Pizza, helado y películas románticas.

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Pov Poche

Después de hablar con Cataleya, me sentía mucho más tranquila, necesitaba aclarar las cosas, me hace feliz el  saber que Cataleya ha madurado y comprendido que amo a Calle. Estaba encerrada en mi habitación escuchando música, cuando escuché que estaban tocando el timbre, lo ignoré porque pensé que Sebas iba a abrir, pero el señorito creo que se metió a bañar o no sé, que estaba haciendo. Salí de la habitación, tomé una manzana que estaba en el cesto de mesa y fui abrír la puerta.

—¡Mi pequeña mujer!

—¿Laura?—Le dije incrédula de verla aquí.

—La misma que viste y calza—Ella me respondió con su típica sonrisa.

La abracé y la saludé con un beso en la mejilla, tenía días de no verla y me hacía mucha falta.

—Debo demandarte por abandono de hogar, se supone que estás peleada con Calle, no conmigo, no he recibido ningún mensaje o llamada tuya—Laura me reclamó, sentí pena porque ella tenía razón.

—¡Lo siento!…creí que estabas molesta por lo que pasó entre Calle y yo—Reaccioné al darme cuenta que no la había hecho pasar, me disculpé y le pedí que pasará y tomara asiento, me senté al lado de ella para seguir platicando.

—Las dos son unas idiotas, pero a las dos las amo, tú te ganaste mi cariño Poche y sabes que también somos amigas—sentí un calorcito en el pecho al escuchar eso y le sonreí.

—¡Gracias, Lau!—Le di un pequeño abrazo.

—¡Ya estoy listo, perdón por la espera!—Sebas llegó, estaba bien vestido, bien peinado y pareciera que se vació el frasco de loción encima.

Miré a Sebas y después a Laura, hice una cara pícara y fingí aclarar mi garganta.

—Así que…ustedes dos—los señale a ambos y alcé las cejas—van a tener una cita—sonreí pícara, ambos se sonrojaron.

—Emm, sí, bueno queremos conocernos y platicar—Sebas me dijo rascando su cabeza nervioso.

Laura por primera vez en la vida estaba callada.

—Esta bien, cuídense ambos, no olvides llevar condones Sebastián—Les dije con suma maldad.

—¡POCHE!—Dijeron ambos con su rostro que parecía un tomate muy maduro.

—¿Qué?, Solo digo la verdad, Laura es muy imperactiva, así que quizá necesitarás más de un condón Sebas.

—Te estás vengando, verdad Garzón, ¡Pero me la vas a pagar pequeño monstruo! ¡Te daré una mini paliza!—Laura me dijo tomándome de la camisa, pero Sebas la separó de mí.

—Creó que es mejor que nos vayamos—Sebas dijo tomando de la mano a Laura, oww se veían tan tiernos.

—Sí, es mejor, antes de que aparezca un mini cadáver—Laura dijo y yo no podía dejar de reír.

—¡A LAURA LE GUSTAN LAS NALGADAS!.

—¡TE VOY A MATAR POCHE!

Estalle de risa al escuchar a Laura, me puse sería al pensar en que en este momento quisiera estar con mi castaña hermosa, no tienen idea de cuánto la extraño, extraño hasta lo más simple como verla bostezar, restregar sus ojitos o su típico puchero. En fin ésta sería mi noche de mujer soltera, llame a la pizzería y les pedí una pizza extra-grande de pepperoni con queso en la orilla y una coca cola grande, saque el bote de helado y me dispuse a ver la trilogía de la película de, de todos los chicos de los que me enamoré. Me sentía patética al estar viendo películas de amor, acompañada de un bote de helado, le puse pausa a ala película al escuchar que tocaron la puerta.

Mi pequeña delincuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora