[¡Muy buenos días, eldary@nos míos!
Aquí el capítulo de esta semana.
Después del subidón del anterior, toca relajar un poco el ambiente 🤗.
Espero que os esté gustando cómo se está desarrollando la historia. Yo, si os soy sincera, no consigo dejar de pensar en ella desde que la empecé hace ya 48 semanas si incluimos este capítulo (fallé dos semanas en la subida del capítulo correspondiente 🤭).
Sin más que comentaros, excepto que Eldarya ha sacado el sexto capítulo de New Era y me ha pillado en bragas con respecto al maná porque justo este martes terminé de pasarme el 5°; os dejo seguir leyendo.
Disfrutad mucho de la vida🌸.
¡Gracias por estar ahí, un abrazote! 💜]
Scarlett
Tenía que admitir que no se lo creía. Estaba esperando la ostia del destino casi con ansiedad. Porque... eso es lo que pasa, ¿no? Cuando tu vida va de puta madre, tienes un picorcillo insistente en la nuca recordándote que, más pronto o tarde, se avecinará una catástrofe. A pesar de ése miedo a lo inesperado, que trataba de reprimir, se le concedieron días de tranquilidad en los que prácticamente no se separó de Valkyon y Lance... Y no sólo en la cama.
Cual dragona responsable, reprimió su lujuria, y se dedicó con ellos a quehaceres propios del cuartel. Iban a reuniones informativas de cómo avanzaban las investigaciones, escuchaban a representantes de las diferentes razas faéricas dar sus puntos de vista con respecto al (no) desarrollo de la salvación del Cristal, explicaba junto a sus parejas los proyectos (todavía muy verdes) de cómo restaurar la raza draconiana y, entre todo ello, se preparaban para volver a Memoria.
Habían consensuado los tres en que no tenían mucho más que hacer allí. Su utilidad seguramente residía más en reunir de nuevo a todos los dragones, crear un nuevo consejo, y esperar indicaciones desde la Guardia de Eel para colaborar.
Y sí, ésa era la palabra.
Los dragones ya se consideraban un organismo independiente que no recibía órdenes de nadie. Valkyon ya estaba harto de estar de brazos cruzados, tratando que recuperar funciones como Guardián Obsidiana que Jamón y Elibeta (que habían vuelto con ellos en el barco) sabían cumplir a la perfección. Lance, por su lado, tenía ganas de ver al resto de dragones e iniciar alguna suerte de plan de reconstrucción consensuado.
Y sí, parecía que estaban abandonando a Eel a su suerte, o que estaban dejando tirada a la kitsune que la dirigía... Pero no tenía nada que ver con eso. Los dragones estarían disponibles para ayudar pero mientras esperaban que se averigurara la raíz del problema o encontraran a la desaparecida Naytili para hacerla hablar, iban a permanecer en su tierra.Estas intenciones tardaron casi un mes en cuajar, ya que Miiko se resistía a dejarlos ir y les seguía asignando tareas y responsabilidades como si no tuvieran un sitio al que regresar. En ése tiempo, aprendió a montar bien en rawist, a escalar, a nadar... Vamos, todos los déficits que tenía pendientes. En combate, Lance le enseñó a usar la lanza y Valkyon siguió instruyéndola en hacha a dos manos y variedad de armas.
Por otro lado, también aprovechaba para entrenar con Gardienne, que cada día se frustraba más al no poder canalizar sus poderes. Se entendían como nunca. Ella también se sentía frustrada. Parecía que su aumento de capacidades físicas se había estancado. Así como su imposibilidad para ir más allá de una transformación parcial en la forma de pseudodragón. Así que, diariamente, se juntaban cinco miembros de las razas olvidadas de Eldarya en el patio de entrenamiento. Un espectáculo. Scarlett flipó en colores la primera vez que vió a Leiftan transformado.
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Among us [TERMINADA]
RomanceLance está harto de luchar por recuperar su sitio en la Guardia de Eel y ha tomado una filosofía de vida más zen. Valkyon no sabe cómo reaccionar ante su hermano que ha vuelto completamente cambiado. A eso se le suman sus responsabilidades como Gua...