(VIOLET)
Soltar los brazaletes había sido una pésima idea, después de hacerlo había entendido muy bien su función. De alguna manera tenerlos mantenía mi forma y evitaba que me dispersara por toda el agua del lago. Había pasado bastante tiempo cuando por fin logré arrastrarme a la orilla del lago donde había dejado mis cosas, aún estaba hecha de agua y de nuevo tenía los brazaletes en su lugar. Me tomó otros minutos más volver a mi cuerpo y aún tenía miedo de quitarme los brazaletes así que los deje en su lugar, me puse mi ropa, tome el anillo plateado y me lo puse para no perderlo y de esa forma volví tan rápido como pude al castillo.
Como era de costumbre las personas se arremolinaban alrededor de los campeones solo que esta vez parecía que Ron también compartía un poco de protagonismo, al principio su versión parecía ser la verdad, una semana después, sin embargo, Ron contaba un emocionante relato de secuestro en el que se enfrentaba él solo a cincuenta tritones armados hasta los dientes, que habían tenido que reducirlo antes de poder atarlo.
Hermione estaba muy irritable porque le tomaban mucho el pelo a propósito de que fuera ella la persona a la que Viktor Krum más valoraba.
Y gracias a todo eso nadie había parecido notar mi ausencia durante la prueba lo que me salvó de tener que mentir.
Había empezado marzo, y el tiempo se hizo más seco, pero un viento terriblente frío me hizo utilizar el dobre de ropa de abrigo.
La lechuza parda que Harry había enviado a Sirius con la fecha del permiso para ir a Hogsmeade volvió el viernes por la mañana a la hora del desayuno con la mitad de las plumas revueltas. La carta de Sirius era casi tan corta como la anterior:
Vayan al paso de la cerca que hay al final de la carretera que sale de Hogsmeade (más allá de Dervish y Banges) el sábado a las dos en punto de la tarde. Lleven toda la comida que puedan y a Cora.
-¡No habrá vuelto a Hogsmeade!- exclamó Ron, sorprendido.
-Yo creó que si- como ya era costumbre Cora apareció de algun lugar, pareció averiguar de inmediato de lo que hablábamos y se sentó junto a Hermione.
-No puedo creerlo- dijo Harry muy preocupado- Si lo atrapan...
-Hasta ahora no lo han conseguido- le recordó Ron -Y el lugar ya no está lleno de dementores.
Durante la última clase de la tarde del viernes, doble hora de Pociones, Malfoy, Crabbe y Goyle habían formado un corrillo a la puerta de la clase con la pandilla de chicas de Slytherin a la que pertenecía Pansy Parkinson. Todos miraban algo un ejemplar de la revista Corazón de bruja y se reían por lo bajo con muchas ganas.
La cara de Pansy asomó por detrás de la ancha espalda de Goyle y nos vio acercarnos -¡Ahí están, ahí están!- anunció con una risa tonta, y el corro se rompió -¡A lo mejor encuentras aquí algo de tu interés, Granger!- dijo Pansy en voz alta, y le tiró la revista a Hermione, que la cogió algo sobresaltada.
En aquel momento se abrió la puerta de la mazmorra, y Snape los cuatro nos encaminamos hacia el pupitre al final de la mazmorra. En cuanto Snape volvió la espalda para escribir en la pizarra los ingredientes de la poción de aquel día, Hermione se apresuró a hojear la revista bajo el pupitre. Al fin, en las páginas centrales, encontró lo que buscaba. Una fotografía en color de Harry encabezaba un pequeño artículo titulado «La pena secreta de Harry Potter»:
Tal vez sea diferente. Pero, aun así, es un muchacho que padece todos los sufrimientos típicos de la adolescencia, nos revela Rita Skeeter. Privado de amor desde la trágica pérdida de sus padres, a sus catorce años Harry Potter creía haber encontrado consuelo en Hogwarts en su novia, Hermione Granger, una muchacha hija de muggles. Poco sospechaba que no tardaría en sufrir otro golpe emocional en una vida cuajada de pérdidas. La señorita Granger, una muchacha nada agraciada pero sí muy ambiciosa, parece sentir debilidad por los magos famosos, debilidad que ni siquiera Harry ha podido satisfacer por sí solo. Desde la llegada a Hogwarts de Viktor Krum, el buscador búlgaro y héroe de los últimos Mundiales de quidditch, la señorita Granger ha jugado con los afectos de ambos muchachos. Krum, que está abiertamente enamorado de la taimada señorita Granger, la ha invitado ya a visitarlo en Bulgaria durante las vacaciones de verano, no sin antes declarar que jamás había sentido lo mismo por ninguna otra chica. Sin embargo, podrían no ser los dudosos encantos naturales de la señorita Granger los que han conquistado el interés de estos pobres chicos. «Es fea con ganas- nos declara Pansy Parkinson, una bonita y vivaracha alumna de cuarto curso -pero es perfectamente capaz de preparar un filtro amoroso, porque es una sabelotodo. Supongo que así lo consigue.» Como es natural, los filtros amorosos están prohibidos en Hogwarts, y no cabe duda de que Albus Dumbledore estará interesado en investigar estas sospechas. Mientras tanto, Cora Fraser no puedemás que mirar a la distancia como una candidata tan poco digna le quita la atención de su amado Harry Potter.
Pero eso no fue todo lo ocurrido en Hogwarts, por fin la misteriosa campeona fantasma hizo su aparición estelar consiguiendo la puntuación de cuarenta puntos durante la segunda prueba. El tribunal pareció inutil ante su inminente aparición en la que le regaló una brillante sonrisa y encantador saludo a sus múltiples admiradores para después desaparecer velozmente. Esperamos con ansias que nos sorprenda con su presencia en la última prueba.
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¿Violet? y el cáliz de fuego.
FanfictionViolet a pasado de ser ella a una mezcla extraña de dos personalidades. Ni ella misma entiende que esta pasando y de pronto ya esta envuelta en más problemas, como la inminente aparición de una extraña mujer y la complicación de un torneo peligroso...