de esconder al Lion, que ya sabía que yo lo tenía acá escondido, que ya habían dado con nuestro paradero y que nos íbamos a pudrir en la cárcel, yo ni entendía de que carajos me estaban hablando, los demás policías saquearon mi casa, uno de ellos salió con unos paquetes de cocaína, el policía me vio muy serio y me dijo que ese era mi fin. Un policía me tomo de una forma muy brusca y me colocó las esposas, yo les pedía que me soltaran que yo era inocente, que no sabía de qué me estaban hablando, pero ellos me ignoraban, cuando estuve a punto de salir de aquí llevada por los policías, la vi a ella, a Cataleya, quien se sorprendió al ver lo que estaba pasando y se le notaba muy nerviosa y con miedo. Recuerdo que yo le dije "amor, ayúdame no sé qué es lo que esta pasando, estos oficiales me quieren llevar detenida y yo acabo de llegar de mi viaje" ella se quedó en silencio, después un policía le pregunto a ella, que relación tenía conmigo, a lo que ella le respondió que era mi novia, pero que no tenía ni idea de lo que estaba pasando, el oficial le dijo a Cataleya que yo era cómplice del Lion y que habían encontrado cocaína en esta casa, Cataleya empezó a llorar y a decirme que no podía creer que yo haya hecho algo así, me dijo que yo no era la persona que ella pensaba. Yo estaba muy desconcertada, se suponía que ella me conocía. El oficial le dijo a Cataleya que lo sentía mucho, pero que me debía llevar al reclusorio, Cataleya asintió, pero le dijo al oficial que se quería despedir de mi, aún recuerdo que ella me abrazo con fuerza, me beso y me dijo que porfavor la perdonará, yo estaba en shock, no le respondí nada, me dolía que ella supiera que yo no era una delincuente y que no haya hecho nada para defenderme. Me llevaron al reclusorio, me interrogaron un millón de veces para que les dijera el paradero del Lion, como yo no sabía no les respondía nada, ellos me llevaron a prisión y me dictaron 5 años de cárcel sin derecho a fianza. Me dieron esa cantidad de años porque no tenían pruebas suficientes para acusarme, pero aún así era sospechosa, más por los paquetes de cocaína que encontraron en mi casa, no les importo que yo fuera inocente. Aún recuerdo la última llamada que tuve con mi padre, él me dijo que estaba muy decepcionado de mi y que no podía tener una hija delincuente. Todos me dieron la espalda, después me enteré que Cataleya era la mujer del Lion y que ese día me confundieron a mí con ella y por eso me detuvieron, los oficiales pensaron que yo era Cataleya, prácticamente ella me vendió, me entrego sin importarle que yo fuera inocente con tal de salvarse ella misma, la persona a la que más amaba fue la que me arruinó la vida, la mujer a la cuál detesto con todo mi ser, Cataleya me convirtió en una delincuente sin serlo, me arrebató mis sueños, a mi familia, a mis amigos e incluso me arrebató al amor.

¡Pfff, esto estuvo intenso!

Pero ya saben la historia de Poche.

Les dejo este otro capítulo ❤️

Las quiero ❤️