Amigos

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Las lecciones con Angelo suelen ser algo duras, el artista italiano es perfeccionista y, cada vez, le exige más a Valentino. El moreno estaba de acuerdo con su enseñanza, porque solo le hacía comprender que el adulto iba en serio con él. Solía decirle, el italiano, que deseaba lo mejor para la historia. Los cuadros de Angelo se venden al triple de los que Valentino hace, son tan diferentes que inspiran a cualquiera. Y Angelo no es un idiota, podía notar que Valentino rinde con todo su corazón.

Cuando practicaba, le hacía quedarse en cada. Ethan siempre les espera a ambos, con comida lista y bebidas calientes. Valentino no podía escabullirse por las noches, así que, siempre establecía un horario a corde con el de su padre.

Ese día, deposita dinero a su madre, una gran cantidad, así como recompensas a sus hermanos por la boleta de calificaciones que había llegado a su correo. Deposita dinero a su padre y contrata servicios de Uber para que le dejen la cómoda y píldoras correspondientes, un dinero extra. También gasta en su hermano mayor, quien le exige la cuota semanal para no ser asesinado, tema dado por las apuestas. Finalmente, paga la cuota en el centro de rehabilitación de su mejor amigo. Termina con cincuenta dólares que le hacen tragar bastante fuerte, porque desea comprarle ropa a su sobrino pequeño. Entonces, avergonzado, baja las escaleras de la casa Fiore&Reed y se encuentra con la pareja dueña.

—Valentino, pensé que dormías —Ethan, quien se encontraba hojeando uno de sus casos infantiles, alza las cejas un poco. Angelo está detrás del castaño y ex cupido, brindándole un masaje a su marido. Ellos se ven bastante poderosos—, ¿Tienes hambre?

—No es eso, Ethan. Bajé para ver si Angelo podía dejarme vender el cuadro que realizo ahora —explica. Angelo se mueve y rodea la mesa.

—¿Te has quedado sin dinero? ¿Por qué?

Desde que Valentino trabaja con Angelo, el adulto no le prohíbe la venta de cuadros, sería ilógico. Pero, se habían prometido comentar sobre los grandes cuadros, así, Angelo los vendía a un precio mayor a sus contactos. Esa comunicación, hacia que ambos mantuvieran un lazo, curiosamente, claro y de confianza. La verdad es que Angelo Fiore, parece conocer más de Valentino que de su propio Fiorenzo. Tal vez, lo personal lo sabe por medio de ser fisgón, pero su personalidad es encatadoramente atrayente.

—Oh, bueno... eso son asuntos personales, Angelo. Pero, le aseguro que no han sido desperdiciados en cosas innecesarias.

—Me preocupa que no veo nada. No veo que sea en tu ropa, en tus cosas, en nada tuyo. Así que, lamento parecer entrometido, o serlo, pero me siento curioso y preocupado de la inversión que haces. El último cuadro se vendió hace dos meses y fueron bastante yenes que el comprador japonés te ha dado.

Ethan, por medio de la intelección, puede comprender que algo no va bien. El lenguaje corporal de Valentino es abierto para él y Angelo, quien conoce a su esposo mejor que a sí mismo, percibe la reacción del castaño. Valentino asiente, sin saber qué decir. Se siente como un niño, alguien que ha sido pillado en medio de una travesura. Aquel sentimiento no le recordaba y se pregunta si los Fiore le ven como a un hijo o algo así.

—¿Hay algo que quieras decirnos, Val?

Tiene vergüenza. Nadie sabe sobre sus necesidades o la historia de su vida y ha estado bien así. Quiere que se sigan concentrando en Avery por el tema de su relación, en Enzo porque es su hijo y él en Alessandro. Blake y Stefano pronto solatarian la bomba y Harvey junto a Ambrose... es complicado. Son muchas cosas como para que añada carga o lastima a ellos.

—No fue usado de una mala forma —repite Valentino. Ethan no desea presionarlo.

—Gelo lo venderá, Val. No te preocupes. Ahora —deja de lado los papeles y sus gafas, se estira un poco—. Ya que estás despierto, iré a hacernos chocolate caliente. Llevatelo a la cama si deseas, cariño.

Después del ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora