Después del Arte

Linda danza

Valentino comprende que cada mente es diferente, la suya es excéntrica y ladea la cabeza lentamente cuando siente una pizca de energía y escalofríos. El color se mezcla bien, se ve bien, como en detalle el color de la sangre parece mezclarse entre lo transparente de lágrimas con cientos de recuerdos, con miedo, con sorpresa, todo ello, en esos pequeños toques de tintes, porque no es instantáneo. ¿Cómo puede algo natural vencer el sentimiento? Le gusta ese toque, como se aprecia perfectamente el consumo. Su mirada se posa sobre la ventana cerrada, lejos del sonido exterior.

Hay luna llena, ¿Puede Angelo haber aconsejado de forma no directa?

Sale de su habitación luego de firmar su cuadro, notando que nadie ha llegado. En el transcurso al patio trasero de la casa, se observa en el espejo y su rostro hinchado y golpeado es un recuerdo. El recuerdo y la fuerza son los dolorosos, ¿Cierto? "Si hubiese hecho x cosa a tiempo, tal vez las cosas no estuviesen como ahora". Su estadía frente al espejo no dura mucho, puesto que, la luz lunar parece rebotar sobre las paredes en señal de que vaya y baile un poco, nadie le vería, él podría entender a Angelo y su forma de hayar inspiración, podría conectarse con el artista que justo en ese momento es observado por su esposo mientras danza bajo la luna.

Primero, extiende su mano hacia el cielo, con el frío viento colándose por sus prendas y el dolor facial estallando como leves punzadas. Luego, la luz se cuela entre sus dedos, de esa forma que le gusta, como se mueven y lo hacen sentir dueño de todo y de nada. Cierra sus ojos y suelta el aire que, no sabía, estaba reteniendo en sus pulmones. Sus pies descalzos acaricia el césped pulcramente cortado, el sonido de algunos insectos son música de fondo y el agua de la fuente pequeña que decora el jardín lo tranquiliza. Le gusta cuando pinta y se inspira, porque es el momento en donde no piensa en nada, ni nadie. Es su retiro del mundo.

Mueve su mano hacia la derecha y su danza tan suave y diferente inicia. Sintiendo su cuerpo relajado, su mente vagando en colores, formas, dimensiones, en lo que ansía, ¿Qué quiere? ¿Pueden sentirlo mediante el arte? ¿Cuál es su propósito? ¿Hay alguien en quien pueda confiar? O, ¿Solo es un extra de una vida más? Torrentes cálidas, el aroma del césped, la luna atestiguado y la mirada de Enzo sobre el moreno, son la combinación perfecta para ese momento, tan secreto y perfecto como ninguno otro, ¿Valentino quién es? No es nadie, es un mensajero, no es nadie, es todo, es quien aprecia y ayuda sin miedo al rechazo, quien dejar ir y da pisadas retumbantes, quien roza el alma de los desastrosos corazones que piensan han madurado en un caos.

Enzo, recién llegado en autobús a casa por haberse sentido mal en el bar, observa a Valentino y, ni siquiera, el minino que aclama su atención, puede hacer que despegue la vista de él. Que escena era aquella y por qué tiene la necesidad de recorrer cada parte de Valentino, desde la física, hasta la espiritual, ¿Es la luna y los efectos que causa sobre las personas? ¿Es un baile? ¿Quizá la curiosidad? Imaginar a Ginger bailando con él y apreciandolo sin temor es lo que pone sus nervios activados, aunque su expresión no manifiesta nada. No son celos, es curiosidad y tantas preguntas, como nunca antes las había planteado.

Tal vez, deba de bajar su humor con Valentino. No es su culpa que pueda ganarse tan bien a sus padres. Solo, se siente indefenso porque no sabe nada del moreno y siempre sonríe como si no le pesara nada.

*
Al día siguiente, cuando amanece y todos están por marcharse, Blake sale de casa, con la mochila puesta y ojeras bajo sus ojos oscuros.

—Parece que Val está enfermo. Atrapó un resfriado y no me ha permitido entrar para evitar el contagio —explica y todos hacen una mueca. El plan era ir todos juntos al instituto. Aunque, Alessandro se siente aliviado y nervioso. Recuerda lo sucedido ayer—. En fin, cuando vengamos le prepararé sopa de pollo y traeremos medicina.