Among us [TERMINADA]

Capítulo 21

(Imagen: BarbaraAlane en Pixabay.com)

[Hola, hola, eldary@nos. no sé cómo os sentará este episodio porque es, lo que yo llamo, un episodio de enlace. Son necesarios para conformar el hilo de la historia, aunque, no ocurre nada demasiado interesante (esta es mi opinión, claro) y son los que más me cuesta escribir, os lo confieso desde ya.

Igualmente, espero que disfrutéis la lectura y que paséis una semana espléndida. Cuidaros mucho, un abraz <3]

Scarlett

Al segundo día de estar sobre el rawist, pensó que más o menos le había cogido el tranquillo. Por lo menos, al tema de seguir el ritmo. Estaba repasando mentalmente las indicaciones que le habían dado a diestro y siniestro Valkyon y Lance antes de partir, cuando alcanzó a Eivalon, que la esperaba.

- ¿Nerviosa, Scar? - Scarlett le sonrió.

- ¿Por montar o por tratar de superar una prueba de supervivencia en un medio casi absolutamente desconocido para mí? -

- Um... ¿Ambas? Aunque la segunda es, como tú sueles decir, jodidamente más difícil. -

Scarlett suspiró con algo de aprensión, pero se obligó a ser optimista. Había cambiado de plano espacial y estaba viva... Se lo podrían haber convalidado por esta prueba, ahora que lo pensaba. Tarde ya para hablar con Lance o Miiko. Eivalon seguía observándola con una mirada indescifrable. Scarlett le miró de reojo.

- ¿Qué? -

- ¿Qué hay entre tú y el Guardián Obsidiana? - Se atragantó un momento mientras asimilaba la pregunta.

Se giró hacia él y lo fulminó con la mirada.

- ¿Y eso a ti qué te importa, Eivalon? - Le gruñó.

- Por saber si puedo... - La cola más cercana a ella se enroscó momentáneamente en la cintura de Scarlett con suavidad. - ... Tener alguna oportunidad contigo. - Scarlett le miró pasmada.

- Pero, pero... Vamos a ver, ¿a ti no te gustaban los chicos, digo, los machos? - Tartamudeó. Eivalon se encogió de hombros.

- Me gusta el fae, me da igual el género. ¿En tu especie no ocurre así? - Scarlett asintió con brusquedad, pero siendo realistas, no dominaba el tema en profundidad.

- Pero yo soy humana. - Él se encogió de hombros, restándole importancia.

- Me gusta tu arrojo y que defiendas tu postura con tanta pasión. Eres muy valiente y...y muy fuerte. Lo has demostrado llegando hasta aquí. - Eivalon lo aclaró con voz finalmente pausada y tranquila a pesar de que había caído en un tono de nerviosismo en medio de la frase. Le recordó un poco a la manera de hablar de Valkyon.

- Para, Eivalon. No... Ni siquiera había pensado en ti de esa manera. - Ella se sintió muy incómoda y recolocó nerviosamente las riendas entre sus manos, como si supiera lo que estaba haciendo.

- Comprendo. - Le oyó suspirar a su vez. - Entonces, seguimos como estamos. - Él le sonrió. - No pongas esa cara, Scar. No voy a morirme por no ser correspondido. Además, no estoy hablando de amor... Sólo de que me gusta estar contigo y que quizás, si tú quieres, alguna vez ir más allá. -

Scarlett le sonrió comedidamente, con ternura.

- Eres muy sabio, Eivalon. - Le dijo con sinceridad.

- Eso me dicen siempre. Imagino que por eso no tengo mucho éxito cuando intento ligar, debo de parecer aburridísimo. - Le guiñó un ojo y ella se rio.

De repente, una orden de Lance les hizo detenerse. Al parecer, estaban saliendo del Corazón del Bosque para entrar en la Costa de Jade. Lance señaló hacia la cima de la montaña más alta que se veía a lo lejos, el monte Amphea. Eivalon le explicó que su prueba transcurriría en la zona circundante a la misma. Al kitsune le pareció adecuado añadir con tono pragmático que era un sitio plagado de animales y familiares salvajes con unas condiciones bastantes amables, climatológicamente hablando, en ese momento. Si hubieran tenido que pasar la prueba en invierno, probablemente, hubieran muerto. Scarlett se mordió el carrillo de la boca con nerviosismo. No estaba segura de si podría estar más ansiosa ante la dichosa prueba y los comentarios de Eivalon pues... no, no ayudaban. Los siguientes dos días fueron un paraíso comparado con lo que vino después, según la percepción de Scarlett. Acamparon dos noches al raso en los que pudo intimar un poco más con sus compañeros y compañeras de promoción. Lance se unía a las reuniones a la luz del fuego que se organizaban a la hora de cenar y compartía anécdotas y consejos con ellos. Por suerte, pensó Scarlett, se estableció un mudo acuerdo tácito entre ambos de no hacerse demasiado caso entre ellos para... bueno, para que los demás reclutas se percataran lo menos posible de sus asuntos pendientes.