Suicide Line || NamGi

13º Llamada: Cosas extrañas

Ordena los papeles que tiene en mano y vuelve a detenerse por el pasillo para cerciorarse de que son los que debe llevar antes de avergonzarse o algo peor. Recuesta de una pared y medita si realmente debe hacer lo que piensa. Han pasado varias semanas. Todo marcha bien, pero como siempre quiere iniciar mil proyectos y por una sola vez quisiera hacerlo en compañía de alguien más.

Una opinión. Una ayuda. Lo que sea. El punto aquí es que quisiera que Namkyung sea ese aporte. Estar las dos involucradas de manera real. Pues los proyectos anteriores han sido ligeramente dispares y cada una va por su lado para luego unirlo como piezas de un rompecabezas que calza, pero no es de los mismos colores.

Reanuda la marcha, bajando incómodamente la camisa que tomó del closet apurada para no llegar tan tarde. Le deja parte del –suave-, abdomen al descubierto. Incluyendo su ombligo. Jimin no había perdido el tiempo en abrazarla y casi derribarla para acostarse ahí. Exhala, se acomoda el pequeño mechón que le molesta en la cara y toca a la puerta.

Espera algunos minutos sin resultado alguno. Qué extraño, yo la vi llegar y no está en ningún otro lado a esta hora... Vuelve a tocar con la impaciencia predominando, con sus ganas de intentar algo distinto diluyéndose muy lentamente. Dando tiempo a que Namkyung responda. Acaba por abrir la puerta al escuchar algo dentro.

—Ya te dije que aquí no, ahora no y definitivamente no.

— ¿Lo dices por la pulga que acaba de llegar o por otra cosa?

—Circula, Jin, ve a hacer lo que sea que tengas que hacer antes que venir a fastidiarme—El hombre se cruza de brazos con gesto impaciente—. No te he llamado por algo. Quiero que te vayas, ahora.

—A ver, Kyung-

—Voy a lanzarte el tacón y sabes que eso implica romperlo tanto a ti como a tu cara.

—Vendré a hablar contigo más tarde, cuando se te pase le efecto del café—Pasa junto a Yoonji y sonríe de forma encantadora, tanto que no parecería que hasta hace un momento estaba jalando a Namkyung de la cara para darle un beso, así como abrirle la ropa—. Lo siento, con permiso. —Yoonji continua con la expresión fruncida ¿Y eso que fue? Cierra la puerta y deja los papeles en el escritorio de Namkyung en tanto que esta se arregla la vestimenta y el cabello en un particular peinado de estilo casi vikingo en su opinión.

— ¿Y todo eso que fue? ¿Eh? ¿Quién es él? —cuestiona confundida y molesta en partes iguales.

—Es mi ex novio.

— ¿Ex?

—Sí. Ex.

—No parece que esté muy consciente de su estatus entonces.

—Bueno es que es una cosa extraña que ni siquiera quiero pensar ¿A qué venias? —pregunta apoyando el codo en la mesa y la barbilla en su mano con gesto sonriente.

—No me voy a quedar tranquila considerando lo que acabo de ver ¿Qué se cree? Si es tu ex ¿Por qué lo dejas comportarse así? No eres dejada, eso ya me lo dejaste claro ¿Qué pasa con él? —pide a tal velocidad y con semejante cara que Namkyung suspira y la desilusión se marca en sus facciones.

—Te conté que me va fatal teniendo parejas ¿Cierto? —asiente con la cabeza—. Bueno... Con Jin fue un poco mejor. Lo conocí en el colegio, por cosas de la vida nos seguimos viendo y me gustaba—Se encoge de hombros—. Es alguien guapo y siempre fue muy atento conmigo, pero...

—Pero...

—Me di cuenta de que por estarlo siguiendo dejaba de lado lo que yo pudiera ser. No usaba tacones, intentaba maquillarme de mil maneras, no ponerme mucho al sol para ser pálida, rizarme el cabello—Rueda los ojos con una sonrisa hastiada—. Usar la ropa que él quería que usara, encorvarme para no ser más alta que él...

Yoonji toma asiento, observando la incomodidad con la que enumera cada cosa que hizo por estar en una relación.

