2º Llamada: Atendida

432 83 19
                                    

—Hola.

— ¿Cómo te llamas?

—Min Yoonji.

— ¿Cuántos años tienes?

—Veintiocho.

—Eres joven—Agrega sorprendida —. ¿Cómo te sientes?

—Bien.

—Una chica coreana de veintiocho años que llama a la una de la madrugada a una... "Línea suicida" está bien.

Maldijo entre dientes, Jimin es tan-

—No es una línea suicida percé. Trabajo en una, pero este es mi teléfono personal—advierte—. No te grabo. Nadie va a oírte excepto yo. Así que cuéntame, Yoonji, qué sucede para que te dieran mi número.

Guarda silencio un instante. Aquella persona suena muy dulce. Dispuesta a oírla y no juzgarla por ello.

—Quiero morir.

— ¿Tomaste ya esa decisión? ¿Quieres sólo explicarlo para hacerlo? ¿Tienes perro o mascotas?

—No. Mi amiga se lo llevó para cuidarlo porque yo no puedo.

—Tienes una buena amiga ¿Cómo se llama?

—Jimin.

— ¿Es sólo una amiga? ¿O es algo más?

La naturalidad de la pregunta le trajo extrañeza y calma.

—Fuimos novias hace unos años. No duró. No lo hice funcionar.

— ¿Segura que fue tu culpa?

— Sí.

— Por qué.

—No la quise lo suficiente. Ni siquiera era bisexual o lesbiana. Solo lo hice porque creí que ella lo necesitaba. Estaba mal y solo me tenía a mí.

Jimin es seis años menor, para ese momento ella tenía dieciocho. Su vida estaba hecha un desastre y solo atinó a apoyarse de todas maneras en su Unnie. Recuerda mucho su aspecto deteriorado, triste; la manera en que se desesperaba por tener contacto pues así sentía un afecto y apoyo más fuerte. Sus padres la habían botado de casa al saber su orientación sexual y no tenía a donde ir o pedir ayuda.

—Aun así sigue siendo parte de tu vida.

—No sabe guardar rencor.

—O a pesar de todo sí la quisiste lo suficiente. Lo suficiente para apartarla sabiendo que estas mal y de esa manera no ibas a poder auxiliarla si ocurría una desgracia. Realmente aun la quieres mucho ¿Cierto?

—Sí.

— ¿Es un motivo por el cual hablamos aun? Suenas decidida a hacerlo.

—Quiero una razón para no saltar. Yo... quiero... —Le cuesta tanto explicarlo que la calmada y grave voz al otro lado la interrumpe con amabilidad. Casi afectuoso.

Tranquila. Entiendo que quieres—afirma. Escucha un ligero roce, como si estuviera acomodándose—. Esa chica, Jimin, es feliz ¿No?

—Sí. Encontró a quien sí la puede ayudar.

—Y sigue a tu lado, preocupada por ti.

—Sí.

— ¿Alguien más? Tu familia, tus amigos.

—Solo tengo a Jimin y a mi perro. Los demás... No les importa.

Suicide Line || NamGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora