(CORA)
Había algo que aún me faltaba, algo que no lograba averiguar. Miré de nuevo mis apuntes, alguna conexión debía haber entre ojo loco y Crouch porque aquella explicación de que es lo que hacía en el castillo me sonaba más a una forma de cubrirlo, además era sospechoso que ambos estuvieran merodeando por el castillo a la misma hora... tal vez alguno de los dos había metido el nombre de Harry al cáliz...
Un sonido me hizo regresar mi atención a lo que pasaba a mi alrededor. Cho Chang había chequeado sus dedos frente a mi.
-¡Disculpa!- dije -me perdi de nuevo.
-Eres tan despistada como el primer dia en que te conocí- me sonrió con amabilidad -te pregubtaba que te parecía esto...- me mostró una cajita con un brazalete que parecía hecho por ella y era en bonitos tonos grises y negros -como regalo para Cedric.
Aún me revolvia un poco pensar en eso pero Cho había sido bastante clara conmigo y yo le había asegurado que entre el y yo no había nada -es precioso- dije con sinceridad -seguramente le encantara.
A pesar de que Cho era un año mayor que yo y no estaba en mi curso siempre había sido mi mejor amiga después de todo ella era la única que se había acercado a mi cuando yo había entrado y me encontraba sola y perdida... literalmente, me había perdido en el castillo.
Cho se despidió de mi cuando vimos a Cedric a lo lejos, yo lo salude con la mano y me desvíe hacia el gran comedor para desayunar. No me dirigí a la mesa de mi casa, pase derecha hasta llegar a la de Gryffindor justo donde estaba Violet cubierta por un grueso sueter blanco que la hacía ver más pálida.
Después de sentarme y saludar tome un plató y me serví una gran cantidad de tocino que era lo que realmente se me antojaba.
Justo en ese momento comenzaron a llegar las lechuzas. Hermione miraba con impaciencia, parecía que esperaba algo.
-Percy no habrá tenido tiempo de responder- dijo Ron -Enviamos a Hedwig ayer.
-No, no es eso- repuso Hermione -Me he suscrito a El Profeta, ya estoy harta de enterarme de las cosas por los de Slytherin.
-¡Bien pensado!- aprobó Harry, levantando también la vista hacia las lechuzas.
Mire a Violet, ella miraba su desayuno sin muchas ganas y tampoco parecía tener ganas de opinar nada pero yo aún me preguntaba donde había estádo el día que Azori Young había aparecido.
Para nuestro asombro cuatro lechuzas se posaron frente a Hermione y ninguna parecía tener un periodico.
-¿Cuántos ejemplares has pedido?- preguntó Harry, agarrando la copa de Hermione antes de que la tiraran las lechuzas, que se empujaban unas a otras intentando acercarse a ella para entregar la carta primero.
-¿Qué demonios...?- exclamó Hermione, que cogió la carta de la lechuza gris, la abrió y comenzó a leerla mientras se sonrojaba.
-¿Qué pasa?- inquirió Ron.
-Es... ¡ah, qué ridículo...!- Me pasó la carta, no estaba escrita a mano, sino compuesta a partir de letras que parecían recortadas de El Profeta:
eRes una ChicA malVAdA. HaRRy PottEr se merEce alGo MejoR quE tú. vUelve a tU sitIO, mUggle
-¡Son todas por el estilo!- dijo Hermione desesperada, abriendo una carta tras otra -«Harry Potter puede llegar mucho más lejos que la gente como tú...» «Te mereces que te escalden en aceite hirviendo... » ¡Ay -Acababa de abrir el último sobre, y un líquido verde amarillento con un olor a gasolina muy fuerte se le derramó en las manos, que empezaron a llenarse de granos amarillos.
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¿Violet? y el cáliz de fuego.
FanfictionViolet a pasado de ser ella a una mezcla extraña de dos personalidades. Ni ella misma entiende que esta pasando y de pronto ya esta envuelta en más problemas, como la inminente aparición de una extraña mujer y la complicación de un torneo peligroso...