Ya no es sólo una misión.

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+18.

Pov Poche

Estábamos ambas disfrutando del mar, no podía creer lo afortunada que soy al tener a Daniela en mi vida. Por un momento me quise olvidar de los problemas y solo disfrutar de su compañía, me acerqué a ella, vi su carita empapada, coloqué mi mano en su mejilla y la acaricie despacio.

—Quisiera congelar este momento para siempre—Le dije sin dejar de ver sus hermosos ojitos.

Se podía escuchar el sonido de la noche y también de las olas del mar, la noche era perfecta, simplemente no había calor ni frío, ella se acercó a mí y rodeo mi cuello con sus brazos.

—Te amo—Ella me dijo y atrapó sus labios con los míos.

Mis manos se posaron es sus caderas, se deslizaban de arriba hacia abajo, relamí los labios de Calle, ella le dio acceso a mi lengua que se encontró con la suya y empezaron a moverse sincronizadamente. Calle alzó su cuello, besé su definida mandíbula y luego baje con besos húmedos a su cuello, pegaba más su cuerpo al mío, ella jadeó en mi boca, estábamos relativamente cerca, su pecho subía y bajaba rápidamente al igual que el mío, la sensación de sentir su piel mojada junto a la mía era única.

—Hazme tuya, porfavor Poche—Calle me susurró al oído, haciendo que mi piel se erizará completamente.

Asentí y deslicé mi mano por su cuello, dejé mi mano por un rato ahí sin ninguna mala intención, mientras veía los lujuriosos ojos avellana de Calle, sus pupilas estaban dilatadas al igual que las mías, sentía mi boca reseca y mi corazón bombeaba rápidamente, apreté uno de los pechos de Calle ”¡Ahhh, siii Poche!”, ella apretó sus ojos y mordió todo su labio inferior, empecé a jugar con sus deliciosos y delicados pezones, los acariciaba y apretaba metiendo la mano por debajo de su sostén, Calle y yo nos habíamos metido en ropa interior a nadar. Calle se aferró a mis hombros, tomé una de sus piernas y la sujeté con mi mano encima de mi cadera, empecé a masajear circularmente su vagina por encima de sus bragas, Calle se aferraba aún más a mis hombros al sentir mis caricias.

—¡Me vuelves loca, Dani!—Le dije en un hilo de voz, mientras disfrutaba de darle placer.

—¡Mmm…sigue amor, no te detengas!—Calle chilló de placer.

Removí sus bragas y metí mis dedos entre sus pliegues y moviendolos de arriba hacia abajo, luego coloqué mis dedos en su entrada y los empujé, empecé a embestirla despacio, sentía que mi corazón se saldría de mi pecho, estaba demasiado excitada en este momento, Calle me hace sentir demasiado caliente. Aceleré mis movimientos y la embestí más rápido y con más fuerza, Calle emitía sonidos de placer, no dejaba de gemir cerca de mi oído, lo que hacía que me volviera loca, sentí como sus paredes empezaron a contraerse y podía sentir sus espasmos.

—¡Ahh…poche!—Calle gimió pausadamente, cuando llegó a su clímax.

Nos separamos lentamente, nos miramos a los ojos y sonreímos en complicidad.

—Solo tú haces que me corra de esta forma tan placentera—Calle me dijo recostado su cabeza en el hueco de mi cuello.

Acaricie su espalda de arriba hacia abajo y besé su cabeza.

—Me complace hacerlo, amor. Pero ya es hora de irnos, debemos dormir un poco y salir muy temprano para estar a tiempo en el bar—Le dije en un tono sereno, ella se separó de mí, me miró a los ojos y hizo un puchero.

—No quiero irme amor, no quiero ir al infierno que nos espera—Calle me confesó con miedo en su voz.

Tomé sus dos mejillas entre mis manos y le hablé.

—Debemos ser muy valientes, no será fácil, pero tampoco imposible, así que recuerda que pasé lo que pasé siempre estaré contigo y nuestro amor siempre va a prevalecer.

Calle asintió y luego nadamos para llegar a la orilla del mar, tomamos nuestra ropa y nos vestimos rápidamente, cuando ya estábamos listas empezamos a caminar para llegar al hotel.

_______________

Nos subimos al auto, decí que yo iba a manejar para que Calle pudiera descansar un poco más, ella estaba dormida a mi lado, su cabeza estaba apoyada en la ventana, se veía tan linda, sonreí sin poder creer lo afortunada que soy. Laura y Sebas nos desearon suerte, ellos iban a salir más tarde  del hotel, me dijeron que iban a pedir un taxi para que nosotros estuvieramos más tranquilas. Coloqué en el Waze la dirección que Cataleya me dió, me sentía un poco nerviosa pero sabía que debía tranquilizarme y darle seguridad a Calle de que todo estará bien.

Llegue a la dirección del bar que me dijo Cataleya, debo decir que el bar aún estaba retirado de la ciudad, su aspecto era normal, como de cualquier bar de mala muerte.

—Calle, amor—empecé acariciar su rostro para despertarla—ya estamos acá, mi amor, despierta porfavor.

Ella abrió lentamente sus ojitos, los restregó y sacudió su cabeza.

—Vamos—ella me pidió seguido de un bostezo.

Apague el auto, salí y me apresure para abrirle a Calle, ella aún tenía sueño, me provocaba ternura verla así.

Tome la mano de Calle y caminamos cautelosamente hasta la entrada del bar, al llegar me di cuenta que Alejandro nos estaba esperando en la puerta del bar, el nos saludo muy serio, abrió la puerta y nos pidió que entramos, por dentro el bar lucia bien para ser sincera, no era tan grande ni tan pequeño, solo habían un par de borrachos bebiendo cerveza. Calle y yo caminamos buscando a Cataleya con la mirada hasta que la encontramos bebiendo una copa de vino, cuando ella se percató de nuestra presencia se puso inmediatamente de pie, vio mi mano entrelazada con la de Calle y hizo una mueca, pero luego se acercó a saludarnos y a pedirnos que tomáramos asiento. Cataleya nos preguntó si deseábamos algo de tomar, pero negamos rápidamente.

—Bien…¿Qué pasa?—Le pregunté a Cataleya, ella soltó un suspiro profundo, tomo de su copa de vino y me miró preocupada.

—El Lion regresó—Calle y yo nos vimos entre nosotras—lo conozco y si regreso antes de tiempo es porque trama algo, además que ya sabe que estás fuera de prisión, Majito y me volvió amenazar que no quiere que me acerque a ti, él…él me dijo que te iba a matar si volvía contigo y además Josh se quejó de que le robaste a Daniela.

Exhale abruptamente al escuchar eso, las cosas por lo visto estaban más complicadas de lo que pensé.

—Él Lion tiene que pagar por lo que me hizo, no estaré tranquila hasta verlo tras las rejas o tirado muerto en el piso—Solté con repudió.

—Amor…—Calle me dijo preocupada por lo que acabo de decir.

—Entiéndeme amor, esto ya no es sólo una misión para mí, es una venganza, debo hacer justicia por lo qué me hizo, el tiempo que pase en prisión, el haber perdido a mi familia, a mis amigos—Miré a Cataleya y ella desvío su mirada de la mía—¡Todo! Lo perdí todo, así que Cataleya, dime ¿Cual es el plan?—Le pregunté.

Cataleya bebió nuevamente de su copa de vino y se dispuso hablar.

—¡Ok!, Pongan atención porque el plan va a ser el siguiente…

¡Buenas bebés!

Empieza lo intenso, les dejo este capítulo y mañana vuelvo actualizar.

Las quiero ❤️

Mi pequeña delincuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora