14. Cinco campeones.

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(VIOLET)

Harry permaneció sentado y todos en el gran comedor lo miraban. Otros pocos buscaban a la tal Azori Young.
Nadie aplaudía. Un zumbido como de abejas enfurecidas comenzaba a llenar el salón. Algunos alumnos se levantaban para ver mejor a Harry, que seguía inmóvil, sentado en su sitio.

En la mesa de los profesores, la profesora McGonagall se levantó y se acercó a Dumbledore, con el que cuchicheó impetuosamente. El profesor Dumbledore inclinaba hacia ella la cabeza, frunciendo un poco el entrecejo.

Harry se volvió hacia Ron, Hermione y yo.

-Yo no puse mi nombre- dijo Harry, totalmente confuso -Ustedes lo saben.

Hermione y Ron le devolvieron la misma mirada de aturdimiento.

-Lo sabemos, Harry- le susurre y tome su brazo por que sentía que anté la presión podría colapsar en cualquier momento.

En la mesa de los profesores, Dumbledore se irguió e hizo un gesto afirmativo a la profesora McGonagall.

-¡Harry Potter!- llamó -¡Harry! ¡Levántate y ven aquí, por favor!

-Vamos- le susurró Hermione, dándole a Harry un leve empujón.

Harry se puso en pie, se pisó el dobladillo de la túnica y se tambaleó un poco. Avanzó por el hueco que había entre las mesas de Gryffindor y Hufflepuff..

-Bueno... cruza la puerta, Harry- dijo Dumbledore, sin sonreír.

Harry pasó por la mesa de profesores. Hagrid, sentado justo en un extremo, no le guiñó un ojo, ni levantó la mano, ni hizo ninguna de sus habituales señas de saludo. Parecía  completamente aturdido y, al pasar Harry, lo miró como hacían todos los demás. 

-¡Azori Young!- volvió a llamar Dumbledore pero en este caso nadie se levantó y todos buscaban de un lado a otro y entre los alumnos de los otros colegios. Dumbledore hablo un momento con los otros directores y sin decir más los ojos de Dumbledore se posaron en mí.

Pasaron otro par de minutos y finalmente Dumbledore me hizo un leve gesto con la mano para que me acercará y eso hice.

Me moví entre las mesas dejando mi gruesa capa a cargo de Hermione y llegué hasta donde se encontraban los tres directores.

-Violet- me dijo Dumbledore -necesitaremos tu apoyó con algunas cosas que te explicaré más adelante... por favor pasa con los campeones.

Asentí con suavidad y me dirigí hacía la misma puerta que había atravesado Harry.

Al entrar me encontré en una sala más pequeña, decorada con retratos de brujos y brujas. Delante mío estaba Harry de pie y completamente inmóvil y delante de el habia una chimenea en la que crepitaba un fuego acogedor.

En cuanto cerré la puerta tras de mi todas las caras se volvieron hacía mi.

-¿Violet? - susurro Harry -No me digas que tu...

Viktor Krum, Cedric Diggory y Fleur  Delacour estaban junto a la chimenea. Con sus siluetas recortadas contra las llamas, tenían un aspecto curiosamente imponente.

Krum, cabizbajo y siniestro, se apoyaba en la repisa de la chimenea, ligeramente separado de los otros dos y se me quedó viendo fijamente sin parpadear.

Cedric, de pie con las manos a la espalda, observaba el fuego.

Fleur Delacour nos miró y volvió a echarse para atrás su largo pelo plateado -¿Qué pasa? -preguntó, creyendo que habíamos entrado para transmitirles algún mensaje -¿Quieguen que volvamos al comedog?

¿Violet? y el cáliz de fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora