[Buenas noches.
Bueno, eldary@nos, ha sido un camino largo, tortuoso y difícil... A la vez que MUY emocionante, revelador y que he disfrutado de la primer a la última línea.
Por si alguien lo pregunta, este fic acaba aquí. No voy a hacer segundas partes. No es mi estilo como escritora.
Gracias por todo el apoyo, cariño, comentarios, likes y energía que me habéis transmitido.
Ahora toca empezar un nuevo capítulo. Quizás de un fic, ya que me gustaría continuar el que tengo a medio publicar de la Hermandad de la Daga Negra, "Amante inesperado". Si no conocéis esta saga de J.R. Ward, dadle una oportunidad que no os defraudará.
O quizás de mi propia novela, ya que éste era un experimento para ver si tenía lo que hay que tener para escribir una obra completa: disciplina, compromiso y ganas de crear.
Os quiero muchísimo. Espero que este fic llegue a mucha más gente que pueda disfrutarlo igual que lo hemos hecho nosotr@s.
Disfrutad el epílogo ;)
Un abrazo tan grande como el universo. <3]
Lance
Cada vez que volvía se desataba el infierno hecho hembra. La actitud de Scarlett era lanzarse hacia él como un misil a darle de ostias. Estuviera donde estuviera e hiciera lo que hiciera. Como usualmente la cosa declinaba en ponerse a follar como si no hubiera un mañana... Pues Lance procuraba hacer su aparición en un espacio que lo permitiera... Sin mucho público a poder ser... Aunque eso era secundario.
Y él se lo permitía, claro, porque, en principio, se sentía culpable. Culpable de poner siempre excusas baratas para volver a irse...
Ayudar a restaurar Eldarya y blablabla.
Scarlett ya no se lo tragaba después de cinco años. Al principio, le daba incluso el beneplácito para que se fuera. Ella entendía que todes tenían que poner de su parte para ayudar al resto de faes... Pero de eso hacía ya como unos tres años. En los cuales Scarlett lo había comprendido o trataba de hacerlo... Pero la comprensión se había acabado. Llegó entonces la ira. Las preguntas que ella le lanzaba sobre cuándo pensaba volver o instalarse con ellos en Memoria permanecían sin respuesta a día de hoy. Y se lo preguntaba cada puñetera vez que se veían.
Esta vez la había encontrado en una sala que hacía de cuarto de aperos y despensa a la vez. Ella estaba agachada, refunfuñando sobre dónde habría puesto las hojas de coca encantadas. Se apoyó en el marco de la puerta admirando cómo se le marcaba el trasero con la falda del peplo, casi relamiéndose de expectación. Entonces, la dirección del viento fuera cambió y le llevó su olor a ella. No pudo evitar reírse ante el respingo que ella dio al percatarse de su presencia y volverse con furia. A Lance no le sorprendió el talante con el que lo recibía, pero sí que esperaba un cambio en algún momento. Pero no, Scarlett era testaruda e intuía que la situación no iba a cambiar sino era él el que daba su brazo a torcer. Ella le enseñó los colmillos y ladró:
- Ya estás aquí. ¿Has rescatado muchos bécolas indefensos de atragantarse con brotes de bambú? -
- Usas la ironía banal para intentar quitarle importancia a lo que hago, ¿te has dado cuenta? - Vio por el rabillo del ojo cómo ella apretaba los dedos en torno a un tarro que sostenía en la mano derecha.
- Está bien. ¿Qué ha sido esta vez? -
- Llevé agua a la frontera con el desierto del este; ayudé a la Guardia de Eel con un problemilla con el pueblo de las micónidas que estaban envenenando gente colateralmente sin saberlo con sus esporas... - Hizo una pausa, enumerando con las manos. - Di un seminario sobre manejo de la lanza de dos semanas en el cuartel general ya que estaba por allí... Ah, y evité que un río se desbordara en las tierras de los Fengs Huangs y lo mantuve congelado el tiempo suficiente como para que pudieran evacuar y reconducirlo. - Le contó con voz átona.
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Among us [TERMINADA]
RomanceLance está harto de luchar por recuperar su sitio en la Guardia de Eel y ha tomado una filosofía de vida más zen. Valkyon no sabe cómo reaccionar ante su hermano que ha vuelto completamente cambiado. A eso se le suman sus responsabilidades como Gua...