Capítulo 47

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(Imagen: Waitomo Gloworm Caves)

[¡¡¡Muy buenos días, eldary@nos!!!

¿Cómo lleváis la semana? Espero que muy bien y que estéis disfrutando de agosto.

Aquí llegamos al capítulo 47. Sé que el anterior fue un "break" brutal en varios sentidos, pero la historia lo estaba pidiendo.

Espero que os guste este nuevo capítulo y cómo se está desarrollando la historia.

Como siempre, estoy infinitamente agradecida de que estéis ahí y que disfrutéis del fic tanto como yo.

¡Un abrazo y cuidaros mucho! 💞]

Scarlett

La palpitación en la cabeza no le permitía pensar. Todavía tenía los ojos cerrados, incapaz de realizar ningún movimiento que pudiera empeorar ésa sensación de indefensión y soledad. Jamás se había sentido tan... ajena a ella misma. Es decir, sí que notaba el suelo helado bajo la piel de sus brazos descubiertos. También parte de la trenza, seguramente medio deshecha, que se clavaba en la parte baja de su cráneo. Las piernas las tenía dormidas y las manos sobre el pecho, insensibles. Al mover los dedos de las manos, empezaron a acuchillarla finas agujas mientras se despertaban los músculos. Las muñecas le pesaban.

Todo le estaba ocurriendo a su cuerpo... Pero a la vez, no a ella. Su mente quería convencerla de que se durmiera de nuevo y olvidara los últimos momentos que recordaba: la borrachera, Gardienne, los dos faes que la llevaban, la voz conocida moviendo los mechones de pelo junto a su oído, el frío profundo del cuchillo... Los golpes. Jamás la habían golpeado así. Una serie de naúseas le subieron por la garganta y se las aguantó como pudo. Si sus parejas pudieran verla...

La imagen de Lance le vino a la mente y dejó escapar una mezcla de sollozo y risa. Después, invocó la de Valkyon... Le hubiera gustado hacer el amor con él una última vez, los dos solos, antes de... ¿Antes de qué? No lo sabía. Pero tenía la certeza de que no iba a ocurrir nada bueno.

Porque, básicamente, había sido secuestrada.

Evitando hacer más ruido del necesario (algo habían calado las enseñanzas de Lance), trató de captar información de lo que la rodeaba antes de recurrir al sentido de la vista. Los olores eran... Una mezcla de tierra antigua, moho húmedo y ausencia de luz solar... Había bastantes posibilidades de que estuvieran en una cueva. Sonidos... Agua. Corriendo más abajo, en alguna galería subterránea. Goteando del techo a unos metros de ella. Y una respiración pausada próxima a ella. No estaba sola.

Abrió los ojos. Una oscuridad sofocante la engulló, haciendo que le fuera difícil dilucidar si seguía dormida, despierta, o atrapada en una pesadilla. Trató de respirar calmadamente y dejó que la vista se fuera habituando hasta darse cuenta de que había un tenue resplandor azulado. Se percató entonces de los grilletes que brillaban con una suave luz color índigo. Se notaba sin fuerzas, agotada... E imaginaba que debía agradecérselo a la magia inhibidora de maná de los grilletes grabados con símbolos parecidos a las runas, iguales a los que había visto puestos a Lance cuando intentaron capturarlo durante la batalla del cuartel.

Sus teorías fueron acertadas. Era una especie de cueva con una única y angosta salida que sólo daba a una oscuridad más negra. Oía lejanamente ecos de charla y algarabía. Se giró sobre sí misma con la intención de incorporarse pero el dolor la recorrió desde la base de la cabeza, a lo largo de la espina dorsal, y la hizo dar un gemido entrecortado. Maldijo en voz alta. Sus ojos miraron horrorizados el cuerpo tendido de su amiga unos metros más allá, luciendo en sus muñecas los mismos grilletes que ella. Una vez comprobado que estaban solas, se arrastró hacia la aengel y le cogió el rostro. La llamó por lo bajo. Le costó unas tres intentonas y un guantazo flojo conseguir que se despertara.

Among us [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora