—Estaba hablando un poco con Angelo —Valentino le explica a Avery, aunque el mismo no ha preguntado absolutamente nada.
Se mantiene observando el leve paisaje que le brinda la terraza y cuando escucha la voz ajena, observa al moreno con un semblante totalmente aburrido. Es esa misma manera en la que lo había observado la primera vez.
—Bien —responde y Valentino decide no romper el contacto visual que ambos tienen—, ¿Tienes algo más que resolver conmigo?
—¿Por qué estás enfadado?
—No lo estoy. No podría enfardarme contigo, ni aunque me hayas dejado plantado para cenar ayer —ladea una sonrisa totalmente falsa y vuelve a su trabajo de golpear suavemente su rostro con la yema de sus dedos, con la mascarilla facial puesta.
Valentino, finalmente lo recuerda. Habían quedado de cenar juntos el día anterior y Avery canceló salidas con otros amigos para poder reservar el espacio del pintor. No significaba tanto ante cualquier perspectiva, pero es mucho para Avery.
—Lo siento... no me sentía bien.
—Claro —realiza un ademán y Valentino alza su mano, para tomarlo de la barbilla y obligar a que ambos se observen.
El momento, repentinamente se siente demasiado intimo y Avery siente que su corazón se precipita y que la presión en el pecho puede llegar a ser tan insoportable como se sentía con Layner. De todas formas, terminaba viéndose como la persona débil ante cualquiera y odia eso tanto, odia no poder demostrar cuán fuerte es.
Uno le quebraba el alma con agresiones, el otro con cada acción.
—¿Qué quieres, Valentino?
No es porque Avery no sea coqueto, de hecho siempre lo ha sido y fue obvio al inicio de la relación entre ambos. Pero aquella situación no amerita alguno de sus comentarios o acciones que terminen en lo que desea, porque no quiere ser usado.
—¿Te gusto, Avery?
Hay un silencio por muchos minutos, o tal vez son segundos, no le sorprende si es una hora, a ninguno de los dos. Y las cejas de Avery terminan por fruncirse, demostrando sus sentimientos, esos que le resultan indebidos y siente como si hubiese caído del pedestal en el que ha estado sentado últimamente.
Valentino no parece molesto, sino que su pregunta también ha sonado como una afirmación.
Hace nada de tiempo.
Siente como si estuviera encerrado.
—Soy algo observador —Valentino es quien vuelve a romper el silencio. Aleja sus dedos de la barbilla ajena, deslizando el último bajo la misma y sonriendo un poco—. O tal vez no... tal vez has estado siendo muy directo últimamente y yo siento que estoy ayudando a que el agua te ahogue.
—Bien, ¿Puedes marcharte? Estoy haciéndome un facial —responde Avery, alejándose un poco—. Y, antes de que te marches deberías de saber que Enzo nos dijo a todos que te extrañaba, pero no sabe cómo revertir la decisión. Él solo quería descubrir si realmente te quería y no debías de dudarlo, te ha dejado tocar todo lo que no le ha permitido a nadie... incluso te ha dicho cosas que nunca ha dicho y aún así has actuado como un niño est-
Antes de poder finalizar, Valentino ha chocado sus labios contra los de Avery y la sorpresa es tan grande que casi tropieza. La mano de Valentino cae sobre su cintura y Avery intenta detenerlo, lo empuja con fuerza.
—¡No hagas eso! —advierte Avery, se deshace de la mascarilla en su rostro y termina tarándola al suelo con furia—, ¿Cuál es tu problema, Valentino! ¿No ves que odio que me usen? ¿Quién no lo hace? ¿Me ayudas a salir de un juego cruel para dejarme entrar al tuyo?
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Después del Arte
Подростковая литература¿Escuchaste sobre los siete preferidos de Saint Gerald? Todos hijos del arte. Hay alguien que hace bautiza sus nombre en más arte, ¿Escuchaste que nadie sabe su identidad? ¿Escuchaste que yo sí sé quién es? ** Advertencia: Para leer esta novela, pue...