Capítulo 28

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CIRO

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CIRO

—Lo sé, todo está mal —asumo, observando sus ojitos tristes a través de la pantalla de mi teléfono—. Quise fingir que soy maduro para esto, pero no, apenas sé lo que hago.

—Sé que no tuviste mala intención… —intenta hacerme sentir mejor— Quizás el problema lo tengo yo, todo el tiempo estoy confundida.

—Me siento mal por ella, yo no le estaba mintiendo, hay algo allí pero no es suficiente.

—Siento que estoy en medio —se queja ella, no tan feliz de verme asumir que también me gusta otra—. Tú puedes estar solo con ella si es lo que quieres, de todos modos ya no vamos a vernos.

—Tú quisiste que las cosas sean así, yo quería seguir contigo e ir a verte nunca hubiera sido un problema…

—Es que… —me interrumpe, y ya sé lo que dirá— Apenas vamos a cumplir trece, y si seguimos juntos no nos va a separar nada, tú lo sabes, yo lo sé…

—Y tú ves eso como un problema.

—Encontrar a tu alma gemela a los doce es un problema, ¿dónde quedan todas las experiencias?

—Entonces tal vez no seas mi alma gemela, si lo fueras sabrías que las experiencias juntos igual cuentan —determino, ya no me estoy sintiendo cómodo con la conversación así que la voy a terminar pronto.

—Ciro… tú y yo tenemos las cosas claras.

—Yo lo único que tengo claro es que, por seguir tu forma de hacer las cosas, lastimé a una chica que no tenía nada que ver en esto.

—¿Ahora es mi culpa? —se indigna, arrugando su nariz.

—No, es la mía, por hacer lo que tú dices sin criterio propio.

—¿Qué es lo que quieres, entonces? —desafía volviendo su mirada intimidante.

—O estamos juntos, o no, pero de este modo no lo quiero.

—¿Me vas a dejar? —murmura con el orgullo reluciendo en su mirada, pero las lágrimas brillando en sus ojos.

—¿No querías experiencias? Aquí las tienes, tu primera ruptura, puedes dedicarme las canciones de Olivia Rodrigo y hablar mal de mí con tus amigas.

—Eres un idiota.

—¡Bien! Así se empieza, no voy a insultarte de regreso porque mis padres estarían decepcionados, pero siéntete libre.

—¿Por qué me tratas así? —cuestiona dejando una lágrima salir, lo cual me hace sentir mal de inmediato, maldito culposo que soy.

—Primero me hablas de que sigamos juntos y hablemos con otras personas, entonces lo hago y te pones celosa. Quieres sentirte una mujer madura y luego te portas como una niña, y está bien, supongo, pero yo no tengo apuro por madurar, estoy bien así, gracias.

Por una palabra [PR #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora