26. Las llamas.

5 1 0
                                    

(VIOLET)

-Hay dos posibilidades- dijo Hermione frotándose la frente -o el señor Crouch atacó a Viktor, o algún otro los atacó a ambos mientras Viktor no miraba.

-Tiene que haber sido Crouch- señaló Ron -Por eso no estaba cuando llegaste con Dumbledore. Ya se había dado el piro.

-No lo creo -replicó Harry, negando con la cabeza -Estaba muy débil. No creo que pudiera desaparecerse ni nada por el estilo.

-Hermione nos a dicho que no es posible desaparecerse en los terrenos de Hogwarts- dije y Hermione me miro con una sonrisa, parecía sentirse orgullosa de que alguien lo recordara.

Los cuatro bos habíamos levantado muy temprano y nos habíamos ido a toda prisa a la lechucería para enviar una nota a Sirius. Mis tres amigos estaban pálidos y ojerosos porque se habían quedado hasta bastante tarde hablando del señor Crouch, a mí no me habían despertado para que descansara tranquila.

Observé mi mano un momento, había decidido llevar los dos anillos que me había dedicado a buscar.

-Vuélvelo a contar, Harry -pidió Hermione, sacandome de mis pensamientos -¿Qué dijo exactamente el señor Crouch?

-Ya te lo he dicho, lo que explicaba no tenía mucho sentido. Decía que quería advertir a Dumbledore de algo. Desde luego mencionó a Bertha Jorkins, y parecía pensar que estaba muerta. Insistía en que tenía la culpa de unas cuantas cosas... mencionó a su hijo.

-Bueno, eso sí que fue culpa suya -dijo Hermione malhumorada.

-La mitad del tiempo parecía creer que su mujer y su hijo seguían vivos, y le daba instrucciones a Percy.

-Y... ¿me puedes recordar qué dijo sobre Quien-tú-sabes? -dijo Ron con vacilación.

-Ya te lo he dicho -repitió Harry -Dijo que estaba recuperando fuerzas.

Los tres se quedaron callados.

Océano frotaba su cabeza contra mi brazo para que lo acariciara.

-Si el encuentro con Snape no me hubiera retrasado -dijo Harry con amargura -podríamos haber llegado a tiempo.

-¡A lo mejor no quería que llegaras a tiempo! -exclamó Ron.

-Tenemos que ver al profesor Moody -dijo Hermione -Tenemos que saber si encontró al señor Crouch.

-Si llevaba con él el mapa del merodeador, no pudo serle difícil -opinó Harry.

-A menos que Crouch hubiera salido ya de los terrenos- dije.

Hermione nos calló rápidamente. Se comenzaba a escuchar una conversación cerca del lugar.

-... eso es chantaje, así de claro, y nos puede acarrear un montón de problemas.

-Lo hemos intentado por las buenas; ya es hora de jugar sucio como él. No le gustaría que el Ministerio de Magia supiera lo que hizo...

-¡Te repito que, si eso se pone por escrito, es chantaje!

-Sí, y supongo que no te quejarás si te llega una buena cantidad, ¿no?

La puerta de la lechucería se abrió de golpe. Fred, Calem y George aparecieron en el umbral y se quedaron de piedra al vernos.

-¿Qué hacen aquí? -preguntaron al mismo tiempo Ron y Fred.

-Enviar una carta -contestaron Harry y George también a la vez.

-¿A estas horas? -preguntaron Hermione y Calem.

No pude evitar reirme ante tal escena. Calem me sonrió.

¿Violet? y el cáliz de fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora