RENZODurante todo el día siguiente solo me dejé consentir. No hablé sobre nada, con nadie, solo escuché a Ámbar contarme sobre el idiota de la cafetería.
No voy a negar que me dieron ganas de ir a buscarlo y dejar salir mis instintos bajos, pero intento ser otra persona ahora, un buen ejemplo para mi hermano y un buen compañero para Ámbar; y ella ahora está triste porque perdió a una amiga, me dijo que el tipo no le importa y le creo.
Ella intentó hablar un poco conmigo sobre cómo me siento, intenté decirle que no puedo, y creo que de algún modo lo entendió.
Hay demasiado en mi cabeza, los últimos días me dieron vuelta el mundo entero y necesito de un poco de silencio e introspección para no volverme loco.
—Puedes hacer silencio, pero tienes que comer —me exige Emily poniendo un gran plato frente a mí en la mesa—. No desayunaste, no almorzaste, no cenaste. No te irás a dormir con el estómago vacío, ahora te comes esto sí o sí.
No tengo hambre, me siento confuso, como anestesiado.
"¿Tú me puedes entender?" —pregunto por señas en cuanto se sienta frente a mí.
—Oh, lo siento, yo no entiendo —niega con pena—. Intentaré aprender para cuando lo necesites, pero si quieres ahora voy por Matteo para que…
—Está bien —hablo muy bajito—. Me… esforzaré.
Me da una sonrisa a medias y sus grandes ojos oscuros esperan pacientemente para que diga lo que tengo que decir.
—¿Qué hago si ella no me acepta el trasplante?
—Hemos averiguado al respecto —responde bajando la mirada a mi plato lleno de papas fritas, estoy seguro de que Ámbar le dijo que me gustan—. Come y hablamos.
Tomo una papa y la muerdo, elevo mis cejas en señal de "¿ves? Estoy comiendo, ahora dime". No sé si ella puede entender mis gestos como Ámbar, pero al menos continúa hablando:
—Solo queríamos darte más opciones, ¿sí? No significa que esta sea la decisión que quieres tomar, siempre puedes respetar su decisión, o desentenderte por completo del asunto, ninguno de nosotros piensa que una opción sea la correcta, te apoyaremos en lo que decidas.
Le doy un breve asentimiento mientras voy por otra papa, la primera estaba muy rica y mágicamente mi apetito se abrió.
—Puedes alegar que ella no está en condiciones de tomar decisiones médicas, lógicamente está atravesando una depresión muy fuerte. Ya sabemos cuál es el proceso, y tienes pruebas suficientes con todos sus… intentos de suicidio anteriores.
Levanto los ojos hacia Emily mientras escucho los pasos de Ámbar en la escalera. No la veo, pero aún así sé que es ella.
—¿Qué pasaría después?
—Tendrías su potestad médica, en general.
—¿Eso significa que en cuanto esté mejor puedo hacer que atiendan su salud mental?
—Sí, ya no necesitarías su consentimiento, ni el de tu padre.
—¿Buscaríamos una buena clínica?
—La mejor del país.
—Gracias —le doy una breve sonrisa mientras como otra papa.
En realidad suena como la opción correcta, en general. Pero no puedo evitar pensar, ¿estoy siendo egoísta decidiendo por ella?
Tal vez solo tengo que dar un paso al costado y dejar que siga con su camino.
Y luego está mi papá, toda la mierda con él, no estará de acuerdo y lo tendré en mi contra. Es un peligro para mi hermano.
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Por una palabra [PR #2]
Teen FictionÁmbar tiene una vida feliz: una familia unida y numerosa, amigos que son como hermanos, amor incondicional y sincero, contención de todos los tipos, dinero, estabilidad, prestigio; incluso tiene a un chico dulce y sexy que muere por ella. Una vida...