22º Llamada: Mal rato provocado

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Bufa acomodando un mechón corto de su cabello. Ya van cinco minutos pasados de la hora que acordaron y aunque es una tontería, la molesta mucho porque tiene que aguardar con una llovizna encima. Da algunos zapateos y juega con la punta del vestido. La alegra que a Yoonji le gustara y al mismo tiempo, lograra confundirla más.

Tal vez es de esa clase de amigas que dicen "te cogería" cuando ven a sus amigas siendo lindas, Yoonji no paró en ningún momento de verla con la boca entreabierta. Como si estuviera hipnotizada mirándola y resultaba conciliador para la confianza. Vuelve a bufar. Ya van diez minutos. Su cita no aparece y para peor la lluvia aumento un poco la fuerza.

Todo esto estaría mejor si simplemente hubiera ido ella a sola. En su auto. Lo iba a buscar si hace falta. Pero no, tiene que ser él quien conduzca... suspira y casi da un salto de celebración al ver que finalmente llegó. Sube al auto tras cerrar el paraguas. Saluda tragándose la queja que quiso dar. No hay porque iniciar tan mal. Quizá fuese un retraso de lo más normal dado el clima que hay hoy.

Tampoco hay motivo para ser exagerada u odiosa.

—Hay tráfico en todos lados, dudo que podamos llegar rápido—Comunica, justo cuando entran en una fila de autos detenidos. Namkyung tuvo cierta dificultad para cruzar la pierna. El asiento está muy adelante—. Bonito vestido.

—Gracias—Sonríe—. Hay un poco de lluvia y todo se vuelve un desastre últimamente.

—Sí. Es agobiante.

Namkyung frunce ligeramente las cejas ¿Por qué tiene la mano de Jaesang en la pierna? Con discreción cambia la pierna que tiene cruzada y así apartarlo. Con suerte, capte la indirecta, si lo hace de nuevo, se lo diría de frente para que no moleste. En caso de tomarse mal su respuesta se va de ahí así tenga que hacerlo caminando bajo una tormenta. No le importa.

— ¿Crees que si nos dé para llegar a la película? Es en mucho rato, pero es lo único que me preocupa. —Jaesang incluso apaga el motor porque no avanza nada de nada en ninguno de los lados que hay. Si bien es sábado, no encuentran mucha razón para que haya semejante tráfico. Ni siquiera hay un estreno o concierto importante para excusarlo.

La mala suerte me persigue, es lo único que atina a pensar con el pesimismo queriendo escalar dentro de su cuerpo, mente y alma como un virus.

—En el peor de los casos, podemos comprar más para entrar y cenar si de aquí a una hora no avanzamos mucho. —propone y Namkyung asiente.

— ¿Puedo arrimar el asiento para atrás? Me lastimo las rodillas. —pide con deje penoso.

—Ah, claro.

Respira más tranquila de tener movilidad. No sabe qué clase de acompañantes puede tener para llevar el asiento tan adelante. Aunque si lo piensa mucho, coincide si es alguien como Yoonji o Jimin. Seguro que a ellas no les incomodaría.

—Al menos hoy no trajiste unos tacones gigantes. Con eso sería mucho peor.

—Mejor usar el asiento trasero.

—Eres más larga que el asiento trasero. —ríe.

—Que exageración.

—Es que mira tus piernas y tu torso. Eres larguísima.

—Sí. Lo sé. Hasta mi doctor me lo dice. No me toques.

Por algún motivo le había dado un apretón en el muslo y un toque en el abdomen. De haber subido más ya sería peor y Namkyung fuerza la sonrisa al pedir algo tan sencillo. Apartando la mano tan inquieta. Afortunadamente, después de ese llamado de atención no intentó tocarla el resto del camino.

Suicide Line || NamGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora