Avanzando

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Valentino deja su gabardina sobre la espalda de Enzo, quien no tarda en observarlo con algo de tranquilidad. Hace frío en el exterior, y el azabache no ha salido con la prenda adecuada. El moreno a retrasado su llegada porque estaba cerciorándose de que Violet tuviera comida, por supuesta, la chica no tardó en echarlo del lugar compartido, aunque sus compañeras estuvieran maravilladas.

—Has llegado —Enzo se coloca la gabardina bien, no la rechazaría de ninguna forma. Valentino, le toma del mentón y lo hace observarle. Sus movimientos son bastante tranquilos y su expresión neutral se mantiene también—, ¿Ha ido bien?

Recibe un beso suave, en medio de la multitud que camina hacia todas direcciones. Se observan un poco, antes de iniciar su caminata hacia el parque de diversiones. Preferían caminar, el auto les roba tiempo que podrían compartir, rozando sus manos, besándose en algún rincón o en medio de la multitud.

—¿Violet sabe que nosotros somos...?

—No —Valentino responde, Enzo aparta un poco su mano, algo abochornado—. Ella piensa en todo y en nada. He intentado darle los mejores ejemplos, al menos en base a educación. 

—¿Y eso en qué se relaciona? Digo, no soy una persona que realmente se caracterice por ser muy amorosa pero, no sabía que tenías hermana o familia particular... por supuesto que me sentiré un poco mal si nadie- olvídalo —corta inmediatamente sus palabras.

No quería verse como alguien demasiado intenso en aquello, pero Valentino lo comprende de todas formas y ríe un poco por las actitudes de Enzo que nunca serán del todo familiares. Alza su brazo y con su mano al costado de la cabeza ajena, lo acerca a su pecho, para darle acercamiento a ambos.

—Enzo, cuando sientas que quieras decirme algo; hazlo. Tus caprichos o tus razones son parte de la relación que tenemos y no debes de avergonzarte por ello. Son las cosas que nos hará una pareja —aconseja, Enzo asiente, sus orejas están calientes.

—¿Son pareja? —escuchan a un grupo de chicas. 

—Sí, ¿No es obvio? Son bastante lindos.

—¿Lindos? ¿Qué tiene de lindo un par de maricones? —una voz masculina cuestiona. 

Valentino palmea la espalda de Enzo, ignorando los comentarios. Enzo no se encuentra afectado, cuando salía con sus padres, recibieron todo tipo de comentarios, incluso algunos que lo dejaron afectado por meses, como el hecho de que "Dos homosexuales criando a un niño es peligroso, lo pueden violar y será un homosexual igual" Con el tiempo, solo les observaba por encima de sus gafas de más costo que aquellos autos que portaban. Ahora, estar con Valentino y recibir esos comentarios, no es algo que no es esperara.

Extiende su mano, para tomar la del pintor fuertemente y recibir una sonrisa del mismo.

Se siente algo lejos la primera vez, tosco e infantil. A veces, sus rabietas o sus quiebres de ira suelen ser lo peor de los casos y había demostrado toda aquella infantilidad delante de él pero, ni siquiera aquello, nada ha hecho que sea el centro de sus pensamientos.

—¿Deberíamos de llamar a tu hermana? —cuestiona Enzo, una vez en la entrada del parque. Pueden escuchar los gritos, las voces mezcladas junto el olor de la comida y las personas les observan.

—No. Ella está trabajando, por ahora, deseo pasar este día contigo.

*

—¿Qué deberíamos de hacer? —Ambrose coloca las manos sobre su rostro y Harvey sigue observando un punto fijo— Harvey, ¿Qué debemos de hacer? —cuestiona, afligido y perturbado. De verdad hay tensión en el ambiente y nadie podría cambiarlo.

Después del ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora