Suicide Line || NamGi

11º Llamada: Tacto suave

—No soy peluquera, así que deberías ir después cuando esté un poco menos extraño para que lo dejen bien arreglado.

—Aja...

—Aunque creo que te sienta muy bien el estilo ¿Tú qué opinas?

Se mira al espejo un instante. Es la primera vez que tiene le cabello así de corto. Un corte propiamente de hombre si se le toca catalogarlo. Inclina la cabeza ligeramente. No sabe que pensar al respecto. Está acostumbrada al corte cuadrado con fleco. Este cambio es extraño. Namkyung sonríe, con su mejilla poseyendo el hoyuelo.

Namkyung saca la máquina de afeitar y hace a Yoonji baja la cabeza. Pasa con cuidado el aparato para dejar más parejo allí. Que tenga mejor forma. Saca la lengua y frunce el entrecejo. Con cuidado de no cortarla. Ya tiene muchos cortes encima como para empeorarlo de esa manera tan ridícula. Al conseguir su objetivo se percata de que podría rebajar más.

— ¿Quisieras que corte aquí también? —pregunta acariciando los costados y Yoonji murmura en afirmativa de forma apenas audible. Namkyung le está dando sueño de lo suave que es al manipularla.

Una gigante tierna.

Para cuando termina, Yoonji da cuenta del undercut marcado con el que queda. Corte que usan muchos Idols masculino. Posiblemente el más típico. Se lleva el cabello hacia adelante, lo revuelve y soba su cuello. Sí. Definitivamente será muy extraño. Se sorprende por un repentino abrazo por la espalda de parte de Namkyung.

—Sigues viéndote adorable, lo siento—ríe apretujando a la más bajo—. Ahora... a juzgar por el agua en el suelo, la olla y todo lo demás, asumo que no has comido nada—Niega con la cabeza—. Bien. Te haré de comer y luego me voy. —informa saliendo del baño en dirección a la cocina. Yoonji la sigue a paso lento. Toma asiento en la mesa de la cocina.

— ¿Sabes cocinar?

—Algo así. Lo suficiente para hacerte una sopa y que no te mueras en lo que te recuperas de esas heridas. Ni se te ocurra ir a trabajar mañana. —Advierte revisando todo lo que hay. Si está todo tan lleno puede adjudicárselo a Jimin. No tiene pinta de que Yoonji se preocupe por comprar de forma tan organizada esa despensa y refrigerador lleno.

—Yo—Traga y Namkyung voltea a verla—. Lo siento.

—Tranquila. No te disculpes, sino contigo misma por hacerte eso. Es horrible como te lastimas y pides disculpas a quien te curó y no a ti por haberlo ocasionado en primer lugar.

Frunce el entrecejo y aprieta las manos en su regazo, baja la mirada y se encoge un poco en sí misma. Abochornada y con ganas de llorar. Namkyung está consiguiendo que se sienta peor a pesar de que esa no es su intención. Tras poner todo en orden para que se cocine se acerca a Yoonji, ladea la cabeza con expresión apenada.

—Entiendo que no quieras que te traten de loca. Nadie lo quiere, pero eso no es así. Sin embargo, necesitas ayuda porque esto no puede continuar.

—Y-ya lo sé.

Lo sabe y no quiere hacer nada. Namkyung la hace levantar el rostro.

—¿Por qué te desprecias tanto? ¿Por qué odias tanto tu cuerpo para herirlo de esa manera tan horrible? A que le guardas rencor para llenar de cicatrices lo más preciado que tienes que es a ti misma.

Que se ponga en un plan tan profundo y filosófico solo ayuda a que tenga más ganas de llorar. Es muy injusto. Lo peor del caso es que ni siquiera sabe cómo explicarse. Que decirle para que entienda. Niega con la cabeza, apretando los labios ¿Para qué? Seguro la tachará de loca. Es mejor así. Que sea un arranque, echarle la culpa a la depresión y que el medicamento no es tan efectivo como debería serlo.

Lo peor del caso es que Namkyung le cree. Llega a generarle un vacío en el estómago que crea tan ciegamente en su excusa. Que le está siendo sincera o que finja creerle para hacerla sentir aún más culpable de sus mentiras. Es tan lioso. Le empieza a doler la cabeza.

Namkyung pone un plato de sopa frente a ella y admite que sabe un poco mal, no sabe si es porque está pasada de condimento o demasiado caliente y le destrozaron las papilas gustativas. La come de todos modos. Ya la hizo perder le tiempo en prepararla a final de cuentas. Despreciarlo es poco considerado de su parte. Al terminar frunce los labios, arrugando ligeramente la cara.

— ¿Esto fue un castigo? Se sincera. Se sintió así. —bromea, con la ansiedad siendo un fastidio y queriendo relajar un poco el ambiente extraño. Namkyung gorgorea antes de echarse a reír, negando con la cabeza y el cabello suelto nuevamente.

—No era la intención en lo absoluto. No sé mucho de cocina para serte sincera. Y muy desastrosa. Hasta ahora es un milagro y misterio al mismo tiempo que no me haya quedado sin dedo. —Muestra sus manos. Apenas tienen marcas notables de cortes antiguos.

— ¿Cómo demonios sobrevives entonces? ¿Eres capaz de resistir los desechos radioactivos que produces?

—Algo así. Me da más pena por Rapmon—Ambas se asoman para ver al par de mascotas. Rapmon había ladrado mucho al encontrarse con Holly, pasado el rato tan solo se quedan viendo fijamente. En una especie de cómico duelo en el que prueban quien va a perder o ganar—. Él es quien se come los restos una vez termino.

—Mis condolencias a sus estómagos—Continúa con la broma—. Yo... De verdad, gracia por venir.

—No hay de qué. Para lo que necesites.

—No te asustes. Ya me curaste los brazos. Tampoco es que me disguste que me toquen. Solo es... raro en multitudes.

Namkyung la abraza y apretuja, Yoonji no sabe que sentir con ello, con su cabeza totalmente apoyada en el pecho voluptuoso de Namkyung. Es muy cálida, le produce sueño la forma en que huele, lo suave que se sienten sus brazos y piel en general. Suspira agotada. Quiere dormir y no levantarse en un día o más.

—Bueno~ me voy a pasar el resto de mí día libre vagando. Mañana no vayas a trabajar y llámame si tienes algún problema de nuevo ¿Vale? —Asiente con la cabeza, teniendo la boca entre abierta y expresión adormilada—. Bien. Cuídate, pasa buena tarde. Van a pasar una buena película a las cinco, podrías verla y nos pasamos mensajes con lo que vaya pasando. Dicen que es divertido, aunque no he podido experimentarlo con nadie. Hasta luego.

Con eso se va. Yoonji recuesta la mejilla en la mesa, Namkyung es muy tierna. Quizá demasiado para su propio bien. Se pregunta cómo logra ser así. Mira sus brazos vendados, recordando el esmero que puso para que fuese adecuado para la herida. Suspira y levanta de la mesa. Echada en el sofá el resto de la tarde y recibiendo mensajes de Namkyung con respecto a la película que también está viendo con ella.

Alfinal fue una bonita tarde, ambas viendo la televisión echadas en el sofá consus respectivos animales de compañía descansando a un costado. Sea en el sofá oal lado de este. Luego de eso no reacciona al mundo y duerme como piedra hastael día siguiente. Tal como lo necesitaba.