¿Violet? y el cáliz de fuego.

34. ¿Violet?

(VIOLET)

Desperté con un terrible dolor de cabeza que me hizo quejarme mientras me incorporaba hasta quedar sentada. Otra vez estaba en la enfermería.

-¡Por fin!- gritó la señora Pomfrey corriendo hasta donde me encontraba  -¿Cómo te sientes? No pude hacer mucho contigo debido a ese veneno que parece generar tu cuerpo.

La aparte con fastidio, tratando de no ser brusca -¿cuánto tiempo llevó dormida?- mi voz era apenas un susurro y se me hacía raro escucharla.

-Poco más de una semana- rápidamente volvió a acercarse para revisarme -creí...- su voz tembló un poco -creí que podrías morir... tu cuerpo estaba en muy mal estado, todo ese veneno que te habíamos sacado regreso y todas esas heridas que te hiciste en el laberinto, el profesor Dumbledore dice que debiste estar bajo la maldición imperius.

Cora apareció durante la comida, estaba palida y no parecía haber dormido bien, cuando me miró casí dejó caer un libro que llevaba entré los brazos y se apresuró a llegar hasta mí para examinarme -Violet- dijo -¿cómo te encuentras?

-Despierta- conteste en un susurro y observé la comida ya fría que la señora Pomfrey me había llevado -me siento muy extraña... algo no está bien...- decidí no seguir hablando, Cora parecía tener sus propios problemas.

Cora tomo a Ajenjo de su bolsillo y le dijo algo, el pequeño animal dió um saltó y salió corriendo de la enfermería -más tarde les escribiré una carta a Bill y a Charlie, estaban muy preocupados por ti.

-¿Estas bien, Cora?- pregunte y tome su mano.

Cora me observó de forma extraña -estoy bien... sólo... Cedric....

Fue interrumpida por Harry, Ron y Hermione que entraban por la puerta, Harry llevaba a Ajenjo en el hombro.  Cora soltó mi mano y rápidamente rodeó a los tres chicos para salir del lugar...

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El resto del curso se me permitió asistir a casí todas las clases, aunque fue difícil cumplir con todo sin una varita, .por la noche debía volver a la enfermería. Por muchos días busqué al profesor  Dumbledore pero el siempre me evadia así que no podía hablar con nadie de lo sucedido, todos evitaban el tema y Harry aún estaba muy afectado.

La noche antes del retorno a la madriguera, al preparar mi baúl una certeza llegó a mí cabeza... Violet no era un nombre que yo había tomado al azar, Violet existía y había sido arrancada de mi cuando se habían llevado el collar...

Cuando Harry, Ron, Hermione y yo entramos en el Gran Comedor para el banquete de fin de curso, lo primero que note fue que faltaba la acostumbrada decoración en los colores de la casa ganadora. Aquella noche, había colgaduras negras en la pared de detrás de la mesa de los profesores. Debían ser una señal  de respeto por Cedric. El auténtico  Ojoloco Moody estaba allí sentado, con el ojo mágico y la pata de palo puestos en su sitio. Parecía extremadamente nervioso y cada vez que alguien le hablaba daba un respingo. La silla de Karkarov se encontraba vacía. Madame Maxime seguía allí. Se había sentado al lado de Hagrid. Hablaban en voz baja. Más allá, junto a la profesora McGonagall, se hallaba Snape.

Finalmente el profesor Dumbledore se levantó de su silla en la mesa de profesores. El Gran Comedor quedó en completo silencio -El fin de otro curso- dijo Dumbledore, mirándonos a todos. Hizo una pausa, y posó los ojos en la mesa de Hufflepuff. Aquélla había sido la mesa más silenciosa ya antes de que él se pusiera en pie, y seguían teniendo las caras más pálidas y tristes del Gran Comedor

-Son muchas las cosas que quisiera decirles esta noche- dijo Dumbledore -pero quiero antes que nada lamentar la pérdida de una gran persona que debería estar ahí sentada- señaló con un gesto hacia los de Hufflepuff -disfrutando con nosotros este banquete. Ahora quiero pedirles, por favor, a todos, que se levanten y alcen sus copas para brindar por Cedric Diggory.