(VIOLET)
Todos se levantaron tarde el 26 de diciembre. La sala común de Gryffindor se encontraba más silenciosa de lo que había estado últimamente. El pelo de Hermione volvía a estar tan enmarañado como siempre, y ella confesó que había empleado grandes cantidades de poción alisadora; pero era demasiado lío para hacerlo todos los días, añadió con sensatez mientras rascaba detrás de las orejas a Crookshanks, que ronroneaba. Ron y Hermione parecían haber llegado al acuerdo de no tocar más el tema de su disputa. Volvían a ser muy amables el uno con el otro, aunque algo formales.
Ron y Harry nos pusieron al tanto de la conversación que habian escuchado entre Madame Maxime y Hagrid, pero Hermione no pareció encontrar tan sorprendente la noticia de que Hagrid era un semigigante y yo ni siquiera sabía porque tendría que parecerme sorprendente.
Pesaron los dias entre trabajos y tareas atrasadas y así llegó el primer día del segundo trimestre, y de nuevo comenzó mi apreciada rutina de clases con el habitual peso de los libros, pergaminos y plumas. Harry por su parte de nuevo parecía a punto de vomitar en cualquier momento por culpa de la preocupación, cada dia estaba mas cerca el segundo desafió y el no estaba cerca de resolver el enigma del huevo.
Todavía había una gruesa capa de nieve alrededor del colegio, y las ventanas del invernadero estaban cubiertas de un vaho tan espeso que no se podía ver nada por ellas en la clase de Herbología. Con aquel tiempo nadie tenía muchas ganas de que llegara la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, aunque, como dijo Ron, los escregutos seguramente los harían entrar en calor, ya fuera por tener que cazarlos o porque arrojarían fuego con la suficiente intensidad para prender la cabaña de Hagrid. Sin embargo, al llegar a la cabaña de Hagrid encontramos ante la puerta a una bruja anciana de pelo gris muy corto y barbilla prominente.
-Dense prisa, vamos, ya hace cinco minutos que sonó la campana- nos gritó al vernos acercarnos a través de la nieve.
-¿Quién es usted?- le preguntó Harry mirándola fijamente -¿Dónde está Hagrid?
-Soy la profesora Grubbly-Plank- dijo con entusiasmo -la sustituta temporal de su profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas.
-¿Dónde está Hagrid?- repitió Harry.
-Está indispuesto- respondió lacónicamente la mujer.
La risa fastidiosa de Draco que llegaba a nuestras espaldas se hizo notar. Estaban llegando junto al resto de los de Slytherin. Todos parecían contentos, y ninguno se sorprendía de ver a la profesora GrubblyPlank.
-Por aquí, por favor- les dijo ésta, y se encaminó a grandes pasos hacia el potrero en que tiritaban los enormes caballos de Beauxbatons.
La seguimos y al mirar atras hacía la cabaña de Hagrid note todas las cortinas corridas.
-¿Qué le pasa a Hagrid?- preguntó Harry, apresurándose para poder alcanzar a la profesora Grubbly-Plank.
-No te importa- respondió ella, como si pensara que él trataba de molestar.
-Sí me importa- replicó Harry acalorado- ¿Qué le pasa?
La bruja no le hizo caso. Nos condujo al otro lado del potrero, donde descansaban los caballos de Beauxbatons, amontonados para protegerse del frío, y luego hacia un árbol que se alzaba en el lindero del bosque. Atado a él había un unicornio grande y muy bello. Muchas de las chicas gritarom de emoción al ver al unicornio.
-¡Qué hermoso!- susurró Lavender Brown -¿Cómo lo atraparía? ¡Dicen que son sumamente difíciles de coger!
El unicornio era de un blanco tan brillante que a su lado la nieve parecía gris. Piafaba nervioso con sus cascos dorados, alzando la cabeza rematada en un largo cuerno.
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¿Violet? y el cáliz de fuego.
FanficViolet a pasado de ser ella a una mezcla extraña de dos personalidades. Ni ella misma entiende que esta pasando y de pronto ya esta envuelta en más problemas, como la inminente aparición de una extraña mujer y la complicación de un torneo peligroso...