(Imagen: Matyze en Pixabay.com)
[Buenos días, eldary@nos míos. Una semana más un capitulillo fresco recién rescatado de la imaginación para vosotr@s. He de decir que puede que os resulte pesado porque en este hay mucha conversación también...
No tengo excusa, me gusta recrearme en las conversaciones e interacciones y en cómo los personajes van evolucionando, y no sólo la trama.
También quería deciros que había proyectado este fanfiction, en principio, con una extensión de 30 capítulos porque, sinceramente, tampoco me veía con la capacidad de escribir más... Pero aquí estoy, publicando el número 31... Lo cual es una gozada.
Como siempre, gracias por estar ahí detrás, eso me ayuda a continuar.
Cuidaros mucho y un abrazo enorme <3]
Scarlett
Cuando despertó, lo hizo con una serie de golpes contundentes en su puerta. La luz de la noche todavía entraba por los ventanales, aunque iba clareando por segundos. Atontada y con el cabello hecho un revoltijo, se levantó para abrir. Al otro lado la esperaba una dríade robusta a la que no conocía.
- ¡Hola! Soy Cameria. - Se presentó jovialmente. - Lamento molestarte, pero tengo que llevar tu equipaje al barco. -
- ¿Equipaje? - Preguntó tontamente para después exclamar: - ¡Equipaje! - Se dio la vuelta, frenética y empezó a buscar su mochila.
- ¿Se te ha olvidado, no? - Se carcajeó la tal Cameria. - Déjame que te ayude. -
- Completamente. A ver, no tengo muchas cosas pero... Es que ayer me quedé dormida y he dormido hasta ahora y... - Empezó a hiperventilar.
Cameria la miró preocupada y la obligó a sentarse en la cama, pasando un brazo por sus hombros en un gesto reconfortante.
- Tranquila. Ve diciéndome lo que quieres llevarte y yo lo iré empacando. Tú date una ducha y vístete. - La confianza con la que la trataba normalmente la hubiera molestado pero en ése momento, la agradecía.
- Soy Scarlett. - Le dijo con un susurro. Cameria asintió.
- Tengo entendido que últimamente has pasado por muchas cosas. Ah, Miiko me dijo que no digas nada de la reunión a terceras personas. Sólo estamos en conocimiento de ello las personas que vamos a acompañaros. Y Ewëlein te manda esto. - Le ofreció una caja de madera sencilla. - Son infusiones anticonceptivas y la receta para que puedas hacerla. -
- Gracias y sí, había supuesto que no podíamos decirle nada a nadie más... - Scarlett apretó las manos en el regazo, recordando toda la información que había recibido ayer de manera imprevista. La enorme mano enguantada de Cameria las cubrió. - No quiero irme, Cameria. Estoy perdiendo mi hogar de nuevo. - Le confesó con la voz rota.
La dríade suspiró comprensiva y empezó a relatar:
- Cuando era un pimpollo, crecí en las profundidades del bosque con mis otras hermanas y mi madre. Todos los días eran tranquilos y eso me hastiaba. Yo quería aventuras pero las dríades estamos enlazadas a nuestro árbol y no nos es posible separarnos de él. Mi madre y mis hermanas trataban de calmarme y enseñarme a ser más tranquila y a aceptar mi razón de ser como dríade. Un día, un fuego arrasó el bosque, a mi madre, a mis hermanas, y mi hogar. - La dríade hizo una pausa, perdida en los recuerdos. - Como yo era todavía pequeña y mi árbol también, pude desenraizarlo y llevármelo conmigo. Las demás, ya adultas, no tuvieron siquiera esa opción. Perdí todo en un mismo día, como tú, y me las vi y me las deseé para transportar mi árbol y cuidarlo lo mejor posible. - Cameria hizo una pausa. - Para que te hagas una idea, si el árbol muere, yo también. En realidad, siempre he querido volver al bosque porque allí es donde vivían mi familia, no porque fuera mi hogar. - En ese momento, Cameria la miró con gesto serio. - Lo que quiero decir con esto es que... aprendí, de la peor manera posible, que el hogar es donde está lo que te llena interiormente y aquellos a los que quieres. La Guardia me proporcionó ambas. Dio respuesta a mis ansias de aventuras y me sentí útil. Hice amigos y encontré una nueva familia. - Cameria se levantó y se giró para que ella viera el árbol.
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Among us [TERMINADA]
RomanceLance está harto de luchar por recuperar su sitio en la Guardia de Eel y ha tomado una filosofía de vida más zen. Valkyon no sabe cómo reaccionar ante su hermano que ha vuelto completamente cambiado. A eso se le suman sus responsabilidades como Gua...