Descubriendo

95 14 55
                                    

Alessandro deja caer la ceniza de su cigarro, su vista manteniéndose siempre sobre la tablet que descansa en una posición seca, evitando las burbujas de su tina. Hasta entonces, las velas se han derretido a la mitad de su utilidad y le ha dado algo de hambre. Ha escrito cortas hojas de su historia, inclinándose por la historia de una joven con trastorno esquizoide que desarrolla de poco a poco, y mediante los sucesos, diversos tipos de trastornos de personalidad, así bien, aún cuando busca ayuda, tres personas le ayudan a atravesar ciertas complicaciones, igual de hundidos que él. Un joven con trastorno esquizoide, teniendo de amigos a un joven con borderline, narcisismo e histriónico. Un cuarteto de caos.

No hay comedia, Alessandro puede narrar dos trastornos, pero quisiera tomar como ejemplo, aunque no cabe en ello, a Enzo para el trastorno esquizoide y Avery para borderline. Son leves conductas, más aquello desaparece cuando su tío Ethan acepta reunirse con él para explicarle ciertos aspectos que debe de saber antes de escribir una historia con trastornos de personalidad. También, la charla sería liderada por un colega psiquiatra de Ethan.

A nadie le gusta que las enfermedades sean tomadas a la ligera, así que, Alessandro agradece a Ethan por querer recibirlo y explicarle en detalle. Su padre le manda mensajes todos los día, a la misma hora, dándole ánimos para finalizar el proyecto en los meses que resten y Alessandro siempre le pone que no se preocupe.

—¿Lessandro? ¿Vamos a hacernos mascarillas faciales? —cuestiona Stefano, del otro lado de la puerta. Ha llegado el paquete con todos los productos de skincare que quiere compartir con Alessandro.

Los siete realmente cuidan de su piel. 

—Pasa.

—Si entro, ¿Te voy a ver tu pene? —Stefano sonríe burlesco y Alessandro no puede evitar reír también. Bloquea el aparato electrónico y se pone de pie, sintiendo un leve temblor por haber estado tanto tiempo sentado—, ¿Lessandro?

—Ven, entra. No te voy hacer nada —su tono de voz es un poco sugerente y Stefano abre la puerta, encontrándose con Alessandro en proceso de enrollar una toalla alrededor de su cintura—. Stefano, no me digas que has caído enamorado de mí. Ha pasado un tiempo desde que me buscas.

—Es porque Blake me rechaza continuamente. Quiero que no piense en mí como un estorbo —rasca la parte posterior de su cabeza, con una sonrisita avergonzada—. Y tú eres muy guapo. Quiero verme rodeado de personas guapas, para conseguir productos gratis.

El de cabellos cenizas asiente y camina en dirección hacia la habitación. Stefano se mueve para darle paso a su amigo, que está en proceso de buscar su ropa interior y algo para cubrirse. Poco después de su proceso, recibe una foto de su padre junto a su madre, con la inscripción "Papá, mamá y fetito aman a Alessandro. Suerte con el libro, aunque no existe nadie más perfecto que yo para escribir" Alessandro termina por reír y mostrarle a Stefano.

—Tengo tanta envidia. Yo también quiero mimar a un hermano o hermana menor, ¿Recuerdas cuando estaba Ginger? Ella realmente era como una princesa alrededor nuestro —ríe, recordando a la mujercita.

—Al menos tengo la certeza de que, cuando vaya creciendo, protegeré sus intereses —dice, sinceramente—. Sé que papá y mamá nunca hicieron con intención todo esto de la escritura. Puesto que, ningún padre viene con instrucciones y estaban tan eufóricos con su primer niño, la idea de que el don de escritura se extendiera en generaciones, fue un sueño para papá. Ah, por eso mismo sé que si le digo que no me gusta escribir, se va a desanimar.

—Ahh, no nos pongamos sentimentales. Ven a ponerme esta mascarilla —Stefano hace un ademan, sabiendo del tema y no queriendo que Alessandro se sienta mal—. Dice que tiene extractos de carbón que ayudan en la piel.

Después del ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora