(Imagen: Bru-nO en Pixabay.com )
[¡Buenas tardes, eldari@anos! Espero que os hayáis llevado una grata sorpresa al ver la actualización de la historia un día antes. Mañana lo tengo complicado para subir el capítulo, así que, en vez de retrasarlo como pasó la semana pasada, os lo adelanto. De hecho, voy a cambiar (de nuevo y lo siento) el día de actualización de la historia al domingo. No me enrollo más, disfrutad de la historia y cuidaros muchísimo. ¡Un abrazo!]
Scarlett
Los meses invernales habían pasado volando y la primavera se mostraba en todo su esplendor. Curiosamente, el ritmo de las estaciones era igual al de la Tierra. Lo cual tenía sentido porque, aun siendo un plano de existencia distinto, el espacio y el tiempo eran el mismo. Desde que había llegado a Eldarya, el reino Fae, hacía casi un año, sus prioridades habían cambiado... Quizás demasiado. Ya no pensaba en volver. Volver, en realidad, nunca había sido una opción.
Desde su asignación al entrenamiento básico de los reclutas su única ambición había sido mejorar y escalar en posición dentro de la Guardia. Cuando empezabas tu adiestramiento para las Guardias ya era malo ser recluta. A ello se le sumaba su condición de humana, lo cual la reducía a poco menos que escoria ante los ojos de algunos de sus compañeros de promoción. No tenía ningún poder mágico o atributo especial. Todos corrían y saltaban mejor que ella. Lo peor eran las sesiones en las que los ponían por parejas y les obligaban a pegarse para acostumbrar las zonas del cuerpo al dolor, algo necesario en plena lucha para no quedar "KO" al primer golpe del enemigo. Ésa era una de las partes prácticas del entrenamiento. Luego estaba la teórica: tácticas de combate y formación, tipos de armaduras y armas, mantenimiento de las mismas, cómo colocar bien las vendas en brazos y piernas para que no apretaran demasiado y poder manejar las armas y llevar la armadura el tiempo que hiciera falta... Scarlett tuvo que trabajar muchísimo más ya que partía de cero al no saber nada del mundo que la rodeaba y... para qué negarlo, tener una forma física pésima. Por ello, pasaba bastantes horas entrenando o en la biblioteca estudiando el mundo Fae. Kero la ayudó con entusiasmo en ese sentido, aún después de haber completado el curso de geografía e historia eldaryanas, así que la pila de libros que tenía por leer no se acababa nunca.
Pero algo había cambiado en los últimos meses: el Guardián de las tropas de la Guardia Obsidiana, Valkyon, asistía frecuentemente a sus entrenamientos. Sus ojos dorados nunca dejaban traslucir emoción alguna cuando la observaban. En un principio, esto había suscitado rumores ya que no era usual que el Guardián perdiera el tiempo asistiendo a los entrenamientos diarios de los reclutas. Con el paso del tiempo, esta situación se normalizó y se atribuyó a que la humana debía estar bajo vigilancia especial o alguna cosa similar. Scarlett procuraba ignorarlo todo lo posible, así como lo hacía con Lance, a pesar de que éste último parecía tener un radar para encontrarse "casualmente" con ella cada, como mucho, tres días. Después del ultimátum que les había dado, no parecía que la cosa se hubiera enfriado tanto como para descartar que ellos querían seguir en contacto con ella. Pero ya no era lo mismo que al principio, por supuesto, a pesar de que Scarlett se moría por retomar algún tipo de relación con cualquiera de los dos. Esos impulsos los comprimía y guardaba en lo más profundo de ella, con el objetivo de protegerse. No quería volver a sentirse así de utilizada nunca más.
En medio de toda esa situación amarga, tenía que reconocer que no estaba sola. Además de Gardienne, tenía compañeros y amigos que la ayudaban. Sobre todo, un kitsune que parecía estar en la misma posición de dificultad que ella dentro de su Guardia: Eivalon. El chico pertenecía a la Guardia Absenta pero habían empezado el adiestramiento de reclutas en el mismo grupo y se había ido acercando a ella. Después de las clases a veces pasaban ratos conversando. Era un fae muy culto, bastante más joven que ella, que se parapetaba tras un flequillo plateado que le llegaba desfilado hasta más allá de la barbilla. Su actitud tímida y reservada hacía que ella se encontrara muy a gusto en su compañía. Él la ayudaba a entender ciertas normas, leyes y costumbres de Eldarya. También le hacía de profesor de refuerzo en la parte básica de pociones y ungüentos que todo miembro de la Guardia de Eel debía saber como instrucción básica.
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Among us [TERMINADA]
RomanceLance está harto de luchar por recuperar su sitio en la Guardia de Eel y ha tomado una filosofía de vida más zen. Valkyon no sabe cómo reaccionar ante su hermano que ha vuelto completamente cambiado. A eso se le suman sus responsabilidades como Gua...