—No le veía lo malo, porque hasta cierto punto sentía que él me hacía un favor estando conmigo... Me sentía muy mal en ese momento y él también lo pensaba. Con el tiempo me di cuenta de ello y cuando empecé a usar lo que me gustaba él se quejaba, me decía que no, incluso pasamos una vergüenza horrible en un restaurante. —silba jugando con su cabello- Después lo dejamos para curarnos en salud.

—Entonces por qué regresa si se supone que lo dejaron. Esa parte aun no la entiendo. No surge una explicación valida.

—Porque a veces quiero estar con alguien, por eso.

Uh, cosa de cama.

—Tenemos buena química. Es todo. No he estado con más nadie así que recurro a él cuando estoy ansiosa. también Porque al no ser novios, empezamos a llevarnos mejor. Maduramos, supongo.

Arruga la cara con disgusto por la idea. Suena más dependiente de lo que debería. Se le hace terriblemente extraño que Namkyung no tenga a nadie interesada en ella. A final de cuentas no es una mujer fea en lo absoluto. Quien tenga esa impresión es ciego, miope, con astigmatismo y un ojo de vidrio mínimo. Namkyung vuelve a acomodarse en su asiento, cruzando una pierna y luciendo coqueta hacia Yoonji.

La forma en que me está viendo es distinto a como miraba a Jin. Hacia el hombre, resultaba casi rabiosa como ver a una fiera dispuesta a morder a donde sea con tal de causar daño y la muerte si es que se encuentra la opción. Ahora es una mirada brillante y dulce, como una adolescente de quince años viendo a su más grande enamoramiento platónico.

Cosa que no tiene mucho sentido porque la está viendo a ella y bueno ¿Quién la vería así? Namkyung también tiene una tuerca floja, aunque eso ya lo sabía desde antes. No debería ni siquiera sorprenderse.

— ¿Y bien? ¿Para qué viniste? ¿necesitas algo? —interroga servicial.

—Eh- ¡Ah! Sí, eso... Umm... —Rasca tras su oreja con timidez. Tanto detallarla la hizo perder su propio punto y la valentía a que había acumulado de camino. Namkyung espera paciente que le dé su respuesta—. Quiero... Quiero hacer un Mixtape nuevo o una canción, lo que sea. No estoy muy seguro de eso ahora, solo que... me gustaría que me ayudaras s-si no te molesta.

— ¡Oh~! —se recuesta en su asiento, inclinando la silla hacia atrás—. Suena interesante ¿Trajiste todo lo que tienes o también vamos a discutir eso? Me gusta trabajar con otros. Es divertido.

El tema de Jin no se volvió a tocar. Por el contrario, estuvieron horas hablando de canciones, organización, melodías, instrumentos y demás con referencia a la posibilidad de hacer un álbum juntas. Así sea más de Yoonji que de Namkyung. Por un momento, en el que Namkyung se queda leyendo, no sabe si considerar esto una suerte de que quiera iniciar algo así o que simplemente aceptó por tratarse de ella.

Es un misterio que para Yoonji no tiene respuesta.

—Por cierto, esa camisa te queda linda. —elogia.

—Estoy gordo.

—Claro que no, estás cachetona—La toma de la cara y hunde suavemente—. Quiere decir que te estas alimentando y eso está muuuuuuuuy bien—Extiende sonriente, con sus hoyuelos marcándose—. Todos necesitamos pancita. Sobre todo, quienes tenemos perros ¿Dónde se van a acostar si no es ahí? —Se le escapa una risa. Ese argumento le parece perfectamente válido.

— ¿Tú tienes panza?

—Puedo ser tu almohada cuando quieras.

Guiña y sopla un beso antes de ponerse tímida y bajar la mirada. Yoonji piensa en que Jimin le ha dicho eso en broma muchas veces. Un gesto de amistad y confianza. Una que en teoría comparte con Namkyung. Sin embargo, en este momento es un poco más insinuante. Al menos de esa manera lo siente. Aprieta los papeles con la misma timidez.

—Tal vez trabajando se dé la oportunidad.

Namkyung deja caer la cabeza en el escritorio. Yoonji es la criatura más linda del planeta. Tiene pruebas y cero dudas al respecto. Levanta el pulgar al respecto y Yoonji vuelve a reír, mostrando gummy smile en todo su esplendor y sacándole una sonrisa a Namkyung por igual. A pesar de que se fue, se volvieron a ver a la hora del almuerzo. Con Jimin en cauteloso silencio asegurándose de que la interacción continúe.