(VIOLET)
Durante las dos semanas siguientes Harry parecía preocupado, le había mandado una contestación a Sirius y Hedwig aún no había regresado. Por otro lado, las clases se estaban haciendo más difíciles y duras que nunca, en especial la de Defensa Contra las Artes Oscuras. Para nuestra sorpresa, el profesor Moody anunció que nos echaría la maldición imperius por turno, tanto para mostrarnos su poder como para ver si podiamos resistirse a sus efectos.
-Pero... pero usted dijo que eso estaba prohibido, profesor- le dijo una vacilante Hermione, al tiempo que Moody apartaba las mesas con un movimiento de la varita, dejando un amplio espacio en el medio del aula -Usted dijo que usarlo contra otro ser humano estaba...
-Dumbledore quiere que les enseñe cómo es- la interrumpió Moody, girando hacia Hermione el ojo mágico y fijándolo sin parpadear - Si alguno de vosotros prefiere aprenderlo del modo más duro, cuando alguien le eche la maldición para controlarlo completamente, por mí de acuerdo. Puede salir del aula -Señaló la puerta con un dedo nudoso.
Hermione se puso muy colorada, y murmuró algo de que no había querido decir que deseara irse.
Moody empezó a llamar por señas a los alumnos y a echarles la maldición imperius. Uno tras otro, mis compañeros hacían las cosas más extrañas bajo su influencia: Dean Thomas dio tres vueltas al aula a la pata coja cantando el himno nacional, Lavender Brown imitó una ardilla y Neville ejecutó una serie de movimientos gimnásticos muy sorprendentes, de los que hubiera sido completamente incapaz en estado normal. Ninguno de ellos parecía capaz de oponer ninguna resistencia a la maldición, y se recobraban sólo cuando Moody la anulaba.
-Potter- gruñó Moody -ahora te toca a ti.
Harry se adelantó hasta el centro del aula, en el espacio despejado de mesas.
Moody levantó la varita mágica, lo apuntó con ella y dijo -¡Imperio! Salta a la mesa... salta a la mesa...- ordenó.
Harry reflexionó las rodillas pero no se movió más. Moody volvió a dar la orden pero de nuevo Harry no se movió aunque parecía muy tenso y por último término estrellado su cabeza contra la mesa.
-Bien, ¡por ahí va la cosa!- gruñó la voz de Moody -¡Miren esto, todos ustedes... Potter se ha resistido! Se ha resistido, ¡y el condenado casi lo logra! Lo volveremos a intentar, Potter, y todos los demás presten atención.
Después de aquello Moody lo dejo volver a su lugar y fijó ambos ojos en mí -Tu no pasaras, Moon... Me han contado de tu condición y esto podría ser demasiado para tu cuerpo.
Todos los alumnos de cuarto habíamos apreciado un evidente incremento en la cantidad de trabajo para aquel trimestre.
-¡Están entrando en una fase muy importante de vuestra educación mágica!- declaró la profesora McGonagall después de recibir algunas quejas -Se acercan los exámenes para el TIMO.
-¡Pero si no tendremos el TIMO hasta el quinto curso! -objetó Dean Thomas.
-Es verdad, Thomas, pero créeme: ¡tienen que preparase lo más posible!
La señorita Granger sigue siendo la única persona de la clase que ha logrado convertir un erizo en un alfiletero como Dios manda.A Harry, Ron y a mi nos costó contener la risa en la siguiente clase de Adivinación cuando la profesora Trelawney nos dijo que nos había puesto sobresaliente en los trabajos. Leyó pasajes enteros de nuestras predicciones, elogiándonos por la indiferencia con que aceptaban los horrores que nos deparaba el futuro inmediato.
El profesor Binns, el fantasma que enseñaba Historia de la Magia, nos mandaba redacciones todas las semanas sobre las revueltas de los duendes en el siglo XVIII; el profesor Snape nos obligaba a descubrir antídotos, y nos lo tomamos muy en serio porque había dado a entender que envenenaría a uno de nosotros antes de Navidad para ver si el antídoto funcionaba; y el profesor Flitwick nos había ordenado leer tres libros más como preparación a su clase de encantamientos convocadores.
ESTÁS LEYENDO
¿Violet? y el cáliz de fuego.
FanficViolet a pasado de ser ella a una mezcla extraña de dos personalidades. Ni ella misma entiende que esta pasando y de pronto ya esta envuelta en más problemas, como la inminente aparición de una extraña mujer y la complicación de un torneo peligroso...