RENZO
A veces siento envidia de esas personas que pueden elegir su destino, las observo vivir sus vidas simples, donde sus mayores preocupaciones son aprobar las clases, que la persona que les gusta les ponga atención o cuántos likes reciben en las redes sociales, y algunas veces solo puedo desear eso, un poco de superficialidad.
Mi vida no es normal, dejó de serlo cuando mi hermano murió siendo solo un bebé, desde entonces mi familia se sumió en una depresión insoportable, nadie supo como llevarlo adelante, todos nos fuimos oscureciendo lentamente.
Fue un "accidente", así lo llamaron, un imbécil que iba conduciendo y cruzó el semáforo en rojo, solo porque sí, mientras mi mamá cruzaba con mi hermanito en uno de sus brazos y tomando mi mano con la otra.
Yo venía dos pasos por detrás, ella siempre se quejaba de que tenía que jalarme para que caminara porque iba muy lento, desde que mi hermanito había nacido yo estaba celoso y quería llamar la atención, o eso me contaron...
Dos pasos por detrás, por eso el sujeto no me atropelló a mí, esa fue la historia que me contó mi madre, la verdad es que yo no la recuerdo. Solo hay algunas imágenes débiles en mi cabeza, mi mamá jalando mi mano y yo deteniéndome justo a tiempo, miedo, sangre, ambulancias...
Mi madre estuvo seis meses en el hospital, no quería hacer la rehabilitación y su lesión se volvió permanente, no puede caminar, la mayoría de los días ni siquiera se levanta de la cama.
Me contaron que hubo un juicio, pero como el hijo de puta que conducía era muy rico, logró llegar a un acuerdo por una gran suma de dinero.
Y mi papá aceptó... dejó en libertad al hombre que mató a mi hermano, solo por dinero.
"Lo que pasó ya pasó, no lo podíamos arreglar, y tu mamá necesitaba medicamentos", me dijo.
No es de extrañar que en los momentos mas rebeldes de mi adolescencia me metiera en asuntos peligrosos, eso pasa cuando sientes que tu vida no tiene valor, cuando la mitad de tus días despiertas deseando que aquel día no hubieras estado dos pasos por detrás...
Fue entonces que la conocí a ella. Ella me rescató de mí mismo, me hizo sentir que no estaba solo y que mi vida no tenía que estar destinada a la mierda. Lo primero que hice para recuperarme fue alejarme de mis padres, conseguí una beca en una universidad lejos de casa y me fui a vivir allí, me sumergí tanto en ese mundo que me gradué en abogacía en tan solo tres años, al terminar no quería regresar a casa, y la idea de trabajar como abogado sin poder hablar aún, tampoco me seducía, así que me decidí a comenzar una nueva carrera.
Supuse que la psicología me ayudaría a entenderme a mí mismo, y aunque revolver en mis propios traumas me estaba dañando más de lo que pretendía, de alguna forma sentía que estaba funcionando. Sin embargo, no la pude terminar porque... pasaron cosas.
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Por una palabra [PR #2]
Novela JuvenilÁmbar tiene una vida feliz: una familia unida y numerosa, amigos que son como hermanos, amor incondicional y sincero, contención de todos los tipos, dinero, estabilidad, prestigio; incluso tiene a un chico dulce y sexy que muere por ella. Una vida...